CONFLICTOS Y VIOLENCIA

INTRODUCCIÓN

Los sucesivos poblamientos de América fueron asentando a distintos grupos humanos en determinados pisos ecológicos que les hicieron desarrollar recursos y habilidades particulares para sobrevivir allí de entre ellos, los más importantes fueron aquellos relacionados con el aprovisionamiento del agua y alimentos, los cuales eran recursos limitados en las zonas donde la riqueza natural posibilitaba abundantes provisiones, varios grupos sociales buscaron asentarse, frecuentemente con fricciones, conflictos y luchas entre ellos y los vecinos por la posesión de estos medios indispensables para la vida humana.

Este acceso diferenciado a recursos también desiguales de cada piso ecológico, hizo que las distintas civilizaciones crearan sus propias formas de abastecimiento de bienes necesarios para la vida nos referimos tanto a la obtención de objetos, plantas, animales, como a las construcciones míticas y religiosas que explicaban o daban sentido al mundo que Asia se concebía diferenciada, estratificada y desigualmente.

Así construyeron sociedades que contaban con una base guerrera y una justificación del acceso y dominio desigual de tipo religioso.

La abundancia de agua y alimentos, así como otros recursos necesarios para la vida social, se encontraron con suficiencia en los valles centrales de lo que ahora conocemos como México.

Allí fue donde se asentaron las civilizaciones que crearon las altas culturas que ahora son nuestros lejanos antecedentes y que concibieron la vida y la muerte de manera altamente ritualizada y que de forma mediatizada forman parte de nuestro fundamento cultural. Efectuaremos una breve revisión de los grupos sociales allí asentados, cuyos vestigios nos permiten conocerlos un poco más que a otros grupos indígenas asentados en las regiones norte, sur y sureste de nuestro país.

Usaremos esta zona (de tanta carga para histórica para los mexicanos) como un ejemplo ilustrativo de los distintos recursos técnicos en agricultura y manejo de aguas, es decir, lo que conocemos actualmente como ingeniería hidráulica, que tuvieron las sociedades de entonces, cuyo dominio permitió el asentamiento de distintos grupos sociales en el entorno lacustre de México, sitio donde se asentaron los mexicas y edificaron su extenso imperio.

Los orígenes

Los antecedentes lejanos de las poblaciones que ahora vivimos en América, se ubican en Asia.

De allí partieron hace milenos los pobladores del grupo racial paleomongo que pasaron a estas tierras a través de lo que hoy llamamos estrecho de Bering.

Fueron los lejanos ancestros de los cuales hombre y mujeres americanos los que se fueron moviendo lentamente hacia el sur, hasta ocupar las tierras del continente que ahora llamamos América. Fue ese un proceso bastante largo, las poblaciones migrantes originarias fueron cambiando con el conocimiento y adaptación de entornos ecológicos tan contrastantes como el desierto y la playa, los espejos bosques o lagos luminosos.

A cada sitio que llegaron fueron conociendo y adaptándose, para formar así culturas distintas, con grados diferente de avance, refinamiento sofisticación o rudimentariedad.

La determinante mayor para asentarse en cada sitio, permanecer en él para formar cultura y civilización o seguir moviéndose en busca del alimento fue la provisión.

Convivían más o menos en similares tiempos (aunque en distantes lugares) altas culturas con complejos sistemas económicos y políticos, tecnológicos y culturales, y algunos otros grupos sociales que estaban cerca del estadio de cazadores y recolectores.

Mesoamérica y Aridoamérica

Una de las regiones que contaban con abundancia de agua y provisiones fue la parte media del territorio que ahora ocupa la República Mexicana. Esta zona fue llamada Mesoamérica por arqueólogos y antropólogos desde hacía varias décadas; la América del medio; a norte de la misma se ubicaron las tierras más secas y abruptas, lo que se nombre o Aridoamérica. En ambos espacios culturales y geográficos se desarrollaron distintos grupos sociales, con grados y formas distintas de organizar la sociedad, entender la naturaleza, regir la convivencia entre mujeres y los hombres, así como inventar relacionarse con dioses escasos o abundantes.

Grandes culturas madres

La primera gran cultura que se desarrollo e esa Mesoamérica que delimitamos convencionalmente tuvieron su origen en las zonas inundables del actual sureste mexicano. Entre la selva húmeda y umbría surgió la población olmeca, los habitantes de la zona de hule, que en su idioma nativo se decía ulli.

Si guardamos alguna larga sucesión en el tiempo, observamos que mucho después surge otra gran civilización, ahora hacia la parte media de los valles centrales que actualmente conocemos como Puebla y Tlaxcala. Fue conocida todo por su gran ciudad, Teotihuacán, la ciudad de los dioses.

En su época de resplandor, Teotihuacán fue una urbe populosa, con una compleja estructura urbana y rural, superior a algunas ciudades europeas contemporáneas como roma o Constantinopla. Hechos con material más perdurable como lera la piedra (a diferencia de las casas del pueblo llano, que generalmente se hacían de materiales perederos como palmas o maderas) debemos considerar los requisitos indispensables ara haber llegado a ese nivel.

Estos fueron el contar con el religioso. dicho grupo gobernante recibía tributos de la propia cuidad y de regiones mas distantes, que le permitían sustentar un lujoso nivel de vida. También mantenía vínculos con los grupos de comerciantes que les relacionaban con lugares lejanos, y con el grupo militar que en este momento era reducido ero influyente.

Después de su esplendor, Teotihuacán fue abandonada; se supone que muchos de sus pobladores fundaron la ciudad de Tula, la otra gran ciudad de honda carga histórica y mítica del altiplano central. Tula alcanzo tales niveles de desarrollo histórico, social y tecnológico que se torno referencia obligada a las posteriores sociedades que se asentaron en los valles, quienes se decían descender de los toltecas: artistas y, arquitectos y constructores, los discípulos míticos de Quetzalcóatl, el atroz de las artes mesoamericanas.

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