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¿Cuál ha sido la importancia política de las utopías en el siglo XIX?


Enviado por   •  13 de Diciembre de 2015  •  Resúmenes  •  2.499 Palabras (10 Páginas)  •  133 Visitas

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¿Cuál ha sido la importancia política de las utopías en el siglo XIX?

En este trabajo plantearemos las diferentes utopías que ha habido en el siglo XIX para así conocer cual ha sido el rumbo del ser humano en sus intereses platónicos, pese a centrarnos en las utopías del siglo anteriormente citado también comentaremos algunos casos posteriores y anteriores que nos parecen de especial importancia debido a que son en parte puntos de partida de muchas otras utopías, estaríamos hablando por ejemplo de filósofos de gran importancia como Platón que en su obra “La República” explica como sería su Estado ideal.

Cuando hablamos de utopía es difícil hablar de un contexto histórico puesto que el propio concepto es un concepto muy subjetivo y por ello nos es complicado realizar un marco histórico que lo englobe por completo, pero si nos referimos al término en su más estricto significado debemos tener encuentra la obra “Utopía” escrita por el político Thomas More, en dicho libro Utopía hace referencia a la comunidad que vive en una isla la cual sigue unos aspectos políticos, sociales, económicos y morales que chocan en diversos aspectos con la sociedad inglesa de su época, obviamente todo esta obra está planteada bajo unos planos de realidad ficticia.

Podemos decir que este autor, Thomas More, es el que plantea abiertamente la idea de utopía pero cabe destacar que ya en épocas bien anteriores ya se trató el tema de una comunidad idealizada donde todo fuera idílico, hablamos del autor ya mencionado con anterioridad, Platón y su obra “La República” pero también nos referimos a otros autores griegos como Hesíodo y sus mitos o Evémero con su obra “Historia Sagrada”.

En este ensayo también trataremos autores como Karl Marx y Friedrich Engels a los cuales les han acusado de ser unos autores utópicos aunque en este ensayo no se les considerará como tal debido ya que sostenemos que son filósofos cuyas ideas son totalmente realizables en nuestra realidad.

A continuación nos centraremos en los autores utópicos del siglo XIX, en sus ideas filosóficas y en algunas de sus obras donde se detalla su forma de ver la realidad en la que vivieron y al considerarla injusta y desigualdad intentaron mostrar al mundo una nueva forma de pensar.

El primer pensador que nos encontramos es Henri de Saint-Simon.

Saint-Simon nace en 1760, en el seno de una familia aristócrata, según el dictamen familiar, a Saint- Simon le correspondía llevar una carrera militar, esto lo llevo a cabo durante un tiempo pero tras la revolución francesa se hizo republicano y se acercaría a la política dejando a un lado todo el entorno militar de su pasado. En 1792 llegó a ser presidente de la comuna de París pero debido a unas irregularidades en sus gestiones tuvo que abandonar dicho cargo. Algunas de sus obras más importantes fueron “Sistema Industrial” y “Nuevo Cristianismo”, en esta última obra Saint-Simon considera la religión como un vínculo entre todos los seres humanos, además sostiene que todo cambio en la sociedad va ligado a un cambio en la religión y además advierte que la solidaridad y la asociación entre los hombres es lo único que puede librarnos del individualismo, del egoísmo y dela competencia que según él son aspectos que trajo la industrialización y el liberalismo a Europa.

Una de las propuestas de Saint- Simon fue que mediante el desarrollo de la producción se podría hacer frente a los problemas, cabe destacar que nuestro pensador entendía por productores no solo al proletariado, si no a las empresas y a los campesinos en todo su conjunto, es por ello que defendía que el gobierno debía de estar formado por dichos órganos productores.

Otra propuesto fue que los científicos ocuparan el lugar del clérigo y que este puesto fuera ocupado por las personas de las clases más bajas y la última propuesto que cabe destacar de Saint-Simon fue algo paradójica si tenemos en cuenta su origen aristócrata y es que él abogaba por la abolición del derecho de herencia.

Por último queremos destacar que Saint-Simon no propuso un mundo o una sociedad perfecta como tal, sino que realizó una crítica radical a su época y defendió que todos los cambios y gestiones que hicieran los gobiernos debía de realizarse para mejorar las condiciones morales y físicas de las clases bajas para que así se pudiera superar la pobreza.

Nuestro siguiente pensador utópico es Charles Fourier, nacido en Besançon, fue un empresario arruinado en la época de la Revolución Francesa, su educación fue una educación autodidacto, fue absorbiendo diversos conocimientos a través de la lectura de muchos autores del siglo XVIII, en espacial Rousseau, se le considera uno de los padres del cooperativismo, podemos decir que nuestro pensador realizó una muy fuerte crítica a la nueva sociedad industrial capitalista y liberal que se estaba imponiendo en la época, es por ello que este pensador se le reconoce junto a otros pensadores como Saint- Simon o Owen en lo que nosotros hoy en día entendemos como socialismo utópico.

En la década de 1820 podemos decir que Fourier realizó su propuesta (falansterios) de crear unos establecimientos agro-industriales que estarían formados por no más de 1.600 personas alojadas en un edificio especialmente diseñado, donde se trabajaría la tierra y compartiría entre todos el beneficio de las ventas. Esta comunidad de 1.600 personas garantizarían los servicios básicos y trabajarían incluso los niños pero no sería un trabajo forzoso sino un trabajo atractivo. Los miembros de estos falansterios elegirían realizar la tarea que a ellos más les gustara y ninguna tarea sobrepasaría las dos horas, pero la jornada laboral sería muy extensa. Fourier es defensor del llamado “trabajo atractivo”, idea que más adelante desarrollará otro de nuestros pensadores utópicos llamado Proudhon, cabe destacar que Fourier era defensor de la idea de que el ser humano en sí mismo no era malo sino que la sociedad que a este le rodea es la mala y que por ello envenena al ser humano.

Fourier abogaba por una estructura que fuera la siguiente:

Primeramente, la creación de falanges, grupos de producción y consumición, que han de vivir en estos falansterios en segundo lugar, la creación de un cooperativismo integral y autosuficiente y por último la solidaridad.

Fourier no es un revolucionario, sino un reformista, cree en la propiedad, la necesidad de que hay ricos y pobres, pero al mismo tiempo es un defensor de la igualdad de derechos de la mujer, de una educación espontánea y no coactiva, denuncia la explotación, la especulación y el fraude.

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