Como Alimentar Al Mundo En El 2050
juankmilocortes12 de Mayo de 2015
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”Como Alimentar al mundo en el 2050”
Juan Camilo Cortes Acevedo
(682369)
Instructor
Jhohn Jairo Ruiz
ARMENIA QUINDIO
07/04/2015
”Como Alimentar al mundo en el 2050”
Introducción
El incremento en el precio de los alimentos y el aumento de la poblacion, ha agudizado la sensibilización de los responsables de las políticas y del público general acerca de la fragilidad del sistema alimentario mundial. Esta sensibilización debe traducirse en una voluntad política y unas medidas eficaces que hagan que el sistema esté mejor preparado para responder al crecimiento de la demanda a largo plazo y que sea más resistente ante los diversos factores de riesgo a que se enfrenta la agricultura mundial; además, el sistema deberá garantizar que la creciente población mundial sea capaz de producir y acceder a una cantidad de alimentos suficiente tanto hoy como en el futuro.
La FAO convocó una reunión de expertos en Roma en junio de 2009. El presente documento toma en consideración los principales resultados de dicha reunión y tiene como fin servir como antecedente fundamental para el Foro de Expertos de Alto Nivel sobre cómo alimentar al mundo en 2050, que se celebrará en Roma en la Sede de la FAO el 12-13 de octubre de 2009.
En la reunión de expertos celebrada en junio los participantes estuvieron de acuerdo en que debería ser posible producir una cantidad de alimentos suficiente en 2050 como para satisfacer las necesidades de una población mundial que habrá superado los 9 000 millones de personas, pero admitieron que tal posibilidad suponía el cumplimiento de ciertas condiciones y la toma de decisiones normativas.
Tambien el cambio climático y el incremento de la producción de biocombustibles constituyen graves riesgos para la seguridad alimentaria a largo plazo. A pesar de que los países del hemisferio sur no son los principales causantes del cambio climático, podrían sufrir la mayor proporción de las repercusiones en forma del descenso del rendimiento y del incremento de la frecuencia de los episodios meteorológicos extremos.
Se necesitarán esfuerzos adicionales de las políticas públicas, ya se trate de empleo productivo adicional tanto dentro como fuera de la agricultura, reformas estructurales que creen una distribución de los ingresos más igualitaria o unas medidas protectoras sociales específicas.
Objetivos
- Políticas que apoyen a los agricultores de los países en desarrollo y los animen, tanto a ellos como a otros participantes en la agricultura del sector privado, a aumentar sus inversiones.
-Es necesario realizar grandes reformas e inversiones en todas las regiones para afrontar la escasez y la degradación, cada vez mayores, de las tierras, el agua y la biodiversidad, así como la presión adicional resultante del aumento de los ingresos, el cambio climático y la demanda energética
- Apoyar a los agricultores de los países en desarrollo y facilitarles el acceso al mercado para que puedan competir de manera más equitativa.
- Frenar la sobreexplotación, la degradación y la contaminación, promover el incremento de la eficiencia y ampliar las capacidades en general según corresponda.
- Reconsiderar políticas que promueven el uso de los biocombustibles derivados de los alimentos con el fin de reducir la competición entre los alimentos y los combustibles por los escasos recursos existentes.
-La producción de alimentos debe llevarse a cabo de manera que se reduzca la pobreza y se tengan en cuenta las limitaciones relativas a los recursos naturales
- Los países también deben considerar medidas conjuntas como la acción coordinada para abordar las posibles crisis alimentarias, la reforma de las normas comerciales y la financiación conjunta para ayudar a la población afectada por un nuevo repunte de los precios o por catástrofes localizadas.
- La lucha contra el hambre requiere unas medidas específicas y prudentes en forma de unos servicios sociales extensivos que incluyan la asistencia alimentaria, la salud y el saneamiento y la educación y la capacitación, prestando especial atención a la población más vulnerable
-Avanzar hacia un sistema comercial mundial que contribuya a conseguir un mercado fiable de alimentos, piensos y fibra.
Información e investigación del tema
El mensaje clave de este análisis es que será posible alcanzar la seguridad alimentaria de la población de 9 100 millones de personas prevista para entonces siempre y cuando se cumplan algunas condiciones específicas mediante las políticas adecuadas.
Los principales factores socioeconómicos que motivan el incremento de la demanda alimentaria son el crecimiento de la población, el aumento de la urbanización y la subida de los ingresos, se prevé que la población mundial aumente un 34 % desde los 6 800 millones actuales hasta los 9 100 millones en 2050, el incremento absoluto será de 2 300 millones de seres humanos más.
Aunque la proporción de la población urbana está aumentando, las zonas rurales seguirán siendo el hogar de la mayor parte de la población pobre y hambrienta durante cierto tiempo. En la actualidad 1 000 millones de personas no pueden satisfacer sus necesidades básicas en lo que respecta a la energía alimentaria. Al vivir en focos de hambre y en zonas a menudo ecológicamente frágiles, muchas de estas personas tienen que hacer frente a una alta presión de la población y al deterioro de los ecosistemas.
A pesar de la urbanización, las poblaciones rurales aumentarán más rápidamente que el empleo en la agricultura primaria, algo típico de los países en transformación, por lo que los gobiernos deberán facilitar la transición gradual al empleo ajeno a la agricultura.
El aumento de los ingresos, son objeto de una mayor incertidumbre. En los años previos a la reciente crisis de 2008/09, el crecimiento económico había sido particularmente alto en numerosas regiones en desarrollo, especialmente en Asia pero también en muchos países del África subsahariana. La crisis financiera interrumpió este crecimiento como resultado de un complejo conjunto de factores que deben ser abordados sistemáticamente para reducir las posibilidades de que reaparezca.
Hoy en día los analistas creen que los efectos a largo plazo de las crisis financiera y económica sobre el crecimiento económico serán relativamente pequeños. la diferencia relativa de ingresos (índice de PIB per cápita) entre los dos grupos de países ( países de ingresos altos, países en desarrollo ) se reducirá, aunque las diferencias absolutas seguirán siendo pronunciadas e incluso aumentarán, dada la gran diferencia existente en la actualidad entre los ingresos per cápita absolutos. Además, las desigualdades que existen entre los países y las regiones del mundo en desarrollo de hoy en día tenderán a ser más pronunciadas.
El futuro incremento de la demanda de alimentos será el efecto combinado de la ralentización del crecimiento de la población, el fuerte aumento continuado de los ingresos y la urbanización en numerosos países en desarrollo y los cambios asociados de los hábitos dietéticos, especialmente en los países más poblados, así como la saturación alimentaria gradual en muchos países en desarrollo, como ya ocurre en los países desarrollados.
La demanda total de productos agrícolas podría superar la demanda de alimentos y piensos de manera más o menos significativa, en función de la expansión de la demanda de biocombustibles y de la tecnología empleada para la conversión de biomasa agrícola en biocombustibles. Por ello, el desarrollo del mercado de la bioenergía también determinará hasta qué punto será posible satisfacer la creciente demanda con los recursos disponibles y a un precio asequible.
A medida en que el futuro aumento de los ingresos y de la demanda de alimentos sea suficiente para alcanzar la seguridad alimentaria también estará determinada por la posibilidad de reducción de la pobreza. En este contexto, resulta alentador notar que el descenso continuado de la pobreza mundial se ha intensificado en los últimos decenios. Sin embargo, el progreso no ha sido uniforme y parece ser que fue interrumpido por la crisis actual.
Las poblaciones rurales de tales países pueden desempeñar un papel crucial a la hora de garantizar la prestación mejorada y sostenible de servicios ecosistémicos y, por lo tanto, mejorar el incremento sostenible de la productividad y los ingresos en el ámbito local y generar bienes públicos en los ámbitos nacional e internacional
El mundo cuenta con unas reservas considerables de tierras que podrían, en teoría, convertirse en tierras cultivables. No obstante, la medida en que ello se puede llevar a cabo es bastante limitada. En primer lugar, algunas de las tierras no cultivadas en la actualidad desempeñan importantes funciones ecológicas que se perderían.
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