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DERECHO NAPOLEONICO

Marob101 de Octubre de 2014

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CAPÍTULO I

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

1.1 Napoleón Bonaparte

Napoleón Bonaparte nació en la isla de Córcega (Francia) el 15 de agosto de 1769. Sus padres fueron: Carlos Bonaparte y María Letizia Ramolino. Tuvo siete hermanos: José, Lucien Elisa, Luis, Paulina, Carolina y Jerónimo.

Siguió la carrera militar en la especialidad de artillería, destacando en varios sucesos de la Revolución Francesa como la reconquista del puerto de Tolón en 1793, hecho que le permitió ascender al rango de General de Brigada. Durante el período del Directorio, Napoleón llevo a cabo una brillante campaña en Italia derrotando a los austríacos en Lodi, Arcola y Rivoli.

Aprovechando su gran popularidad en Francia, fue artífice del golpe de Estado de Brumario el 9 de noviembre de 1799 con el fin de instaurar un triunvirato conformado por Sieyes, Ducos y él mismo. Dos días después, se autoproclama “Primer Cónsul de la República”, cargo que le permitía gobernar durante diez años. En 1804, se convirtió en Emperador de Francia y es así como adquirió el control de casi toda Europa Occidental y Central mediante una serie de alianzas y donde obtuvo grandes victorias como las batallas de Austerlitz (1805), Jena (1806) y Friedland (1807). Pero, también grandes fracasos como sus campañas a Rusia y España.

El 19 de octubre de 1813, Napoleón fue derrotado en la batalla de Leipzig por una coalición formada por Inglaterra, Rusia, España, Portugal, Prusia, Austria y Suecia. Por tal motivo, se exilió en la isla de Elba; pero, en marzo de 1815 regresó a Francia y al poder por un breve período llamado “Los Cien Días” donde formó un nuevo ejército, soñando recuperar su imperio.

Sin embargo, la llamada “Séptima Coalición” encabezada por Inglaterra, lo derrotó definitivamente en la Batalla de Waterloo el 18 de junio de 1815 en Bélgica. Napoleón fue desterrado por los ingleses a la isla de Santa Elena, donde murió el 5 de mayo de 1821.

Ahora bien, Napoleón Bonaparte es considerado como uno de los mayores genios militares de la historia y sus agresivas guerras de conquista se convirtieron en las mayores operaciones militares conocidas hasta ese momento en Europa, involucrando a un número de soldados jamás visto en los ejércitos de la época.

Además de estas proezas bélicas, a Napoleón también se le conoce por el establecimiento del “Código Napoleónico” y es considerado por algunos como «monarca iluminado» debido a su extraordinario talento y capacidad de trabajo; y por otros, como un dictador tiránico cuyas guerras causaron la muerte de millones de personas.

Se le juzga como el personaje clave que marcó el inicio del siglo XIX y la posterior evolución de la Europa Contemporánea.

1.2 Situación histórica

Posteriormente a la Revolución Francesa y con el Directorio al poder, comenzó la primera fase de las Guerras Napoleónicas: los tres golpes de Estado que se produjeron durante este período, los cuales reflejaban simplemente el reagrupamiento de las facciones políticas burguesas. El golpe de Estado, que tuvo lugar el 9 noviembre, derrocó al Directorio y el General Napoleón Bonaparte, en aquellos momentos héroe de las últimas campañas, fue la figura central del golpe y de los acontecimientos que se produjeron posteriormente y que desembocaron en la Constitución del 24 de diciembre de 1799 que estableció el Consulado.

Bonaparte, investido con poderes dictatoriales, utilizó el entusiasmo y el idealismo revolucionario de Francia para satisfacer sus propios intereses. Sin embargo, la involución parcial de la transformación del país se vio compensada por el hecho de que la revolución se extendió a casi todos los rincones de Europa durante el periodo de las conquistas napoleónicas.

Una consecuencia directa de la Revolución fue la abolición de la monarquía absoluta en Francia y el fin a los privilegios de la aristocracia y el clero. La servidumbre, los derechos feudales y los diezmos fueron eliminados; las propiedades se disgregaron y se introdujo el principio de distribución equitativa en el pago de impuestos.

Todos los ciudadanos, independientemente de su origen o fortuna, podían acceder a un puesto en la enseñanza, cuya consecución dependía de exámenes de concurso.

Los principios de la libertad de culto y la libertad de expresión tal y como fueron enunciados en la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano, pese a no aplicarse en todo momento en el periodo revolucionario, condujeron a la concesión de la libertad de conciencia y de derechos civiles para los protestantes y los judíos.

La revolución inició el camino hacia la separación de la Iglesia y el Estado.

Los ideales revolucionarios pasaron a integrar la plataforma de las reformas liberales de Francia y Europa en el siglo XIX, así como sirvieron de motor ideológico a las naciones latinoamericanas independizadas en ese mismo siglo, y continúan siendo hoy las claves de la democracia.

1.3 Nacimiento del Código

Se calcula que en Francia Revolucionaria podrían existir más de 14000 decretos, todos vigentes y acumulados a lo largo de siglos de monarquía absoluta, muchos de los cuales se contradecían unos a otros. Y es así que, Tras asumir el poder como “Primer Cónsul de la República” e investido con poderes dictatoriales, Napoleón instituyó el cúmulo de legislaciones provinciales-locales y una serie de reformas en un solo texto legal llamado “Código Napoleónico”, una idea más amplia y ambiciosa de tratar de reunir todas las normas de su país en un cuerpo de leyes racionalmente formado y asentado sobre principios armónicos y coherentes basado en la tradición jurídica y en aquello que debe ser conservado y que da cauce a las ideas y aspiraciones de todo signo vigente en la época en se realiza; para así terminar con la estructura jurídica del Antiguo Régimen.

En este precepto se ponía de manifiesto muchos de los principios y cambios propugnados por la Revolución como la igualdad ante la ley y por ello, se eliminaron las normas especiales que afectaban sólo a sectores determinados de la población y suprimieron las normas locales que suponían un obstáculo para la administración pública. También se pretendía eliminar las contradicciones y superposiciones nacidas de la convivencia de diversos regímenes legales, apoyando la estabilidad política. Además, se formularon una serie de normas aplicables de manera general como el derecho de habeas corpus y disposiciones para la celebración de juicios justos.

Su redacción fue encargada a una comisión de cuatro expertos: Tronchet y Malleville, presidente y juez de la Corte de Casación respectivamente; Portalis, alto oficial administrativo y Bigot de Préameneu, antiguo miembro del Parlamento de París.

Los debates duraron varios meses y, tras los dictámenes positivos de las instancias judiciales (Corte Superior y Corte de Casación), el texto fue elevado al Consejo de Estado, presidido por el propio Napoleón, quien participó activamente en los debates: de más de doscientas sesiones que se precisaron, presidió más de cincuenta, aportando vivazmente sus más profundas convicciones, e insistiendo para que tuviera una redacción sencilla y comprensible para todos.

Su tramitación parlamentaria no estuvo exenta de arduos debates y reparos, pero finalmente fue aprobado, en parte también por la insistencia y empeño del Cónsul, quien gracias a su poderosa e impresionante personalidad ayudó a superar los obstáculos formales que presentaron las Cortes y la obstrucción del aparato burocrático, forzando su rápida aprobación y entrada en vigencia.

Así, el 20 de marzo de 1804, fue promulgado en su integridad, bajo el título de “CODE CIVIL DES FRANÇAIS”. Posteriormente, en 1807, fue reimpreso oficialmente con el nombre de “Código de Napoleón”, que aún sigue vigente como Ley de Francia, con las lógicas modificaciones para adaptarlo a los nuevos tiempos.

CAPÍTULO II

CÓDIGO DE NAPOLEÓN

2.1 Estructura del Código Napoleónico

Las reglamentaciones del Código Napoleónico son una recopilación del antiguo Derecho de Costumbres, sobre todo del de París, el Derecho Escrito del Sur de Francia, y las nuevas leyes de la Revolución.

La estructura y el plan de éste código están fundamentalmente basados en el antiguo Código del Emperador Romano de Oriente Justiniano I El Grande (483-565), el Corpus Iuris Civilis. Justiniano había dividido su Código en 4 partes, de las cuales una, Las Instituciones, se compone a su vez de cuatro libros: el primero, trata de las personas; el segundo, de la división de las cosas, de la propiedad, de los demás derechos reales y del testamento; el tercero, de la sucesión no testada y de las obligaciones que surgen de los contratos; y el cuarto, de las obligaciones y de las acciones.

Los juristas franceses del Consulado tomaron el mismo esquema: "Libros", divididos en "Títulos" y éstos a su vez en "Capítulos". Dividieron el Código en un Título Preliminar, donde hacía referencia a la publicación, a los efectos y a la aplicación general de las leyes; y 4 Libros (el cuarto, de los procedimientos, fue suprimido y suplantado por otro código específico). Tres Libros quedaron vigentes: En el Libro Primero trataba de las personas y del Derecho de

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