¿Cuáles fueron los tres grandes pilares sobre los que se apoyaron los movimientos nacionalistas del siglo XIX?

Actividades:

1. ¿Cuáles fueron los tres grandes pilares sobre los que se apoyaron los movimientos nacionalistas del siglo XIX?

2. ¿Qué potencias participaron del Congreso de Viena, y cuáles fueron los resultados?

3. Diferenciar nacionalismo conservador y nacionalismo progresista.

4. Definir el concepto de "Cuestión de Oriente". ¿Por qué "la independencia de Grecia marcó el inicio de largas décadas de inestabilidad en toda la Península Balcánica."?

5. ¿Por qué el Imperio Austríaco era un estado multinacional y modelo del antiguo régimen?

6. Enumerar las reivindicaciones del movimiento revolucionario de 1848 y elaborar una cronología de los acontecimientos en cuanto a lugar y fecha.

7. ¿Qué consecuencias tuvo la primavera de los pueblos?

8. A partir de la lectura de la “Unificación Italiana”, responder las actividades del doc. 14.

9. A partir de la lectura de la “Unificación Alemana”, responder las actividades del doc. 17

Desarrollo:

1. Los movimientos nacionalistas del siglo XIX se apoyaron en tres grandes pilares:

a) Los ideales de la Revolución Francesa:

La revolución opuso la idea de nación al concepto patrimonial que del territorio tenía la monarquía del Antiguo Régimen. Los súbditos del rey se convirtieron en ciudadanos con derechos y en ellos residía la soberanía nacional, es decir, la legitimidad del poder. Vinculado a esta concepción, surgió el derecho de los pueblos a disponer de sí mismos. El pueblo se convertía en soberano no sólo para elegir a sus gobernantes sino también para constituir un Estado si así lo deseaban.

b) El descubrimiento del pasado:

Grupos de intelectuales se esforzaron en retornar a las fuentes culturales particulares y buscaron la legitimación de sus orígenes nacionales en un pasado histórico que era necesario conocer y difundir. Siguiendo esta inspiración surgieron corrientes de tipo cultural que buscaron en los valores literarios y artísticos del pasado los signos de la identidad nacional.

c) Los imperativos de la nueva realidad económica y social:

La industrialización necesitaba de un amplio mercado en el cual vender una producción en aumento. La creación de un vasto mercado nacional, sin fronteras, aduanas o peajes que dificultasen los intercambios, fue un elemento en el que la burguesía alemana o piamontesa fundamentó la necesidad de la unificación territorial. En Europa central también surgió una burguesía que veía en las imposiciones fiscales del Imperio Austríaco un freno a sus posibilidades de desarrollo económico y de expansión territorial.

2. Participantes del Congreso de Viena:

Las principales potencias estuvieron representadas por sus respectivos embajadores: Austria (Clemens von Metternich), Gran Bretaña (Robert Stewart, vizconde de Castlereagh), Rusia (Alejandro I), Prusia (Wilhelm von Humboldt) y Francia (Charles Maurice de Talleyrand).

En el congreso de Viena triunfó la voluntad de equilibrio entre los grandes, que procedieron a un reparto igualitario de los restos del Imperio Napoleónico en beneficio propio.

Como resultado, la remodelación del mapa europeo comportó una serie de cambios territoriales:

 El Imperio Ruso: reforzó su dominio sobre Europa oriental y consiguió conservar Besarabia y Finlandia. Además, obtuvo la soberanía sobre un reino autónomo de Polonia formado por el Gran Ducado de Varsovia y la Polonia oriental.

 El Imperio Austríaco: consolidó su dominio sobre Europa central y se anexionó la Galitzia polaca, Istria y Dalmacia. También obtuvo Lombardía y Véneto en el norte de Italia.

 Gran Bretaña: reforzó su hegemonía marítima a través de la anexión de colonias y de una serie de bases insulares (Malta, Islas Jónicas).

 Prusia: fue uno de los reinos más favorecidos, ya que recibió un tercio de Sajonia y de la antigua Pomerania, a la vez que recuperaba la Posnania polaca y obtenía al oeste Westfalia, Renania y el Sarre.

 Francia: mantuvo sus fronteras de 1789 pero fue rodeada por un cordón de Estados-tapón con la finalidad de frenar cualquier futuro estallido. Con este objetivo se creó el Reino de los Países Bajos, que ponía a Bélgica bajo el control de la monarquía holandesa.

3. Nacionalismo conservador:

Rechazaba los principios universales de la revolución francesa (libertad, igualdad y fraternidad), y defendía el retorno a la tradición. Tuvo en Alemania su máxima expresión, se identificaba con los principios del liberalismo moderado y veía la construcción del nuevo Estado como el resultado de un acuerdo entre diferentes monarcas o como resultado de la expansión territorial de un Estado.

Nacionalismo progresista:

Defendía que el nuevo Estado debía surgir de la voluntad popular. La maduración de la conciencia nacional debía ser el resultado de la educación, que debía preparar el camino a la insurrección popular, el medio más eficaz contra el dominio extranjero. Se identificaba con los postulados de la democracia y propugnaba, la república como forma de organización del nuevo Estado.

4. La cuestión de Oriente:

Se llama cuestión de Oriente al conjunto de problemas políticos, económicos, sociales y religiosos provocados por la decadencia del Imperio Otomano y los intereses divergentes de las grandes potencias europeas, tanto en el Mediterráneo como en el Oriente Próximo.

La independencia de Grecia marcó el inicio de largas décadas de inestabilidad en toda la Península Balcánica, ya que su triunfo estimuló a los pueblos balcánicos a luchar para conseguir la independencia. Además, la debilidad y la disgregación del Imperio Otomano no pasaron inadvertidas a las potencias occidentales, que quisieron aprovechar la ocasión en beneficio propio.

Rusia aspiraba a extender su influencia en los Balcanes y a controlar los estrechos para garantizar el libre acceso al Mediterráneo. Austria se mostraba hostil a sus pretensiones y consideraba a Bosnia como su área natural de expansión.

Francia y Gran

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