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Campaña Libertadora


Enviado por   •  11 de Noviembre de 2014  •  5.836 Palabras (24 Páginas)  •  874 Visitas

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CAMPAÑA LIBERTADORA DE 1819. BATALLAS DEL PANTANO DE VARGAS Y BOYACÁ

1.1. ANTECEDENTES

1.1.1. Campaña admirable de 1813

Con el apoyo de la Nueva Granada en recursos humanos y logísticos, SIMÓN BOLÍVAR emprende esta campaña saliendo desde Santafé de Bogotá en compañía de las primeras generaciones de jóvenes Oficiales granadinos, entre los cuales se destacan: ATANASIO GIRARDOT, ANTONIO RICAURTE y LUCIANO D`ELHUYER, además de 600 hombres de tropa, con los cuales se va a obtener la “Primera Libertad de Venezuela”, después de entrar triunfalmente a Caracas el 6 de Agosto de 1813, en donde las autoridades y el pueblo de su ciudad natal le conceden el título de “Libertador”.

1.1.2. Llegada del General Pablo Morillo

En 1815 llega el General PABLO MORILLO con el mando de un contingente de 20.000 hombres, veteranos de las guerras contra Napoleón, con los cuales ocupa la Capitanía General de Venezuela y el Virreinato de la Nueva Granada. Su misión es la de someter los brotes y movimientos libertarios que habían surgido en estas colonias españolas de América. Los logros obtenidos por las tropas libertadoras quedan en suspenso porque la guadaña destructora de Morillo elimina a varios de los ilustres jefes que habían participado y muchos otros se tienen que replegar hacia los llanos o hacia las Antillas Inglesas. A estas últimas se dirige El Libertador, donde obtiene respaldo tanto en Jamaica como en Haití por disposición expresa de la Corona Británica, potencia europea que se había comprometido con SIMÓN BOLÍVAR, Luis López Méndez y Andrés Bello desde 1810 en el apoyo a todas las empresas libertarias que se emprendieran en las colonias hispanas de América, ya que el Imperio Español seguía siendo enemigo de la Gran Bretaña. Esta es la razón por la cual se encuentran tropas inglesas participando en las diversas campañas libertadoras del Nuevo Mundo.

Desde las Antillas, El Libertador emprende dos expediciones con el apoyo del Presidente de Haití, Alejandro Petión, llamadas primera y segunda expedición en Los Cayos en 1816 y 1817, respectivamente. En la primera expedición, los libertadores del oriente de Venezuela, Francisco Bermúdez, Santiago Mariño y Manuel Piar, desconocen la autoridad del Libertador. En la segunda, el único que mantuvo su rebeldía contra BOLÍVAR fue el General Piar, por lo cual fue sometido a Consejo de Guerra y condenado a ser fusilado.

Afianzada la autoridad del Libertador, se traslada hacía los Llanos de Venezuela en donde estaban actuando la mayor parte de las Tropas Patriotas que habían logrado escapar de la persecución de MORILLO. Allí adelanta con su Estado Mayor el estudio estratégico y geo-estratégico de la situación impuesta por el nuevo dispositivo adoptado por las tropas españolas; analiza el poder relativo de combate y encuentra que la mayor parte del Ejército Español está ubicado en la zona central y occidental de Venezuela, sumando en total 16.000 hombres con el puesto de mando del General MORILLO en la ciudad de Calabozo al sur de Caracas. Así mismo, en la Nueva Granada solamente había quedado la III División al mando del Coronel JOSÉ MARÍA BARREIRO, la cual podría ser apoyada por la II División española que tenía su puesto de mando en la ciudad de Maracaibo. Había necesidad entonces de llevar a cabo una sorpresa estratégica golpeando al enemigo por la parte más débil. No se podía cumplir el sueño del Libertador de marchar hacia Caracas; era necesario desarrollar la campaña sobre la Nueva Granada.

Con este propósito, El Libertador destaca al recién ascendido General de Brigada FRANCISCO DE PAULA SANTANDER como Jefe civil y militar de la Provincia de Casanare, quien se encargará de preparar todo lo necesario para la campaña.

El plan estratégico del Libertador contempla el empleo de dos grandes agrupaciones de tropa; la primera de ellas que debía servir como escudo, siguiendo la línea aguas arriba del río Apure hasta el Estado Táchira y los valles de Cúcuta, compuesto en gran parte por la caballería patriota a órdenes del General JOSÉ ANTONIO PÁEZ, tenía la misión de rechazar cualquier apoyo que se intentara prestar a la III División de Barreiro en la Nueva Granada. La segunda agrupación marcharía con el Libertador desde el Alto Apure para encontrarse con SANTANDER en Tame y recibir allí todos los refuerzos y apoyos logísticos que hubieran sido preparados. Además, El Libertador asigna funciones muy claras al General FRANCISCO BERMÚDEZ, Comandante del Ejército de Oriente, con el fin de ocupar Caracas y los valles de Aragua en caso de que MORILLO se moviera con sus tropas hacia la Nueva Granada.

Dentro del plan estratégico del Ejército Libertador, BOLÍVAR tenía previsto desarrollar la campaña contemplando dos aspectos fundamentales: La rapidez de los movimientos y el mantenimiento del secreto. Sin embargo el General PABLO MORILLO, como gran estratega del Ejército español, tenía pleno conocimiento de la situación y había calculado todos los movimientos de las tropas patriotas en 6 meses pensando que el invierno demoraría el desarrollo de la campaña, pero jamás imaginó que los patriotas lo hicieran en solo 40 días bajo las peores condiciones de tiempo y de terreno. De todas maneras el General MORILLO siendo muy previsivo dispuso que el Mariscal MIGUEL DE LATORRE marchara sobre la Nueva Granada con la Quinta División y tomara el mando de todas las tropas para rechazar el avance de los Patriotas y expulsarlos nuevamente hacia los Llanos, en donde serían derrotados cuando fueran atacados por el frente y por la retaguardia; es decir desde la Nueva Granada y desde Venezuela.

Fue lamentable el hecho de que el General PÁEZ no hubiese ocupado los valles de Cúcuta como había sido la orden del Libertador, porque esa avenida de aproximación quedó libre para que por ella se desplazara el Mariscal DE LATORRE, quien llegó hasta Pamplona, en donde se enteró del desastre de la Tercera División comandada por BARREIRO.

1.1.3. Apreciación estratégica de Sámano y Barreiro

Fue acertada por parte de BARREIRO en cuanto a la avenida de aproximación de los Patriotas y a la necesidad de concentrar las unidades de la III División. SÁMANO no le dio mucha importancia a las informaciones iniciales de BARREIRO, presentando contradicciones en la apreciación de situación. Ni BARREIRO ni SÁMANO contemplaron un plan estratégico de defensa del Virreinato; escasamente se preocuparon por la defensa táctica. Además BARREIRO se quejaba a última hora de problemas de salud, por lo cual, el Virrey SÁMANO quiso relevarlo del mando, siendo enviado en su reemplazo el Coronel SEBASTIÁN DE LA CALZADA, Comandante del Regimiento de Numancia; pero BARREIRO no aceptó ser relevado del mando de la III División, alegando que solamente el General MORILLO como Comandante en jefe, podía ordenar su relevo. Con esta actitud BARREIRO selló su propia suerte, la suerte de su Unidad y la suerte del Virreinato.

1.2. ARTE MILITAR

1.2.1. Organización para el Combate

La organización del Ejército Patriota era muy similar a la del Ejército Español. Sin embargo, las tropas Libertadoras no tenían la rigidez reglamentaria de los españoles; al contrario, eran mucho más flexibles y ágiles en el desarrollo del combate.

1.2.2. Poder Relativo de Combate

El Ejército español estaba mucho mejor dotado en todo lo relacionado con los factores tangibles; pero el Ejército patriota superaba en alto grado a los realistas en los valores intangibles del poder relativo de combate, ya que contaba con un mejor liderazgo y motivación para llegar hasta las últimas consecuencias en defensa de los principios y derechos universales del ciudadano, entre los cuales estaba el más sagrado de todos: el de La Libertad.

1.2.3. Inteligencia y entrenamiento

El Ejército Libertador desarrolló y aplicó de mejor manera la inteligencia de combate, en gran medida por el apoyo casi total de la población civil, de donde fluía sin mucho esfuerzo de búsqueda, la información suficiente, requerida y útil para el desarrollo exitoso de operaciones. En cuanto al entrenamiento, era aparentemente mejor el del Ejército español, pero los valores intangibles del Ejército Patriota los hacían superiores en las diversas confrontaciones de armas.

1.2.4. Estrategia y táctica empleadas

El Libertador SIMÓN BOLÍVAR siempre tuvo la mejor concepción estratégica para poder colocar al enemigo en desventaja con el fin de conducir operaciones exitosas, atacándolo en donde se encontraba más débil. De la misma manera en el campo táctico a pesar de tener menos recursos, el Ejército Patriota siempre estuvo a la ofensiva para vencer a los realistas en casi todas las acciones de armas. Cada soldado del Ejército Libertador, desarrollaba mucho más condiciones de valor que lo hacían superior en el campo de batalla.

1.2.5. Organización del Ejército Patriota antes de la Batalla del Puente de Boyacá

Comandante, Capitán General Simón Bolívar.

Jefe del Estado Mayor General, General de Brigada Carlos Soublette.

División de Vanguardia

Comandante, General de Brigada Francisco de Paula Santander

Infantería

Batallón de Cazadores Constantes de la Nueva Granada. 350 hombres

Comandante, Teniente Coronel Joaquín París.

Batallón Primero de Línea de la Nueva Granada. 550 hombres

Comandante, Teniente Coronel Antonio Obando.

Caballería

Escuadrón Guías de Casanare. 100 hombres

Comandante, Teniente Coronel Santiago Bejar.

Capitán Antonio María Durán.

División de Retaguardia

Comandante, General de Brigada José Antonio Anzoátegui.

Jefe del Estado Mayor divisionario, Teniente Coronel José María Córdova.

Batallón Rifles. 250 hombres

Comandante, Teniente Coronel graduado Arturo Sandes.

Batallón Barcelona. 250 hombres

Comandante, Coronel Ambrosio Plaza.

Batallón Bravos de Páez. 250 hombres

Comandante, Coronel Cruz Carrillo.

Batallón Legión Británica. 100 hombres

Comandante, Sargento Mayor John Mackintosh.

Caballería

Escuadrón de Lanceros Primero de Llano Arriba. 100 hombres

Coronel Juan José Rondón

Escuadrón de Lanceros Segundo de Llano Arriba. 100 hombres

Teniente Coronel Leonardo Infante.

Escuadrón Guías de Apure. 100 hombres

Teniente Coronel Hermenegildo Mujica

Escuadrón Dragones. 100 hombres

Capitán Julián Mellao

Reserva

Columna Voluntarios de Tunja. 500 hombres

Teniente Coronel José Gabriel Lugo.

Columna Voluntarios del Socorro. 300 hombres

Sargento Mayor Félix Soler.

Totales Aproximados

Infantería 1.750

Caballería 500

Voluntarios Reclutas 800

1.2.6. Organización del Ejército Realista antes de la Batalla del Puente de Boyacá

Comandante en Jefe, Coronel José María Barreiro.

Jefes de Estado Mayor, Teniente Coronel Sebastián Díaz.

Vanguardia

Compañías de cazadores de los Cuerpos y Batallón Tambo. 600 hombres

Comandante, Coronel Francisco Jiménez.

Primera Sección

Batallón Primero del Rey. 550 hombres

Teniente Coronel Nicolás Flórez.

Segunda Sección

Batallón Segundo de Numancia. 600 hombres

Teniente Coronel Carlos Tolrá.

Reserva

Batallón Tercero de Numancia. 550 hombres

Teniente Coronel Juan Loño.

Total Infantería. 2300 hombres

Artillería

2 Obuses, 1 cañón. 20 hombres

Teniente José Coletes

Caballería

Regimiento de Dragones. 350 hombres

Teniente Coronel Víctor Sierra.

Flanqueadores, Teniente Coronel Francisco González.

Granaderos, Teniente Coronel Esteban Díaz.

Totales Aproximados

Infantería 2.300

Artillería 20

Caballería 350

1.3. DESARROLLO DE LA CAMPAÑA LIBERTADORA DE 1819. BATALLAS DEL PANTANO DE VARGAS Y BOYACÁ

Después de la formidable Batalla de las “Queseras del medio” en donde la caballería patriota comandada por el General JOSÉ ANTONIO PÁEZ infligió una vergonzosa derrota al Ejército español el 2 de Abril de 1819, El Libertador dispone llevar a cabo una reunión de oficiales en la aldea del Setenta a orillas del río Apure, con el fin de coordinar los últimos detalles para emprender la Campaña sobre la Nueva Granada. De allí sale el Ejército Libertador a órdenes de BOLÍVAR el 23 de mayo de 1819, llegando a Mantecal el día 24. Seguidamente, se mueve hasta Guasdualito a donde llega el 1º de Junio, localidad en la cual se reúne con el General JOSÉ ANTONIO PÁEZ para darle las últimas instrucciones sobre el empleo de las fuerzas que debían desempeñar la función de freno y contención sobre el río Apure. De Guasdualito se mueve hasta la población de Arauca, habiéndose demorado en el cruce del río los días 4 y 5 de junio en atención al desbordamiento del mismo por el invierno. Desde Arauca se desplaza hacia Tame, a donde llega los días 8 y 9 de junio después de cruzar los esteros del Cachicamo y el río Ele que por razón del invierno se encontraban inundados.

En Tame, BOLÍVAR recibe en ceremonia especial al Ejército y todos los recursos logísticos que había preparado SANTANDER, así como los guías y demás elementos necesarios para el desarrollo de la campaña.

En Tame el Ejército queda organizado de la siguiente manera:

General en Jefe Capitán General Simón Bolívar.

Jefe de Estado Mayor Coronel Carlos Soublette.

División de Vanguardia

Comandante General de Brigada Francisco de Paula

Santander

Jefe de Estado Mayor Coronel Pedro Fortoul

División de Retaguardia

Comandante General de Brigada José Antonio Anzoátegui

Jefe de Estado Mayor Teniente Coronel José María Córdova

Total efectivos 3520

Las rutas estudiadas por El Libertador son las siguientes:

 Tame – Sácama – La Salina – Socha.

 Tame – Nunchía – Paya – Pisba – Socha.

 Tame – Nunchía – Labranza Grande – Gámeza.

Como todos sabemos, El Libertador se decidió por la segunda de las mencionadas a pesar de las dificultades que ella presentaba, situación que facilitaba la sorpresa estratégica.

El 15 de junio la División de Vanguardia inicia la marcha desde Tame y el 18 lo hace la División Anzoátegui, reuniéndose ambas en Nunchía el 24 de junio. En esta última población se tuvo conocimiento de la presencia realista en el Trincherón de Paya, habiendo recolectado toda la información posible sobre el terreno que se debía recorrer y el enemigo existente.

1.3.1. Combate de Paya

El 27 de junio de 1819 se lleva a cabo el Combate de Paya en donde tropas españolas comandadas por el Sargento Mayor JUAN DE FIGUEROA fueron derrotadas por el Batallón Cazadores, cabeza de vanguardia de la División Santander, en acción simultánea sobre el Trincherón y la población de Paya, con los siguientes resultados:

Realistas muertos 6

Realistas heridos 8

Patriotas muertos 2

Patriotas heridos 3

Las tropas españolas abandonaron el campo de batalla y se replegaron por el camino de Labranza Grande en acatamiento a lo dispuesto por el Coronel JOSÉ MARÍA BARREIRO, Comandante de la III División.

1.3.2. Reunión de Comandantes y Estado Mayor en el Llano de San Miguel

En atención a los comentarios que circulaban entre las tropas venezolanas, El Libertador quiso afianzar su decisión de continuar la campaña oyendo el concepto de algunos jefes y Oficiales, especialmente del Ejército de Venezuela. Dichos comentarios y conceptos fueron favorables y una vez más, tanto BOLÍVAR como SANTANDER expusieron sus razones de orden táctico y estratégico para continuar la marcha sobre la Nueva Granada.

1.3.3. Cruce del Páramo de Pisba

El día 2 de julio de 1819 se continuó la marcha por el Páramo de Pisba, con bastantes dificultades como ya se sabía, para el Ejército Libertador, ya que la mayor parte de los soldados eran llaneros y no tenían el vestuario adecuado para soportar el frío a más de 4000 metros de altura sobre el nivel del mar. En esta travesía algunos de ellos fallecieron y se otros enfermaron, por lo cual El Libertador se vio precisado a organizar una tercera División bajo el mando del General CARLOS SOUBLETTE para que se encargara de los bagajes, los abastecimientos, los heridos, enfermos y rezagados, la cual se debía desplazar con las limitaciones impuestas detrás de las tropas.

El 4 de julio llegó a Socha el escalón de vanguardia; dos días después lo hizo el segundo escalón con BOLÍVAR y ANZOÁTEGUI; el tercer escalón y la Legión Británica fueron llegando en diversos grupos después del 6 de julio.

1.3.4. Actividades Patriotas en Socha

 Sepultura de los soldados que perecieron durante la marcha.

 Tratamiento de heridos y enfermos en un hospital de campaña improvisado.

 Reparación de armamentos y equipos, y herraje de los pocos caballos que sobrevivieron al cruce del páramo.

Se destaca la actuación especial del cura párroco de Socha, Padre José Tomás Romero, quien reunió a sus feligreses en la Iglesia y consiguió con ellos 18 cargas de ropa y cobijas para auxiliar a las tropas patriotas después del cruce del Páramo.

1.3.5. Exploración patriota

A partir del 7 de Julio, BOLÍVAR desarrolló actividades de exploración y reconocimiento mediante el empleo de dos grupos de 20 hombres cada uno, hacía Corrales con el Comandante DURÁN y hacia Gámeza con el Capitán REYES.

1.3.6. Combate de Gámeza y acción sobre el peñón de Tópaga

El 11 de julio de 1819 se llevó a cabo el combate de Gámeza sobre el río del mismo nombre, en donde los realistas fueron derrotados con más de 300 muertos por 76 de los patriotas. Las tropas españolas se replegaron hacia el peñón de Tópaga en donde se hicieron fuertes; pero por ser esta una posición inexpugnable, El Libertador que había dispuesto atacarlos allí, desistió de la acción para continuar su marcha hacia los corrales de Bonza, a donde llegó el 19 de julio de 1819, estableciendo en la vieja casona del antiguo Mayorazgo de san Lorenzo, su puesto de mando.

1.3.7. Desarrollo de las acciones de la Batalla del Pantano de Vargas

A partir del 20 de julio de 1819 y encontrándose muy próximos ambos ejércitos, el Libertador en Bonza y el español en Paipa, separados únicamente por el río Surba, se dio comienzo a diversos patrullajes de exploración con el fin de precisar las intenciones y las maniobras de cada contendiente. El 24 de julio, El Libertador dispuso que un pelotón se desplazara como cabeza de vanguardia, el cual tomó contacto con el Batallón segundo de Numancia que se desplazaba como vanguardia de las tropas realistas, habiendo sido derrotado en el alto conocido como la Cruz de Murcia. A partir de este momento, el Ejército realista se adelanta y ocupa las posiciones dominantes del terreno en el Pantano de Vargas; es decir, la infantería bajo el mando del Coronel JIMÉNEZ se ubica en el Cerro del Picacho y el Cerro del Cangrejo (Lugar donde se encuentra actualmente el monumento); la caballería queda bajo el mando directo del Coronel BARREIRO en la Casa de teja o Casa de Vargas o Casa Grande, en donde instala su puesto de mando.

Al amanecer del día 25 de julio de 1819, las tropas patriotas salen de los cuarteles de Bonza e inician el cruce del río Chicamocha por el puente de la Balsa y algunos vados cercanos a dicho puente, habiendo terminado el paso a las 8 de la mañana aproximadamente. A partir de este momento, continúan su marcha por el camino del Salitre que conducía de Duitama a Paipa pasando por el Pantano de Vargas. Enterado El Libertador por diversas fuentes de información que el Coronel BARREIRO con sus tropas ya había ocupado los puntos críticos del terreno en el Pantano de Vargas, no queriendo caer en la trampa o emboscada del dispositivo español, se desvía hacia la izquierda del camino para ocupar una pequeña altura en donde instala su observatorio y puesto de mando; desde allí El Libertador estudia el dispositivo tomado por el Ejército español y dispone que las unidades en la medida en que van llegando se ubiquen en la parte posterior del Cerro (Después de la Batalla esta altura que ocupa El Libertador, se llamará el Cerro Bolívar).

El Ejército Libertador cuenta para esta Batalla con 2400 hombres aproximadamente, presentando una necesidad apremiante de ganado caballar para poder montar las unidades de caballería. Afortunadamente, la familia de apellido Niño, hacendados cercanos al Pantano de Vargas, enviaron muy temprano del día 25 un lote de 200 caballos, la mayor parte de ellos sin amansar, como uno de los muchísimos aportes que la población concedía con mucho agrado al Ejército Libertador.

1.3.7.1. Fases de la Batalla del Pantano de Vargas

1.3.7.1.1. Primera fase (de infantería)

El Libertador ordena que de las unidades que se encuentran detrás del Cerro Bolívar, sean empleados inicialmente los Batallones “Rifles”, “Barcelona” y “Cazadores”, los cuales se deben mover hasta la base del Cerro del Picacho (Después de la Batalla, Cerro de la Guerra) con el fin de iniciar la ofensiva contra la infantería realista que se encontraba en la parte más alta del Cerro, comandada por el Coronel JIMÉNEZ (segundo en el mando de BARREIRO). Estas unidades de infantería con el mando de SANTANDER y ANZOÁTEGUI inician su ascenso desplegando gran valor y entusiasmo hasta chocar con las tropas españolas del Batallón Primero del Rey comandado por el Teniente Coronel LÓPEZ. Los patriotas hacen retroceder a las tropas españolas, pero éstas reforzadas por el Coronel JIMÉNEZ, aprovechando que combaten cerro abajo y están más descansadas, hacen retroceder a las tropas patriotas hasta la base del Cerro del Picacho en donde se había iniciado la ofensiva.

1.3.7.1.2. Segunda fase (de infantería)

Ante la situación ocurrida en la primera fase, El Libertador dispone reforzar las unidades que se encontraban en primera línea de combate enviando al Batallón primero de línea. Con este refuerzo y encontrándose ya un poco recuperadas, las tropas patriotas inician la segunda ofensiva, haciendo retroceder cerro arriba por segunda vez a las tropas realistas; pero éstas van a ser reforzadas nuevamente con el Batallón Segundo de Numancia al mando del Teniente Coronel JUAN TOLRÁ, por lo cual, una vez más los patriotas, con la presión que reciben de las tropas españolas y su ventaja de combatir cerro abajo, se ven obligados de nuevo a retroceder hasta la base del cerro.

1.3.7.1.3. Tercera fase (de infantería)

BOLÍVAR ya se encontraba muy preocupado y decide emplear para esta fase todo lo que le queda como reserva de infantería, es decir, la Legión Británica y el Batallón “Bravos de Páez”. Con este refuerzo y la orden perentoria del Libertador de no volver a retroceder y ocupar definitivamente la parte más alta del Cerro del Picacho desalojando de allí la infantería realista, las tropas patriotas con una mayor capacidad de combate dan comienzo a su tercera ofensiva, haciendo retroceder a la infantería realista por tercera vez hacia la cresta del Cerro; pero las tropas españolas que todavía contaban con unidades de reserva, deciden emplearlas reforzando la línea de combate con una compañía del Batallón Tercero de Numancia y dos compañías de Dragones. Tanto las tropas del Rey como las tropas patriotas van a desplegar el máximo coraje y el máximo valor, ninguna de las dos acepta retroceder en medio del combate cuerpo a cuerpo, en donde ambos contrincantes van a sufrir el mayor número de bajas. Las tropas patriotas se afianzan en la pendiente del cerro deteniendo en forma definitiva el avance de la infantería realista en donde el combate parece permanecer estático.

1.3.7.1.4. Cuarta fase (de caballería)

El Coronel BARREIRO, quien se encontraba observando la Batalla desde su puesto de mando en la Casa de Teja, decide que ha llegado el momento oportuno para emplear los 600 bizarros húsares de Fernando VII, disponiendo que en columna de a dos se muevan por el camino del Salitre para atacar a los patriotas por la retaguardia y asegurar de esta manera el éxito en la Batalla. Estaba tan seguro del triunfo que exclamó: “Viva España, ni Dios me quita la victoria”.

BOLÍVAR, quien se encontraba observando el desarrollo de la situación con sus anteojos de campaña, exclamó: “Se nos vino la caballería y se perdió la Batalla”. El Comandante JUAN JOSÉ RONDÓN (Teniente Coronel) quien se encontraba con los demás miembros del Estado Mayor en la parte de atrás del Libertador, le contestó con las siguientes palabras: “Pero mi General, cómo se va a perder la Batalla si mis jinetes y yo todavía no hemos combatido”. BOLÍVAR sorprendido da media vuelta y le dice a RONDÓN: “Coronel, haga Usted lo que pueda, salve Usted la Patria”.

A continuación el sambo RONDÓN baja corriendo por la contrapendiente del Cerro gritando: “Los que sean valientes que me sigan, porque en este momento triunfamos”. Detrás de él también bajaron corriendo raudos y temerarios algunos Oficiales y Suboficiales veteranos de varias hazañas en los llanos de Venezuela, quienes dotados solamente de un ronzal y tomando el primer caballo que encontraron, montaron a puro pelo, como los heroicos centauros del llano y guiando su caballo solamente con bozal siguieron a su Comandante, bajando pignerolos y cruzando cercas, los quince legendarios lanceros cuyos nombres la Patria agradecida registra así:

 Coronel Juan José Rondón.

 Capitán Julián Mellao.

 Capitán Valentín García.

 Capitán Miguel Lara.

 Capitán Domingo Mirabal.

 Capitán Celedonio Sánchez.

 Teniente José de la Cruz Paredes.

 Teniente Rozo Sánchez.

 Teniente Pablo Matute.

 Teniente Pedro Lancheros.

 Subteniente Bonifacio Gutiérrez.

 Subteniente Saturnino Gutiérrez.

 Subteniente Miguel Segovia.

 Subteniente Pablo Segovia.

 Sargento Segundo Inocencio Chincá.

La carga temeraria de estos quince bravos jinetes va a chocar contra la muy ordenada formación de la caballería realista, desbaratándola y deteniendo su avance sobre la retaguardia de la infantería patriota. Cada uno de los legendarios jinetes se dispersa provocando que le sigan muchos otros de la caballería realista a quienes aplicando movimientos de engaño los van eliminando uno por uno. Dentro de esta situación en la parte norte del cerro del Cangrejo, se presenta un combate singular de elevadas dimensiones por la capacidad y el arrojo de sus combatientes, entre el Sargento Segundo INOCENCIO CHINCÁ del Ejército Patriota y el Capitán RAMÓN BEDOYA del Ejército español; ambos son diestros y valientes lanceros; el Capitán BEDOYA logró con su lanza hacer dos heridas muy graves a CHINCÁ, pero éste, sobreponiéndose a la fatiga y al dolor, y con su corazón henchido de valor disparó su lanza a una distancia aproximada de 30 mts haciendo blanco en el pecho del Capitán BEDOYA, cuyo cuerpo es atravesado de lado a lado cayendo muerto en forma instantánea. CHINCÁ gravemente herido, es trasladado después de la Batalla a la población de Tibasosa, pero infortunadamente muere tres días más tarde. En el camino, CHINCÁ en medio de la fiebre deliraba: “BEDOYA me pringó, pero también se fue”.

La infantería patriota que combatía valientemente con desventaja táctica en la pendiente del Cerro del Picacho y siendo testigo del combate valeroso entre CHINCÁ y BEDOYA, con sus fuerzas renovadas e incrementada su voluntad de lucha, ataca con bravura cerro arriba hasta ocupar la parte más alta e izar la bandera de la Patria, arrojando a la infantería realista como era la orden del Libertador. El combate ha sido duro para ambas partes, está lloviendo y empieza el anochecer. Los realistas abandonan el campo de batalla y regresan nuevamente por el camino del Salitre hacia sus antiguas posiciones de Paipa. El Libertador consternado y dando gracias al Altísimo por la victoria lograda en el Pantano de Vargas, pernocta con sus tropas esa noche en el campo de batalla, dándole valor a los heridos y sufriendo con ellos las dificultades. Al día siguiente muy temprano, regresa con sus tropas hasta los cuarteles de Bonza, en donde se les da cristiana sepultura a los héroes caídos y son atendidos en hospitales de campaña improvisados los heridos en combate.

El Libertador victorioso, el mismo día 26, decreta que todos los varones entre los 17 y los 45 años debían presentarse en el puesto de mando para enrolarse en el Ejército Patriota. Realmente sobraron voluntarios, de diversas regiones de los valles de Duitama y Sogamoso se presentaron 800 reclutas con sus cabalgaduras, machetes y otros equipos que pudieran ser necesarios para la campaña. En estos momentos de fortuna, existen verdaderos ejemplos de entrega generosa, como es el caso del anciano que le presenta a BOLÍVAR uno de sus hijos, diciéndole: “Libertador, aquí le traigo al último de mis hijos, para que lo siga a Usted en el camino de la gloria. El es el único sostén de mi vejez, porque todos los demás ya han muerto por la Patria”.

1.3.7.1.5. Resultados de la Batalla del Pantano de Vargas

a. Durante la Batalla del Pantano de Vargas, ambos ejércitos combatieron con mucho arrojo, habiendo sufrido un número similar de bajas (500 aproximadamente por cada uno de los contendientes); pero la moral de combate, tanto de los cuadros de mando como de las tropas del Ejército español, fue seriamente quebrantada, porque ellos consideraron que sería una victoria fácil contra las tropas supuestamente desordenadas y carentes de todo recurso que constituían el Ejército Libertador.

b. El Ejército Libertador contaba con el apoyo casi total de la población civil, por tal razón, pudo reemplazar fácilmente las bajas sufridas en la Batalla con la incorporación de nuevos contingentes de voluntarios que en forma entusiasta querían hacer parte de las tropas patriotas.

c. En ocho días BOLÍVAR pudo reorganizar sus tropas con excelente voluntad de lucha y con todos los apoyos que eran necesarios para continuar la campaña, especialmente en ganado equino que fue muy útil para remontar los escuadrones.

1.3.8. Del Pantano de Vargas a Boyacá

Además de los 800 voluntarios que se incorporan al Ejército Libertador, la caballería recibió como ayuda de la región aproximadamente 700 caballos, con lo cual los Patriotas robustecen sus efectivos y todos sus apoyos. BOLÍVAR había planeado hacer un movimiento envolvente nocturno para desarrollarlo a partir del día 4 de agosto de 1819, con el cual se buscaba dejar atrás al Ejército Realista en las posiciones defensivas de Loma Bonita detrás de Paipa. En cumplimiento de este propósito el Ejército Libertador se mueve hacia Tunja siguiendo el camino de La Villana, pasando por Toca y Chivatá habiendo capturado a Tunja el día 5 de Agosto a las once de la mañana, de donde el Gobernador Loño huyó, facilitando la ocupación por parte de los carabineros del Capitán MELLAO. Detrás de Tunja en el Cerro de San Lázaro, BOLÍVAR establece un observatorio, desde donde se podían controlar los movimientos realistas por el camino de Motavita.

Muy temprano del día 7 de agosto, se detectó al Ejército Realista que se movía a marchas forzadas en dirección a Samacá; El Libertador ordenó al General SANTANDER que marchara con su tropa por el camino que de Tunja conduce al Puente de Boyacá con la misión de detener el avance de los Realistas. Aproximadamente a las 2:00 de la tarde del día 7, el escuadrón de vanguardia comandado por el Capitán IBARRA, chocó con la Segunda compañía del Batallón Segundo de Numancia, la cual se encontraba en descanso cerca del Puente.

1.3.9. Desarrollo de las acciones. Batalla de Boyacá

Con el ataque del Capitán IBARRA contra la cabeza de vanguardia del Ejército Realista, se presionó para que esta unidad española se dispusiera a cruzar el Río Teatinos. En esta situación los restos del Batallón Segundo de Numancia comandado por el Teniente Coronel TOLRÁ acudieron en apoyo de su vanguardia. De la misma manera, el Batallón “Cazadores” que seguía al escuadrón del Capitán IBARRA presionó al Batallón realista obligándolo a retroceder. A las 2:30 de la tarde, la vanguardia realista ya había cruzado el Río Teatinos y la vanguardia Patriota continúo su ataque habiendo logrado aislar la vanguardia española del grueso de las tropas. Las unidades realistas que se encontraban en un pequeño descanso para el almuerzo, trataron de reaccionar hacia delante para lograr el cruce del Río Teatinos en el menor tiempo; pero en la medida en que fueron llegando las unidades patriotas, fueron sobrepasando las alturas de la loma de Bolívar para caer sobre las unidades realistas que estaban sobre el camino que de Samacá conducía al Puente de Boyacá. A las tres de la tarde el combate se generalizó empleando en su orden, por parte del Ejército Libertador y después del Batallón “Cazadores” que era la unidad de vanguardia, al Batallón “Rifles” contra los Dragones y el Batallón Primero del Rey; al Batallón “Bravos de Páez” contra el Batallón segundo del Rey; y al Batallón “Barcelona” y la Legión Británica contra el Batallón Tercero de Numancia. BARREIRO se vio obligado a retroceder hasta la parte alta del Río Teatinos, buscando algunos vados por donde fuera posible cruzar el Río y continuar su marcha hacia Santafé. Cuando el Ejército realista ya demostraba signos evidentes de desorganización, RONDÓN por disposición del Libertador, lanzó dos nuevas cargas de Caballería obteniendo la desintegración total del Ejército español. Mientras esto sucedía, con el grueso de las tropas, los escuadrones de caballería y el Batallón “Cazadores” del Ejército Libertador, buscaron también algunos vados aguas abajo del Río Teatinos con el fin de cruzarlo y continuar el ataque contra la vanguardia del Ejército realista al otro lado del río, en la loma donde hoy se encuentra el monumento. Las columnas de Tunja y del Socorro, como fueron organizados los soldados recientemente incorporados del Ejército Libertador, apoyaron con mucho valor y entusiasmo los ataques de las unidades antiguas. Tanto la vanguardia como el resto de las tropas realistas fueron derrotadas sin mucha resistencia, teniendo en cuenta que la moral de combate del Ejército español había quedado resquebrajada después de la Batalla del Pantano de Vargas. El Comandante de la III División del Ejército español, Coronel JOSÉ MARÍA BARREIRO, fue capturado con las unidades de vanguardia en unos matorrales detrás del cerro, donde hoy se encuentra el monumento, cuando intentaba esconderse, siendo sorprendido por el soldado, casi un niño, PEDRO PASCASIO MARTÍNEZ del Batallón Primero de Rifles. El Coronel Barreiro intentó sobornarlo en tres ocasiones sucesivas, pero el alto sentido de honestidad, de rectitud y de responsabilidad de Pedro Pascasio no le permitieron acceder a semejantes propuestas, y empujándolo con su fusil que tenía la bayoneta calada, lo llevó prisionero hasta donde se encontraba El Libertador.

1.3.9.1. Resultados de la Batalla de Boyacá

Si en la Batalla de Boyacá no hubo un alto número de bajas, en atención a las razones anotadas anteriormente, si tuvo unas consecuencias políticas, económicas, sociales y militares de enorme trascendencia para la Libertad de América. Veamos los resultados con el mismo parte que rinde El Libertador: “Todo el Ejército enemigo quedó en nuestro poder; fue prisionero el Coronel Barreiro Comandante General del Ejército en nueva Granada a quien tomó en el campo el soldado del Primero de Rifles, Pedro Pascasio Martínez, fue prisionero su segundo el Coronel Jiménez, casi todos los Comandantes y Mayores de los cuerpos, multitud de subalternos y más de 1600 soldados; todo su armamento, municiones, artillería, caballería, etc, apenas se han salvado 50 hombres, entre ellos algunos jefes y Oficiales de caballería que huyeron antes de decidirse la acción. Nuestra pérdida ha consistido en 13 muertos y 53 heridos”.

1.4. RESULTADOS GENERALES Y CONSECUENCIAS MILITARES DE LA CAMPAÑA

1.4.1. Consecuencias políticas

 Cambio en la Nueva Granada, de un Gobierno monárquico a un Gobierno republicano.

 Huida del Virrey Sámano hacia la Costa Atlántica.

 Huida del Coronel Calzada hacia Quito.

 Quedaron libres en forma sucesiva las Provincias de Tunja, Socorro, Pamplona, Neiva, Mariquita, Antioquia y Chocó.

 Organización interna de la nueva República tanto en la parte política como administrativa, de conformidad con la Constitución de Diciembre de 1819.

1.4.2. Consecuencias económicas

 Se estableció el Tribunal Mayor de cuentas y se creó la Superintendencia General de Hacienda.

 Fueron confiscadas todas las propiedades de la Corona española.

 Se constituyó un gran acopio de recursos para apoyar las nuevas campañas que se deben emprender, como son:

Campaña de Venezuela 1821

Campaña del Sur 1822

Campaña del Perú y del Alto Perú 1824

1.4.3. Consecuencias sociales

 Abolición de la esclavitud en todo el territorio liberado, disposición que fue ratificada en los Congresos de Angostura y de Cúcuta (1819 y 1821 respectivamente).

 Acercamiento y apoyo de las diversas clases sociales, cuando los ideales de Libertad tomaron asiento en la conciencia de la población.

1.4.4. Consecuencias militares

 Enorme crecimiento de los efectivos del Ejército Patriota.

 Formación de una gran “base de operaciones” para atender los considerables gastos ocasionados por la ayuda prestada a la Libertad de Venezuela, Libertad del Ecuador, Libertad del Perú y Creación de Bolivia.

 Las Fuerzas Patriotas pudieron ser bien dotadas de armamentos y municiones así como incrementadas sus remuneraciones.

 Elevada moral de combate de las Tropas Patriotas hasta alcanzar el objetivo final, consistente en liberar a todas las Colonias hispanas de América.

1.5. TALLER DE APLICACIÓN

Sintetizar las cuatro partes básicas del marco teórico de la lección de historia militar (antecedentes, arte militar, desarrollo de las acciones y resultados generales y consecuencias militares).

Nivel de aplicación de las Ciencias Militares Básicas (Táctica, estrategia y logística), a la luz de los principios de la Guerra.

Detectar los aciertos y errores más sobresalientes en la conducción de las tropas durante el desarrollo de las acciones de ambos contendientes.

Determinar las conclusiones sobre el porqué se ganó o se perdió la acción de armas en estudio.

Deducir las enseñanzas que puedan ser aplicables a la solución de nuestro conflicto.

Los alumnos deben elaborar el trabajo analítico de la Batalla del Pantano de Vargas de acuerdo con el formato guía y se deben preparar para la sustentación correspondiente.

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