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Desarrollo Histórico De Mexico


Enviado por   •  25 de Febrero de 2014  •  2.881 Palabras (12 Páginas)  •  285 Visitas

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INSTITUTO DE EDUCACIÓN DE AGUASCALIENTES

ESCUELA NORMAL SUPERIOR FEDERAL DE AGUASCALIENTES

PROFR. JOSE SANTOS VALDES

El orden que los religiosos tienen en enseñar a los indios la doctrina y otras cosas de policía cristiana

Gonzalbo, Pilar (1985), “El orden que los religiosos tienen en enseñar a los indios la doctrina y otras cosas de policía cristiana”,” en El humanismo y la educación en la Nueva España, México, SEP/El Caballito. Pp37-46

Códice franciscano

COLECCION DE DOCUMENTOS DEL SIGLO XVI, EDITADOS A FINES DEL XIX.

CONTIENEN VALIOSAS INFORMACIONES DE VARIOS CONOCIDOS FRAILES DE SAN FRANCISCO.

Y digo que éste es el orden que los Religiosos tienen, no porque todos los tengan, sino porque todos ellos lo deberían tener; y lo tienen aquellos que son curiosos o cuidadosos en el ensañamiento y aprovechamiento de los indios, y es el que se sigue:

Doctrina de los niños en los patios de las iglesias

Los que miran y consideran las cosas conforme a la calidad y necesidad de cada una de ellas, no enseñan indiferentemente á los niños hijos de los indios, sino con mucha diferencia, porque á los hijos de los principales, que entre ellos eran y son como caballeros y personas nobles, procuran de recogerlos en escuelas que para esto tienen hechas, adonde aprenden á leer y escribir y las demás cosas que abajo se dirán, con que se habilitan para el regimiento de sus pueblos y para el servicio de las iglesias, en lo cual no conviene que sean instruidos los hijos de los labradores y gente plebeya, sino que solamente deprendan la doctrina cristiana, y luego en sabiéndola, comiencen desde muchachos a seguir los oficios y ejercicios de sus padres, para sustentarse a sí mismos y ayudar á su república, quedando en la simplicidad que sus antepasados tuvieron lo cual por no se haber guardado entre nuestros cristianos viejos, ha sido causa que esté depravado y puesto en confusión el gobierno de los reinos é provincias, antiguamente cristianas, y asimismo por haberse en esto descuidado algunos Religiosos, no conservando la loable costumbre que en este caso tenían los indios de la Nueva España en tiempo de su infidelidad, han enseñado y habilitado a muchos hijos de labradores y gente baja, de tal manera que se han alzado a mayores, y son ellos los que gobiernan en muchos pueblos, y tienen supeditados y abatidos á los principales, los cuales antes que recibiesen la fe eran sus señores absolutos. A esta causa, los que advierten en ello no permiten que los hijos de los populares entren en las escuelas ni aprendan letras, sino sólo los hijos de los principales, y con los demás tienen este modo: que cada día en amaneciendo se juntan en los patios de las iglesias los niños hijos de la gente plebeya, que ellos llaman macehuales, y las niñas hijas de macehuales y principales, y luego de mañana, antes que se diga la misa, los cuentan y buscan por sus barrios ó tribus, según que están repartidos; y después de misa (la cual entre semana siempre se dice de mañana, por las muchas ocupaciones que tienen los Religiosos), luego se reparten por el patio asentados en diversas turmas conforme á lo que cada uno ha de aprender, porque a unos, que son los principiantes, se les enseña el Persignum y a otros el Pater noster, y á otros los Mandamientos según que van aprovechando; y van los examinando y requiriendo para subir de grado en grado, y cuando ya saben toda la doctrina y dan buen cuenta de ella tienen ese cuidado de despedirlos y enviarlos á sus casas para que los varones ayuden á sus padres en la agricultura ó en los oficios que tuvieren, y las muchachas tengan compañía á sus madres y aprendan los oficios mujeriles con que han de servir á sus maridos; y encomiéndaseles a los dichos padres y madres, que cada noche les hagan decir la doctrina y rezar las oraciones, porque hagan lo que deben á cristianos, y porque, olvidando lo deprendido, no vengan después á padecer nuevo trabajo, cuando andando el tiempo se les pidiere cuenta de ello.

Para congregar estos niños se tiene este orden: que en cada barrio ó en cada vecindad se instituye un viejo de os más ancianos que hay, el cual tiene cargo de llamar y recoger los de aquel su barrio, y de llevarlos á la iglesia y mirar por ellos, y volverlos á sus casas, que es conforme á su antigua costumbre; porque á los tales viejos, como á privilegiados de las obras comunes y otros trabajos en que se ocupan los que tienen fuerzas corporales, se les encomendaba este negocio, y también porque los muchachos les tengan más respeto y reverencia, y ellos más autoridad para guardarlos y mirar por ellos.

Doctrina de las escuelas

En todos los pueblos de la Nueva España adonde residen Religiosos (á lo menos de esta Orden de S. Francisco) hay escuelas, las cuales comúnmente se suelen edificar dentro del circuito que tienen los frailes, y pegadas con la iglesia, á la parte del Norte. Allí se juntan los niños hijos de los principales, y después que han aprendido la doctrina cristiana, que para todos es el primer fundamento, luego son enseñados a leer y escribir, y de estos se escogen algunos para cantores de la iglesia, y así de niños aprenden á cantar y otros aprenden la Confesión y ceremonias de ayudar á misa, para servir de sacristanes, y ayudan la misa con tanta devoción y diligencia tomo frailes muy concertados. De estos mismos suelen ser porteros y hortelanos, y hacen los demás oficios en los monasterios, porque como los frailes son pocos, es á saber, hasta dos ó tres o cuatro ó poco más en cada casa, tienen harto que hacer en la administración de los Sacramentos y otros ejercicios espirituales tocantes á la doctrina; cuanto más que los indios hacen con tanta fidelidad los dichos oficios, que en este caso no se siente la falta de Religiosos, y ellos, por muy principales que sean, no se desdeñan, antes se precian, de servir en las iglesias y monasterios en cualesquiera oficios, cuanto quiera que sean bajos, como son el cocinar y barrer, etc., la cual virtud de humildad y religiosa piedad, como tan anexa á la ley de Cristo, debiera de prevalecer más entre los que se tienen por verdaderos cristianos.

Estos niños que se crían en las escuelas, cada día entran puestos en orden, como en procesión, á la iglesia, a oír misa y vísperas, y antes que los despidan de la escuela dicen á voces la doctrina, una vez antes de comer

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