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DESARROLLO HISTÓRICO DE LA SALUD EN MÉXICO


Enviado por   •  12 de Octubre de 2014  •  2.815 Palabras (12 Páginas)  •  578 Visitas

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DESARROLLO HISTÓRICO DE LA SALUD EN MÉXICO

Los sistemas de salud son resultado del desarrollo de las dimensiones técnica y social, lo que incluye los problemas de salud a que se enfrentan, la conciencia de las necesidades, la capacidad de respuesta política y técnica del momento, incluso de elementos fortuitos.

ÉPOCA PREHISPÁNICA

Antes de la llegada de los conquistadores españoles, en el valle del Anáhuac surgió la cultura Náhuatl, que era mucho más organizada y eficiente que la europea. Esta y todas las civilizaciones precortesianas, se preocupaban por el desarrollo de productos agrícolas y su utilización como nutrientes, y el consecuente manejo del ambiente.

Asimismo, se desarrollaron prácticas de atención médica tradicional, de promoción de la salud y de protección del ambiente orientadas por líderes religiosos y políticos.

EPOCA COLONIAL (SIGLO XVI AL XVIII)

“Pero un proceso de conquista no es solo el sometimiento militar sino también ideológico de superioridad de una cultura sobre otra”.

El aporte de la medicina prehispánica paso a ser utilizada por médicos europeos.

Se inicia la toma de conciencia de los principales problemas de salud en la población aborigen, como resultado del gran intercambio de genes y antígenos, tuvieron lugar epidemias severas de tifo, sarampión, viruela, parotiditis, fiebre amarilla e influenza, y como consecuencia de la gran demanda de atención médica, se fundaron los primeros hospitales del continente.

Estos hospitales no sólo eran espacios para el ejercicio de la caridad, sino también actuaban para la legitimación de política de las instituciones reales europeas. De esta forma surge el Protomedicato (1525) que tenían como función particular el control de las multiples y devastadoras epidemias.

La medicina náhuatl que no renunció a su parte religiosa, fue perseguida por la inquisición; y otra parte se cristianizó y pasó a ser una medicina que atendía a la población marginada de la nueva España.

Fue en 1567, que la Universidad de México graduó a Pedro Farfán como primer Doctor en Medicina y en 1570 Francisco Bravo Orsunesi escribe Opera Medicinalis, la obra más antigua de la medicina mexicana.

Durante los siglos XVII y XVIII se acepta la medicina aborigen de las culturas maya, náhuatl y zapoteca que tienen bases en estudios científicos de botánica, pero se impone la cultura médica española que no incorpora teorías contrarias a la medicina universal de Hipócrates y Galeno, cuyos aforismos eran “verdades del cielo”. Los escasos profesionales de la medicina en la Nueva España estaban subordinados a las autoridades militares.

El virrey Iturrugaray, ante la renuencia de la población para ser inmunizada, invita oficialmente al Protomedicato, los profesores universitarios y de las escuelas, los señores de la Real Audiencia, del Cabildo, de la Justicia y la Nobleza, con el fin de que el profesor Juan Arboleya inocule al hijo del Virrey para mostrar la inocuidad y beneficios del “antídoto” contra la viruela.

En 1805, por medio de la Real Cédula de Carlos IV, se dispuso que todos los hospitales de las capitales destinen una sala para conservar la vacuna y aplicarla a los que acudan a obtener el beneficio.

EPOCA POSTCOLONIAL

A finales del siglo XVIII había tres grandes modelos de salud: uno que se remite a varios siglos antes de la conquista conocida como Tradicional, dirigido principalmente a las zonas rurales y marginados de las ciudades; otro, el oficial, que hermana la iglesia católica con universidades conservadoras que atienden a las clases pudientes y en menor medida a los menesterosos de las urbes; y en tercero, el progresista que se consolida en forma parcial con el establecimiento de las ciencias médicas.

Las Juntas Provinciales de Sanidad se originan en los albores de la independencia (1810-1822), como una respuesta de los representantes de los cabildos municipales y eclesiásticos que promueven los primeros decretos de salud en favor de la sociedad.

Durante el efímero imperio mexicano (1822), ninguna ley social de importancia ni medida eficaz podía emitir un Congreso pendiente de la intriga latente y de la lucha sorda de tendencias antagónicas.

No obstante que en 1846 se crea el Consejo Superior de Salubridad, el Estado no consigue asumir la responsabilidad de prestar atención médica conforme a un criterio de universalidad debido a dos hechos altamente desgastantes: las invasiones militares de Estados Unidos y de Francia al país (1847 a 1853).

Con el triunfo momentáneo de los conservadores, el país tuvo que esperar hasta las reformas juaristas, que ponen a la medicina en manos del estado laico, que asume atender a los ciudadanos de la República (bajo formas de beneficencia pública sin obligatoriedad) y llevar un registro oficial de los acontecimientos vitales de la población (nacimientos y defunciones).

Las Leyes de Reforma en 1854 y la Constitución promulgada en 1857 intentan garantizar la propiedad, la vida y el pensamiento de los mexicanos. Estas bases legales tienen repercusiones en salud y en 1872 se crean las Juntas de Salubridad

Estatales y Juntas de Sanidad en los Puertos.

Las acciones de prevención y restauración de la salud se limitan a la expresión de algunos grupos y sistemas sociales preocupados por el bienestar de ciertos núcleos de población desprotegida. Durante el régimen dictatorial del final del siglo XIX se expide el Primer Código Sanitario, que concede autoridad al Ejecutivo Federal sobre puertos, fronteras y asuntos migratorios en 1894. Cinco años después entra en vigor la Ley de Beneficencia Privada para el Distrito y Temtorios Federales, que establece una junta para promover y vigilar los establecimientos de salud.

Como consecuencia de la primera revolución social del siglo XX, en 1917 se inicia una nueva era con la Constitución Política de Querétaro, cuyo Artículo 73 confía la salubridad general de la República a los poderes nacionales y se crean el Departamento de Salubridad y el Consejo de Salubridad General. La Constitución agrega los derechos sociales a los derechos individuales y en su artículo 123 se establecen las bases fundamentales de la seguridad social de los trabajadores.

En 1934 entra en vigor la Ley de Coordinación y Cooperación de Servicios de Salubridad, la cual promueve convenios entre

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