Comentario texto "Trajano, datos biográficos"
kirillakotaResumen26 de Noviembre de 2020
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Historia de Roma. Grado en Historia Universidad de Granada
Comentario de Texto:
González Fernández, J., “Trajano: datos biográficos”, en J. González Fernández (coord.), Trajano, Óptimo Príncipe. De Itálica a la corte de los Césares, Sevilla, Fundación El Monte, 2004, pp. 7-34
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A pesar del texto, este trabajo se centra mayoritariamente en describir la profunda romanización de la provincia romana de la Bética en los tiempos inmediatamente anteriores a la elección de Trajano como emperador de Roma. De este modo, en el texto se refleja la extensión de la ciudadanía romana y latina por los numerosos municipios y colonias de la provincia, la adopción de las instituciones cívicas y religiosas de Italia y la formación de una élite provincial formada tanto por indígenas romanizados como por ciudadanos latinos desplazados y sus descendientes. En este sentido se resalta como la aristocracia provincial copa tanto las magistraturas como los centros de poder económico de la provincia, lo que le sirve para proyectarse más allá de la provincia y ocupar cargos de relevancia, tanto políticos (senado, magistraturas) como militares, en Roma, cuyo punto culminante seria la elección de un emperador originario de esta provincia, el primero proveniente del ámbito provincial.
Esta descripción de la provincia bética no hace sino corroborar la existencia de un paulatino proceso de “provincialización” del imperio, cuyo origen puede situarse a finales del siglo I con los flavios. Este imparable proceso significará la creciente pérdida de influencia política y económica de Italia en favor de las provincias más romanizadas y ricas. Primero serán las occidentales y con posterioridad el centro de gravedad se desplazará a Oriente. Como muestra, indicar que cuatro de los emperadores antoninos eran provinciales u oriundos de las provincias: Trajano, Adriano, Antonino Pio y Marco Aurelio.
En cuanto a la parte del artículo dedicada a la biografía de Trajano, se centra casi exclusivamente en el aspecto militar de su vida. Se detallan de forma exhaustiva sus campañas militares, pero apenas si se hace mención de otros hitos de su vida relacionados con los aspectos civiles, sociales o políticos de su reinado. De hecho, leyendo esta biografía tan sesgada de Trajano podría pensarse que el emperador pasó toda su vida en campañas militares y que apenas si recaló en la ciudad de Roma ya que nada se dice de su actividad en la capital del imperio.
RESUMEN
1. LA ELECCIÓN
En el año 96 d.C. el senado elige al anciano senador Nerva para suceder al asesinado emperador Domiciano. Nerva, se encontró en una posición complicada, en medio de dos grupos de senadores radicalmente enfrentados por su papel durante el reinado de Domiciano: los que habían formado la camarilla de amigos y colaboradores de Domiciano, temerosos del merecido castigo de sus criminales comportamientos, las familias senatoriales que habían sufrido en alguno de sus miembros las ejecuciones decretadas por el tirano, que reclamaban venganza. Nerva, en lugar de tomar partido, decidió contentar a ambos bandos permitiendo el regreso de los desterrados y a la vez confirmando las disposiciones de Domiciano.
Consciente del peligro de que algún gobernador provincial intentara ocupar el trono apoyado por sus legiones, con el consiguiente peligro de provocar una guerra civil, Nerva decide adoptar y nombrar heredero al trono a Marco Ulpio Trajano, gobernador de Germania Superior con cuatro legiones a su mando, prestigioso militar y perteneciente a una de las familias senatoriales más vinculadas a la anterior dinastía reinante, aunque en absoluto involucrada en los crímenes de Domiciano.
El 27 de enero del 98 d.C., tras la muerte de Nerva, Trajano es confirmado como emperador de Roma mientras aún permanecía en Germania. La aceptación por parte del senado de un provincial como emperador denota la capacidad de influencia política y socio-económica de los naturales de la Bética y el prestigio personal del elegido.
2. LA BÉTICA: CARACTERÍSTICAS SOCIALES, ECONÓMICAS Y POLÍTICAS DE UNA PROVINCIA ROMANIZADA.
La Bética nace, junto con la Lusitania, de la división realizada por Augusto, de la antigua Hispania Ulterior, en dos nuevas provincias.
Límites de la Bética: Al norte y al oeste por la Oretania y el rio Guadiana (Anas), y al este por una línea desde El Ejido hasta el Guadiana, dejando Guadix (Acci) y Linares (Castulo) en la Tarraconense y Granada y Martos en la Bética. Augusto la dividió en cuatro conventos jurídicos, cuyas capitales se encontraban en Corduba, Astigi, Hispalis y Gades.
2.1 La romanización de la Bética. Protagonistas
Cuando la Bética se convierte en provincia era una zona prospera, pacificada y con un elevado grado de Romanización. Augusto la incluyó en las provincias senatoriales.
Este profundo y extenso grado de Romanización exigió la formación de una minoría dirigente y un extenso desarrollo urbano.
La formación de una minoría dirigente. Se produce en un triple proceso: Romanización de la aristocracia prerromana, su sustitución por una minoría dirigente romana, y, lo más importante, una mezcla gradual, a lo largo de varias generaciones, de la clase dirigente indígena con los inmigrantes itálicos (los Hispanienses, en oposición a los Hispanos).
Aportación de los inmigrantes itálicos o romanos a la romanización de la Bética.
En primer lugar, hay que destacar el papel fundamental de los soldados romanos o tropas itálicas que se asentaron en colonias militares creadas a raíz de las guerras de conquista que se prolongaron desde finales del siglo III hasta finales del siglo I a.C.
Las guerras civiles provocaron el desplazamiento de gran número de personas que pudieron acabar en la rica provincia Bética: exilados políticos, soldados de los ejércitos derrotados y agricultores itálicos desposeídos de sus tierras en beneficio de los nuevos colonos.
Otros itálicos llegaron a Hispania empujados exclusivamente por afán de lucro: redemptores, contratistas encargados por Roma del abastecimiento a los ejércitos romanos en Hispania, banqueros, comerciantes, especuladores, inversores, y publicani, contratados para recaudar los impuestos provinciales. Todos ellos procedentes en su mayor parte del ordo equestris.
Estos ciudadanos romanos, organizados en influyentes conventos de ciudadanos Romanos en las grandes ciudades de la provincia, junto a la presencia de tropas en guarniciones locales y campamentos de invierno facilitaron la asimilación y aumentaron los contactos personales entre itálicos e indígenas.
Además, a diferencia de los habitantes de las regiones del interior, los pueblos que habitaban la Bética prerromana tenían una elevada cultura y una floreciente tradición urbana, lo que contribuyó a la aparente facilidad con la que aristocracia indígena e Hispanienses desarrollaron una elite provincial homogénea.
2.2 La administración provincial de la Bética. Clases sociales.
El aspecto clave de Romanización fue la difusión del modo de vida urbano en lugares donde no lo habían conocido antes de la conquista romana o lo habían hecho de una forma incompleta.
La ciudad se convierte así en la base de la vida social y económica en todo el Imperio. La organización política de Roma se apoyaba en las comunidades urbanas, especialmente colonias y municipios, considerados como entes administrativos autónomos.
En el momento de su creación, la provincia senatorial de la Bética había alcanzado ya un elevado grado de urbanización: contaba con 175 ciudades, de ellas 9 colonias, 11 municipios Romanos y 27 ciudades dotadas del derecho Latino antiguo (oppida Latio antiquitus donata) (en total 46 privilegiadas).
En el peldaño más bajo de la escala política provincial, que facilitaba el acceso a puestos de mayor prestigio, lo constituyen las magistraturas locales: dunviros, ediles y cuestores. Al colegio integrado por los dos dunviros y los dos ediles se le denomina IIIIvir.
Estos magistrados locales tenían que pertenecer necesariamente a las capas dirigentes de la sociedad, pues se exigía su participación económica en la organización de los juegos públicos.
Los más destacados ciudadanos, que también serían los más ricos, forman el senado o curia local, llamado normalmente ordo decurionum. Sus miembros son designados, como grupo, mediante la fórmula decreto decurionum.
Todo el entramado político-administrativo del municipio fue rápidamente aceptado como sistema de gobierno en la Bética.
Después de haber ejercido una magistratura civil, un personaje con ambiciones políticas debería desempeñar un sacerdocio. La secuencia aedilis-IIvir-pontifex es normal en las carreras locales. Tan sólo en la Bética conocemos a más de 40 pontífices. Otro sacerdocio abierto a hombres y mujeres era el de sacerdos, que está mucho más extendido que el de los pontífices. Finalmente, destaca la presencia de los flamines y a las flaminicae.
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