Derrocamiento De Satanás Y Cómo Se Desarrollo En La Tierra
Francisco240626 de Octubre de 2014
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LA CAIDA DE LUCIFER
Léanse Isaías 14:12-15 y Ezequiel 28:1-19
La Biblia declara que en el principio Satán, entonces llamado Lucifer, era un ser sin pecado y justo. El registro habla de la integridad y justicia originales del gran arcángel con estas pa labras, "Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste criado, hasta que se halló en ti maldad" (Ezequiel 28:15). Es difícil para nosotros comprender que esta criatura malvada, ahora el archienemigo de Dios y del hombre, en un tiempo fué un ser santo, y guardián del trono de Dios. Que él fué un objeto de la confianza divina, un arcángel a quien se le confió una gran autoridad, y que por un tiempo descargó sus deberes sin falta alguna y en obediencia perfecta a Dios. Que, lejos de ser un ad versario de Dios, él era "querubín grande, cubridor" (Ezequiel 28:14), cuyos hechos y conducta estaban por encima de toda sospecha, y que gozaba de la confianza de Dios a tal grado que el cuidado del cielo estaba confiado en sus manos.
EL ESTADO ORIGINAL DE LUCIFER
Las Escrituras describen con algo de detalle el estado origi nal de este ser exaltado. Era hijo de la mañana, el portador de luz del cielo. El poseía una autoridad que, hasta donde sabemos, era solamente inferior a la de Dios Mismo. Como el "querubín grande, cubridor", él reinaba como virrey en el monte santo de Dios (expresión bíblica para el reino de Dios). "Más sabio que Daniel" (Ezequiel 28:3), no había secreto entre las huestes an gelicales que estuviera escondido para él.
QUE HIZO QUE LUCIFER CAYERA?
Entonces, cómo sucedió que este poderoso arcángel, Lucifer, hijo de la mañana, cayera de su posición exaltada a las profun didades de la depravación para convertirse en el príncipe de las tinieblas? Con respecto a esta pregunta profunda, las Escritu ras no guardan silencio. Lucifer era la perfección de la belleza. Poseía una per
sonalidad y encanto que arrebata la admiración de la hueste del cielo. No es raro para aquellos que están dotados de una belleza excepcional que adquieran un deseo desordenado por la ad miración de los otros. Lucifer, aun cuando era de la orden ange lical, no era una excepción a esta debilidad. Ezequiel 28:17 declara, "Enaltecióse tu corazón a causa de tu hermosura". El registro indica que en el curso de los acontecimientos, "Lucifer desarrolló un nacicismo extraño. Poco a poco, él permitió que el centro de su universo variara de Dios a él. El no lo hubiera admitido, empero en verdad se estaba efectuando un cambio en su carácter de un portento siniestro y aterrador.
LUCIFER CORROMPIDO POR LA AMBICIÓN PERSONAL
Lucifer poseía dones raros. Había sido dotado con gran sa biduría y conocimiento, y a él se le confiaron muchos de los secretos de la creación. Por razón de estos dones y habilidades singulares, Dios lo había exaltado a la posición de virrey sobre Su creación. En esta posición clave, se le permitió a Lucifer, con su sabiduría e inteligencia superior, tener un conocimiento profundo de los misterios del universo.
Pero hay un reino en el cual están involucrados los propósitos eternos de Dios —y al cual se puede entrar solamente por una fe y confianza reverentes. Solamente Dios conoce el fin desde el principio (Hechos 15:18). El, cerno Creador, es el Juez de lo que es sabio y justo (Génesis 18:25). Lucifer, cegado por la ambición, escogió poner en duda la sabiduría de la voluntad divina, y al hacerlo, cometió un error funesto y trágico.
Qué fué lo que había en la voluntad de Dios que había lle gado a ser desagradable a Lucifer? La razón no queda escon dida para nosotros. Se nos dice expresamente que Satán intentó ensalzar su solio "en lo alto junto a las estrellas de Dios" a fin de ser "semejante al Altísimo" (Isaías 14:12-14). Pero Dios, en Su plan eterno había reservado este ensalzamiento, no para Lu cifer, sino para Cristo. Le ha sido dado a Cristo solamente sentarse con el Padre en Su trono (Apocalipsis 3:21). Lucifer, aun cuando era virrey, el arcángel principal y el querubín un gido, tendría una posición inferior a Cristo. Cuando se hizo evi dente a Lucife que no iba a tener la posición suprema, él vio sus ambiciones frustradas. Fué ésto lo que resultó en su rebelión. Parecerá extraño que un ser creado pudiera desarrollar tal pa sión para un autoensalzamiento, pero el caso no es más extraño que el de algunas personas hoy en día, quienes, por razón de una ambición personal desmedida, siguen adelante imprudente mente en su propia voluntad a un destino similar al de Lucifer.
LA REBELIÓN DE LUCIFER
Hasta ese momento, Lucifer había desempeñado sus deberes sin culpa alguna y sin falta. No había razón para que hiciera él de otra manera. Empero la hora había llegado cuando la re belión nació en su corazón. Aun cuando Dios le había dado todo menos el trono, Lucifer no estaba satisfecho. El sueño de un reino universal, en el cual él tuviera el poder supremo, agitó una ambición inquieta en su interior. Aparentemente no hizo intento alguno para reprender este espíritu impío de autoexaltación, sino que le dio pleno estímulo. La semilla malvada del orgullo, per mitida en su enraizamiento, continuó creciendo. Al final le pro dujo una cosecha de miseria y aflicción para sí, y para aquellos que lo siguieron, que solamente el Ser Infinito puede amillarar en toda su extensión (la. Timoteo 3:6).
La historia de la autoexaltación, rebelión y caída subsecuen te de Lucifer es relatada en lenguaje breve pero claro en Isaías 14:12-14: "¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! momento que el plan era de una naturaleza tan asombrosa que estremeció hasta a los ángeles fieles.
Cortado fueste por tierra, tú que debilitabas las gentes. Tu que decías en tu corazón: Subiré al cielo, en lo alto junto a las estrellas de Dios ensalzaré mi solio, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del aquilón; sobre las al turas de las nubes subiré, y seré semejante a! Altísimo."
COMO PODÍA LUCIFER ESPERAR TENER ÉXITO EN SU REBELIÓN?
Pero aún una persona malvada, y especialmente uno tan calculador como Lucifer, no comete un crimen a menos que vea alguna esperanza de éxito. Cómo podía esperar este falso arcángel tener éxito en una aventura que desafiaba al Creador para quedarse con Su trono? Poseyendo la sabiduría que él te nía de la omnipotencia divina, cómo podía esperar tener éxito en una contienda con la voluntad eterna de Jehová ? Aun cuando los perversos de este mundo en su necia ignorancia pueden pre sumir de desafiar a Dios, con todo, las circunstancias de sus ac tos no son las mismas que en el caso que tenemos a considera ción. Los infieles y los ateos nada saben de Dios. Por el contra rio, Lucifer participaba en los consejos divinos y tenía conoci miento de muchos de los secretos del Creador. Lucifer sabía lo que hacía. Es seguro que la rebelión del diablo no fué nacida del impulso del momento, sino que fué el resultado de un plan fría mente calculado que había sido cuidadosamente meditado duran te un período de tiempo. Aun cuando era diabólico en su carácter, sin embargo probó, en muchos respectos, ser sólido estratégi camente. No le damos al diablo su merecido si no concedemos que él tenía bastante razón para esperar la victoria. Que los planes de Satanás fueron elaborados astutamente, queda eviden ciado por el hecho de que su conspiración malvada sí triunfó en un grado asombroso. En lugar de haber sido rápidamente sofo cada, esta rebelión terrible ha continuado hasta este día —aun que, seguramente, ya sus días están contados (Apocalipsis 12: 12).
El hecho es que si Dios no hubiera previsto la entrada del mal en el universo y hubiera preparado un plan por anticipado, para contrarrestarlo —un plan que El mantuvo en secreto, y del cual ni los ángeles buenos ni los malos tenían conocimiento— la rebelión de Satán habría tenido éxito en hacer pedazos todo Su programa. Pero Dios lo había previsto todo y se había pre parado. Tomaremos nota, a su debido tiempo, de lo que era esta contramedida que Dios tenía en reserva. Sea suficiente por el
CAPITULO II
EL PLAN DE SATÁN PARA DERROCAR EL TRONO DE DIOS
Tomemos nota ahora del plan de Satanás para elevar su trono arriba del de Dios, y las razones por las cuales él creía que tendría éxito. Porque es evidente que debe haber tenido alguna razón, porque ni siquiera hubiera intentado algo en lo que no tenía esperanza de triunfar.
Sabemos que Dios le había dado a Lucifer el poder y autoridad, como virrey sobre Su creación. Era su responsabilidad haber guardado los intereses del reino de Dios y de haber estado alerta centra cualquier cosa que pudiera poner en peligro su seguridad. ¡Ay! que Lucifer haya sido infiel a la confianza que se le otorgó, y así llegar a ser el architraidor de todos los tiempos.
El alcance del poder de Lucifer, en relación aún con los más poderosos de otros seres celestiales, queda sugerido en Judas 9, en donde se nos dice que Miguel, el gran arcángel, "no se atre vió a usar de juicio de maldición contra él". Esto indicaría que el poder de Lucifer era superior al de todos los otros seres creados.
No obstante, permanece la pregunta, "Concedido que Lu cifer tenía poder sobre todo otro ser creado, creía él que su poder era suficiente para conducir victoriosamente una rebelión contra Dios? A menos que creyera ésto, cómo podía él espe rar triunfar en su rebelión?"
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