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Buenos Y Malos Alumnos: Descripciones Que Predicen


Enviado por   •  14 de Abril de 2013  •  2.301 Palabras (10 Páginas)  •  2.824 Visitas

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ESCUELA NORMAL SUPERIOR DE MEXICO

Licenciatura en Educación Secundaria

Especialidad en Historia

Alumna: Adela Dellanira Huerta Zaragoza

Introducción

Estos son nuestros primeros acercamientos a los alumnos, la escuela y la práctica docente, de lo que pasa con y alrededor de los mismos. Tener una visión real del contexto inmediato y general del sistema en el que se desarrollan, los objetivos que como futuros profesores de educación básica tenemos que tener en cuenta, ser concientes de nuestra futura profesión que está cimentada en las relaciones humanas y que la labor docente es una de las más difíciles de desempeñar. Tener muy en cuenta que nuestro desempeño laboral está orientado para y con seres humanos: personas individuales y con una historia propia y diferente.

El libro del que trataremos, "Buenos y malos alumnos: descripciones que predicen”, por Kaplan, Carina V. (1998) nos trae una revisión de cómo los profesores pueden tener perspectivas y expectativas subjetivas de quiénes y cómo son sus alumnos, poniéndolos en un plano tipificador o clasificador, teniendo como resultados las marcadas diferencias que se hacen de los chicos y la manera en que su propio comportamiento repercute en su comportamiento y rendimiento escolar.

Tener una mayor conciencia de lo que es ser docente y la responsabilidad misma que se tiene de esta profesión, que junto con otras la de educador es una de las que exige mayor compromiso. De la educación que reciba un pueblo depende la forma en que éste se dirija como sociedad. Tener una educación escolar democratizada y que en ella todos los elementos interactúen de forma equitativa, para que la función docente no se centre en las diferencias sociales, económicas, intelectuales ó psicológicas de sus alumnos.

"Buenos y malos alumnos: descripciones que predicen”

En este libro, Kaplan nos muestra una visión reflexiva de la labor docente y la forma, metodológica que tiene en su investigación para determinar las formas en que la tipificación o clasificación de los alumnos pueden repercutir en el rendimiento escolar o hasta en el comportamiento de los alumnos dentro del aula.

Los profesores tienen una gran responsabilidad y compromiso de la problemática que se presenta ante la formación escolar de los niños, ya que la forma en que se encaminan hacia ellos tiene mayor sobre su autoestima y desempeño académico. No sólo con mejoras en las políticas educativas o reformas a los planes, programas y contenidos de la educación tendrán favorables repercusiones de la forma en que los alumnos intensifiquen sus conocimientos, habilidades, valores y actitudes, objetivos fundamentales para la nueva enseñanza-aprendizaje y tienen como prioridad formar una escuela democrática, donde todos los elementos interactúen de forma incluyente y equitativa, que la educación sea favorable para todos los sectores de la sociedad en general, como lo menciona Kaplan, “los maestros pueden aportar a la construcción de una escuela con aulas más democráticas y enriquecedoras de los aprendizajes de los chicos”.

Muchas ocasiones los profesores ignoran que las valoraciones e interpretaciones negativas o positivas de sus alumnos sobre sus capacidades o habilidades, comportamiento disciplinario o académico, tengan un impacto en su desarrollo escolar. Mas que hacer que los alumnos se sientan felices y cómodos en las escuelas, éstos se vean obligados a asistir a ella como un castigo, además de que el tiempo que pasan dentro del aula sea represivo y asfixiante, que su estancia en la escuela sea para sólo pasar de año; en vez de estar ahí para socializar y favorecer la comunicación directa y verdadera entre alumnos y profesores, y que los verdaderos aprendizajes sean permanentes. De esta manera el niño aprende a estar condicionado a evaluaciones positivas o negativas de su comportamiento o rendimiento escolar.

Muchos profesores al ver que tienen cierto poder sobre los alumnos, ya que la jerarquización no ha sido eliminada de las escuelas, éstos tienen como decimos popularmente “la sartén por el mango” hacen de su desempeño laboral dentro del aula con autoritarismo, característico de la escuela tradicional de antaño, donde el profesor es quien tenía el control y decisión del grupo, la autoridad máxima del aula y a quien no se le podía ni refutar o discutir una idea, este tipo de situaciones en México se sigue dando, el profesor es dueño y señor del aula y lo que él decida en ella, es lo que se tiene se hacer. En contraparte con este punto, Kaplan acertadamente dice: “Reconocer la autoridad del maestro no debería negar el derecho de los alumnos a participar de ciertas decisiones de la cotidianidad del aula y del funcionamiento y organización escolar.”

Pensar que existen malos alumnos, plantea la pregunta de si el profesor esta haciendo bien su trabajo, porque no reconoce su labor y el impacto que se tiene ésta en los resultados que alcanzan sus alumnos; ya que muchos profesores condicionan los mismos ante los factores externos socio-económicos del contexto mediato e inmediato en el que se desarrolla el chico, así como la falta de inteligencia o su estado psicológico y afectivo.

La percepción que algunos profesores tienen acerca de sus alumnos, nos lleva a pensar que se ponen expectativas de cómo serán y cual será su propia apreciación y valoración diferencial, que muchos de ellos los clasifican o categorizan como lo plantea Kaplan, A es “inteligente”, B es “inquieto”, C es “desprolijo”, D es “conservador”, E es “aplicado” etcétera. Esto conlleva sin duda a que los profesores encasillen a los niños en grupos o subgrupos que en vez de ayudarlos, los discriminan irracionalmente teniendo una visión subjetiva de los mismos. De esta manera se condicionan las conductas o comportamientos y por ende el desempeño académico de los chicos, entorpeciendo su propia labor de impulsarlos para obtener los mejores resultados tanto de la sociabilización, como de rendimiento académico. El etiquetar a los niños repercute también en gran medida en como se van formando un concepto de sí mismos, su autovaloración: sobre su autoestima.

En su estudio Kaplan, para determinar las etiquetas y clasificaciones que hacen los profesores de los alumnos, pudo obtener que los profesores cuentan con su propio sentido común para determinar porqué y cuando va a clasificar a un chico, anticipando sus expectativas sobre su comportamiento o desempeño

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