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Desempleo


Enviado por   •  26 de Noviembre de 2013  •  1.457 Palabras (6 Páginas)  •  339 Visitas

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Desempleo en el estado de Hidalgo

La política, la informalidad, la ilegalidad, abandonar la entidad en busca trabajo seguirán siendo las únicas alternativas de empleo para la mayoría de los hidalguenses que aspiran a sostener su modesto nivel de vida. El continuismo de la política económica que adoptó el nuevo gobierno federal, anuncia que el panorama ocupacional en el país persistirá empobreciendo a la población.

La falta de inversión gubernamental, los constantes recortes al presupuesto estatal, el escaso apoyo a la planta productiva tradicional, los bajos salarios a los obreros, la nula generación de empleos de calidad, el abandono del campo y la exagerada carga tributaria a pequeños y medianos empresarios, así como la apertura indiscriminada a grandes capitales, mantienen en jaque al sector económico hidalguense.

En nombramiento de Agustín Carstens como Secretario de Hacienda y el anuncio del plan de austeridad que prevee recortes presupuestales a las universidades públicas, y el aumento sustancial a las fuerzas armadas, como primeras acciones del gobierno de Felipe Calderón, anuncian la continuidad del proyecto económico trazado por Carlos Salinas, y aplicado por Ernesto Zedillo y Vicente Fox.

Ante este negro panorama que anuncia el continuismo económico -cuya viabilidad fracasó al demostrarse que la clase trabajadora sobrevive en la economía subterránea-, parece dejar como única opción que se abandone el camino trazado y sumarse a las únicas actividades que, hasta ahora, han permitido acceder medianamente al modelo de vida que sugiere el capitalismo salvaje para vivir modestamente: la política, la ilegalidad, la informalidad o abandonar la entidad y el país.

Comerciantes, campesinos, pequeños empresarios, líderes empresariales, autoridades y luchadores sociales, coinciden en señalar la gravedad de la situación económica por la que atraviesa el sector económico y hacen un llamado urgente a las autoridades municipales, estatales y federales, para que se tomen acciones concretas para que se detenga la devastación económica de la entidad y el país.

Sueldo mínimo de hambre

La política salarial fijada por la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, ha dejado más daños que beneficios en Hidalgo, al fijar un salario mínimo de 45.85 pesos diarios para la zona “C”, que corresponde a esta entidad, ha provocado la migración de la mayor parte de la mano de obra del estado de quienes aspiran a mejorar su nivel de vida, así como una aguda recesión económica por el bajo poder adquisitivo de la mayoría de la población.

Esta situación se ha traducido en que numerosas pequeñas y medianas empresas se hayan visto obligadas a cerrar sus puertas por la falta de obreros. Tal es el caso del pequeño constructor Joaquín García, quién cerro su empresa por la falta de peones y maestros albañiles, y en cambio, debió dedicarse a la especulación de bienes raíces con la renta de inmuebles. Otro caso dramático de pequeña empresa fue el de la franquicia “Pizzas Rigoletto”, que desde hace más de tres años ha trabajado con sólo tres empleados en lugar de los ocho que necesita ese negocio de comida rápida.

Quiebras, desabasto y desempleo son el síntoma de un mal mayor: los efectos de la política neoliberal en México.

En contraste con esa situación crítica, mientras que los pequeños y medianos empresarios sufren por la falta de mano de obra, estudios del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEGI), sitúan a Pachuca como la ciudad con mayor desempleo del país, récord que por cierto, apenas se rompió este año.

Para algunos patrones hidalguenses la causa de esta situación es meramente de actitud, afirman que se debe a que los pachuqueños son “huevones”. Mientras que para algunos funcionarios públicos, la razón del desempleo tiene su raíz en la falta de una cultura laboral.

Como respuesta a esa polémica está el testimonio de quienes buscan empleo. Benjamín Medina, joven que apenas alcanza los 24 años y a quien sus amigos apodan la “huevonada”, porque no acepta alquilarse por 70 pesos diarios a un patrón, explica: “Prefiero jugarme el pellejo y cruzar la frontera cada dos años, que perder el tiempo de esa manera”, confiesa mientras aborda su camioneta Pick up Ranger, con placas de California, Estados Unidos.

Otra lucha que se libra cotidianamente por el empleo proviene de los patrones locales. La búsqueda de clientes que han acaparado las grandes tiendas de autoservicio y su solicitud de mano de obra -que ya es escasa-, no encuentra respuesta. Este sector, que ofrece bajos sueldos y

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