Derecho Precorteciano
caro68010219 de Febrero de 2013
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El derecho precortesiano
A. FONDO HISTÓRICO GENERAL
1. observaciones generales
Como observa Hubert Herring, la historia del indio en las Américas debe
escribirse con tiza para que sca fácil corregirla a la luz de los nuevos hallazgos
que constantemente se presentan.
Es posible que hubo pobladores en el espacio actualmente ocupado por
México desde hace unos 20 000 - 15 000 arios.
Unos 10 000 años a.C., el centro del país no era relativamente seco, como
ahora; la humedad sostenía una vegetación abundante, dentro de la cual
vivía el mamut; también el elefante, bisonte, antílope, e inclusive el caballo
que se eclipsó mucho antes de la llegada de los españoles. Contemporáneo
al mamut, como prueba un descubrimiento en Tepexpan en capas de unos
10 - 8 000 a.C., era ya el horno sapiens, llegado de Siberia (recuérdese la
mancha mongólica) —aunque la población autóctona americana no necesariamente
solo procede de aquella parte. La cacería de animales como el
mamut supone una coordinación de los esfuerzos de varios, de modo que
el hombre de Tepexpan debe haber vivido en grupos con cierta jerarquía,
cierto orden.
Entre 7 000 y 5 000 arios a.C. los habitantes del altiplano cambiaron su
economía de cazadores (destrucción) por una mezcla de agricultura (creación)
con cacería, y unos 3 000 años a.C. hubo en muchas partes aldeas bien
desarrolladas, entre cuyos restos hallamos pruebas de la domesticación de
animales. Es una lástima que esta domesticación no llegó más allá del perro
ehihuahuense, el esquintle (utilizado para alimentación y calor en la cama),
y el pavo real, el cuaqualote. La escasez de proteína animal ha sido, probablemente,
uno de los factores que impulsó al indígena al canibalismo y, más
tarde, a las "guerras floridas": los dioses requerían corazones y sangre, pero,
a su lado, los hombres mostraron interés por el considerable saldo de los
despojos.
Unos 2 000 años a.C. el maíz aparece. Es difícil darse cuenta de toda la
importancia que este grano habrá tenido para la vida de los antiguos pobladores
de América. Produjo en la economía primitiva aquel margen disponible,
del que nacía cierto ocio, que a su vez permitía refinar los tejidos, la cerámica,
los trabajos de plumas, etcétera, y desarrollar ciertos juegos. Estos productos
de lujo llevaban hacia una especialización regional, e intercambio. Este margen, por otra parte, también daba lugar a las clases no-agrícolas: los nobles,
los sacerdotes, los comerciantes y entre ellos, o bajo dirección de ellos, escultores
y otros artistas. El comercio, y las fricciones a las que éste dio lugar,
además de la existencia de clases superiores, que fácilmente sienten la tentación
de dirigir hacia afuera las peligrosas tensiones internas, produjeron
guerras, cuya consecuencia era a menudo la esclavitud de los derrotados.
La combinación de las religiones estatales, cada vez más complicadas, creaciones
de especialistas, con la disponibilidad de esclavos, explican las grandes
obras arquitectónicas que las culturas teocráticas de los mayas, mixtecas, zapotecas,
matlatzineas, toltecas, tarascos, aztecas, e inclusive chichirnecas nos
han dejado. Sin un margen de producción, no estrictamente necesario para la
idéntica repetición del ciclo económico —margen otorgado sobre todo por el
ennoblecimiento del maíz, como ya dijimos—, las grandes culturas americanas
de los indios bronceados no hubieran existido, sino sólo una vida simple en
aldeas, con poco contacto entre ellas, como en el caso de los indios rojos.
Por otra parte, el maíz agota el suelo más rápidamente que otros Cultivos, a
de modo que la deficiente técnica agrícola, haciendo disminuir las cosechas
después de pocos años, puede haber sido el factor responsable de los incesantes
movimientos migratorios de los antiguos indios, y de la repentina decadencia
de varias ciudades precortesianas. Unos 1 500 años a.C. ya observamos
obras primitivas de irrigación y se acentúa el desarrollo de las religiones. Luego,
durante el primer milenio d.C. aparecen grandes ciudades, y encontramos
un comercio bien desenvuelto, una complicada vida religiosa, y un arte original
y fascinador por sus aspectos humorísticos y terroríficos.
Varias grandes civilizaciones neolíticas se sucedieron en el territorio, actualmente
ocupado por México y los demás países centroamericanos: primero
la olmeca, cuyo florecimiento ocupa los últimos siglos anteriormente a la era
cristiana, luego simultáneamente la teotihuacana y la del Antiguo Imperio
Maya (heredera de los °linceas) de los siglos m a rx de nuestra era; después
la tolteca (Tula), en el siglo X, que fertiliza los restos de la primera
civilización maya y da origen, en Yucatán, al Nuevo Imperio Maya, y finalmente
la azteca, ramificación de la chichimeca, con absorciones toltecas y
en íntima convivencia con la texcocana. Surge desde el siglo xiv d.C. y se
encuentra aún en una fase culminante, aunque ya con signos de cansancio,
cuando se inicia la Conquista. En la periferia de estas culturas fundamentales
encontramos otras, como la totonaca en la zona costera del Golfo, la
zapoteca y la mixteca en el Sureste, y la tarasca del lado pacífico.
Desde el punto de vista jurídico describiremos sólo cuatro de estas culturas:
la olmeca, por ser la más antigua, la maya, la chichimeca y la aztecatexcocana.
Sólo de esta última, el derecho es conocido con algo de detalle.
2. los olmecas
Florecieron entre el siglo IX y I a.C. en la zona costera del Golfo. Tenían
fama de magos, y utilizaron drogas alucinantes. No nos dejaron grandes
monumentos arquitectónicos 4 sino más bien estatuas y figurillas.
La cultura olmeca, en decadencia desde los últimos siglos de la era píecristiana,
transmitió muchos de sus rasgos a las culturas maya, teotihuacana,
zapoteca y totonaca.
3. los mayas
Se encontraban entre las actuales regiones de Tabasco y Honduras. Su
primer florecimiento (Antiguo Imperio) se observa entre los siglos IV y X a
d.C. No era un Imperio centralizado, sino un conjunto de estados-ciudades
(en Yucatán, Guatemala, Honduras), dirigidos por nobles y sacerdotes,
ligados por ideas religiosas comunes y lazos familiares entre las aristocracias
locales, y viviendo en competencia comercial que algunas veces los llevó al
extremo de guerra. Famosos eran Copan, Tikal, la actual región de Piedras
Negras, Palenque, Tulum y Chichen-Itza.
No se sabe a qué se debe el abrupto final de esta interesante civilización
(¿guerra civil?, ¿epidemias?, ¿invaciones desde afuera?, ¿agotamiento del suelo?);
durante el siglo IX d.C., un gran centro tras otro fue abandonado. Bajo
la influencia de conquistadores toltecas, llegados del noroeste, surgió entre
975 y 1 200 d.C. una nueva civilización a la que debemos el nuevo Chichen-
Itzá, ciudad dominante en una triple alianza con Mayapán y Uxmal. Una
guerra civil produjo de 1 200 a 1 441 una dictadura por parte de los líderes
de Mayapan, los Cocom, y una fase caótica de guerra civil media entre la
liberación respecto de este despotismo y la llegada de los españoles a estas
tierras (Aguilar y algunos otros en 1511; luego las expediciones de Francisco
Hernández de Córdoba —1517— y de Juan de Grijalva —1518—; y finalmente
la llegada de Cortés en 1519). La conquista definitiva de la región
maya se debe a los Montejo, a mediados del siglo XVI, aunque el último
baluarte, el Lago de Peten-liza, sólo cayó a fines del siglo XVII.
4. los chichimecas
Los chichimecas, crueles e incultos, originalmente vivían en el noroeste
del actual territorio mexicano, sobre todo entre el río Lerma, el lago de
Chapala, y el actual Durango; al comienzo del segundo milenio de nuestra
era comenzaban a hacer frecuentes incursiones en el centro del país, destrozando
la cultura tolteca y estableciéndose luego en una multitud de lugares
del altiplano (Tenayuca, por ejemplo, era un importante centro chichimeca).
Hablaban nahuatl.
La masa principal de estos chichimecas se estableció en Tenayuca bajo
Xolotl, el cual formó, desde allí —por matrimonios y conquistas militares—,
un imperio que, cuatro generaciones después, trasladó su capital a Texcoco.
5. Los aztecas
Los aztecas representan una rama originalmente poco llamativa dentro
de los chichirnecas.
Después de participar en la derrota de Tula (siglo XII), capital tolteca,
los aztecas llegaron al Valle de México, dirigidos por su dios-protector,
Huitzilopochtli. En el Valle de México hubo en aquel entonces un conjunto
de ciudades, viviendo en competencia militar y comercial, formadas
de victoriosos chichimecas, derrotados toltecas y pobladores autóctonos.
Después de vivir algunas generaciones en un rincón relativamente tranquilo
dentro de este tumultuoso
...