ESPEJISMOS, REALIDADES OCULTAS, DESEOS EGOÍSTAS Y ESTRATEGIA DE RELACIONES PUBLICAS.

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ESPEJISMOS, REALIDADES OCULTAS, DESEOS EGOÍSTAS Y ESTRATEGIA DE RELACIONES PUBLICAS.

Como individuos que somos y que compartimos el mundo, estamos expuestos a mil y miles de mensajes que invaden los más puros sentimientos y deseos; mensajes estimulas y persuaden de la manera mas soez la autoestima y el súper yo de las personas; mensajes que nos hacen esclavos modernos con un factor esclavizante disfrazado de las más “buenas intenciones”, de las más bellas imágenes que recuerdan lo que se quiere proyectar ante una sociedad sumergida en estilos de vida inalcanzables para unos y desesperantes para otros.

El objetivo de una marca, de un producto, bien y/o servicio o hasta de una estrategia de relaciones públicas, está enfocado en entrar y ser parte de la vida de una persona y mudarse al más escondido punto de su memoria para nunca ser olvidado y estar presente siempre, durante toda la vida, en la existencia del individuo, porque es de esta forma que pueden seguir viviendo, creciendo, ganando y cosechando poder.

Inmersos en un mundo perfectamente consumido por las marcas y la publicidad, desde que nos despertamos en la mañana hasta que nos dormimos en la noche, o incluso, dentro de los  sueños o pesadillas, se le da la bienvenida y un fuerte y caluroso abrazo a todo aquello que ayuda a ser quien se quiere ser para los demás, porque son las marcas y la diversas estrategias que estimulan y persuaden al otro a través de sus mensajes, a sentir que se está bien con lo que se tiene, pero que a su vez, hace falta más para ser verdaderamente feliz, felicidad que es utópica, debido a que nunca se estará lo suficientemente satisfecho con lo que se es y con lo que se tiene, nunca llegara el punto en el que la persona se sienta plena,  porque si esto llegase a suceder, la cadena consumista y hedonista en la que se vive y ha construido vería seriamente amenazado su naturaleza cuya raíz está en empujar y sigue empujando y convenciendo al individuo para comprar y comprar más y más, para hacer creer mensajes que sigan permitiendo su vivir como marca, para persuadir a la persona que verse mejor que el vecino es su estado máximo de placer, y generar en él sentimientos de envidia y sentimientos de superioridad.

Desde muy temprana edad se está condenado a competir, a ser mejor que el otro y a opacarlo, es una verdad que se calla a voces, pero desde pequeños las personas sienten la necesidad de ser superior al otro y la forma de lograrlo es consumiendo y adquiriendo productos y/o marcas que dentro de la sociedad representan un estilo de vida y un estatus que el otro no puede tener.

Las marcas con sus imágenes, bellas ilustraciones y fotografías, mensajes y contenidos puramente emocionales, juegan con las emociones de la persona y logran crear y ejecutar majestuosas estrategias alrededor de sus productos aprovechándose de las vulnerabilidades, debilidades y miedos de los individuos que serán al final los que nutran a las mismas marcas, con su ferviente y desenfrenado consumo para alcanzar el estatus que la sociedad requiere para ser aceptado y ser alguien a quien imitar, generando sentimientos de profundo egoísmo entre unos y otros.

Pero no solo genera sentimientos de egoísmo entre unos y otros,  crea sentimientos de soledad en el individuo y desesperación comunal al no poder ser feliz con lo que se tiene, porque la realidad pide que se sea más, que se sobrepase por miles de millas a los compañeros, amigos, familiares etc, para lograr ser el centro de atención de una sociedad y despertar en los otros deseos por ser igual y hasta superior.

La publicidad, un arte que no es arte, un arte que se convierte en herramienta del marketing, del consumismo, que tiene a sus pies el poder de cambiar y crear nuevos mundos, de persuadir con su maquiavélica belleza comunicacional y que sabe con certeza que para perdurar en el tiempo y seguir en la cima se debe emplear toda clase de técnicas, estrategias y un sin fin de más actividades para seducir y mantener interesado a tiempo completo al consumidor final.

Las marcas en su afán sin limites de ser atemporales y facturar millonarias ventas, están dispuestas a probar y a ejecutar diversas técnicas y estrategias que les permitan seguir reinando en las personalidades de los individuos. Este tipo de estrategias, sean cuales sean, tendrán en su eje central la persona, la estudiarán y se valdrán de sus deseos, de sus gustos, de sus sentimientos, de sus emociones, de sus miedos, de sus necesidades de ser aceptados por los otros, y de tener lo que el otro tiene porque se ve feliz y satisfecho con su realidad, pero he aquí un giro inesperado con la realidad que se presenta en la comunicación, estas realidades son hechas, son minuciosamente actuadas para que la persona que esta expuesta y que recibe todo tipo de esta clase de información, crea y sienta que esa es la realidad que debe tener a todo costo.

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