El Tiempo Histórico (TH) en el aula
MIANGEL2330 de Septiembre de 2014
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El Tiempo Histórico (TH) en el aula
AUTOR: Mario Carretero
INTRODUCCIÓN:
En este capítulo vamos a revisar un aspecto importante en la comprensión de la Historia y por ende de las Ciencias Sociales: el Tiempo Histórico (TH). Vamos a exponer tres puntos.
1.- Se discutirá la importancia de las nociones temporales en la enseñanza de la Historia,
2.- Trataremos de pasar revista a las investigaciones que se han realizado sobre la comprensión de las nociones temporales por parte de los alumnos.
3.- Trataremos de extraer algunas orientaciones didácticas sobre la enseñanza del TH.
DESARROLLO:
Importancia del TH en la enseñanza de la Historia
a) Las fechas deben ayudar al alumno a situar temporalmente los acontecimientos en el continuo de la Historia;
b) Existe un reducido conjunto de fechas muy importantes, verdaderos hitos históricos, que todo alumno debe conocer.
c) En cualquier caso parece comúnmente aceptado el hecho de que es importante que el alumno adquiera una adecuada concepción de las nociones temporales que le sirven para interpretar cualquier nuevo conocimiento histórico.
De una manera más ordenada y sistemática podríamos decir que el TH es importante desde tres puntos de vista fundamentales a la hora de construir un currículo: disciplinar, psicológico y didáctico.
1.-La Historia como disciplina es inseparable del concepto de Tiempo.
*Muchos grandes historiadores han considerado el Tiempo Histórico como la columna vertebral de la Historia.
2.-Desde el punto de vista psicológico la construcción del tiempo es muy importante ya que consiste en una de las dimensiones básicas de toda la arquitectura cognitiva del individuo.
3.- Desde el punto de vista didáctico el TH ha tenido diversa consideración. Como veremos en los dos puntos siguientes su importancia ha sido decisiva, bien como estructurador del currículo bien como un aspecto más de contenido del mismo.
El Tiempo Histórico como trasfondo del currículo
El diseño curricular más generalizado para la enseñanza de la Historia, y para otras Ciencias Sociales, ha sido el diseño cronológico. En él la columna vertebral era el desarrollo de los acontecimientos a lo largo del tiempo. Todos los contenidos se estructuraban en torno a la cronología y las fechas y los períodos ocupaban un lugar central en la exposición de la temática disciplinar.
Más como complemento que como alternativa a los diseños curriculares cronológicos surgieron los diseños cronológico-temáticos. La diferencia con los anteriores consiste en el establecimiento de una temática conductora del hilo cronológico de la Historia.
Se contrapone a la idea de Piaget de la lectura anterior:
Los diseños curriculares hacia atrás son aquellos que proponen empezar a explicar la Historia por nuestros días e ir remontándose en el tiempo hacia el pasado.
La constancia de que se comprenden mejor los acontecimientos más cercanos en el tiempo que los acontecimientos más lejanos. Esta es la razón que se aduce para componer estos diseños hacia atrás.
Los diseños curriculares temáticos renuncian al eje cronológico como vertebrador del currículo.
La enseñanza actual del Tiempo Histórico
En los últimos años, y coincidiendo con un intento de renovación general de la enseñanza de las Ciencias Sociales, en general, y de la Historia en particular, se ha producido un cambio significativo en la enseñanza del TH.
Se introduce como objetivo en la mayor parte de las programaciones educativas y se dedica en las aulas un esfuerzo específico a la enseñanza de algunas de estas nociones. Se vuelve a conceder una especial relevancia, casi única, a los aspectos cronológicos del TH. Se llegan a explicar de modo explícito las eras, los períodos, los calendarios, etc.
El problema es que este cambio sigue siendo insuficiente. En primer lugar, parece que el tiempo dedicado a estas nociones sigue siendo escaso. En segundo lugar, las nociones trabajadas suelen ser siempre las mismas, es decir, las cronológicas, olvidándose de la existencia de otros aspectos y nociones temporales igualmente importantes. Y, en tercer lugar, los procedimientos didácticos no parecen ser los adecuados. La exposición de los contenidos temporales y algunos ejercicios más o menos ingeniosos no garantizan el acceso a estas complejas abstracciones.
La Comprensión del Tiempo Histórico (TH)
El estudio sobre la comprensión del TH
Como señala Montagero (1984), cuando se realiza una revisión de los estudios dedicados al tema de la adquisición de las nociones temporales lo primero que llama la atención es la escasez de trabajos en relación a la importancia del tema. De hecho existe una sola descripción detallada de la adquisición de las nociones temporales, elaborada por Piaget y completada veinte años más tarde por sus colaboradores del Centro de Epistemología Genética (Piaget, 1946). Por estas fechas Paul Fraisse publicó la obra más completa sobre la psicología del tiempo (Fraisse, 1967). En los últimos años se ha relanzado el interés del estudio sobre estos temas con la aparición de algunos trabajos importantes como los de Friedman (1982) y el propio Montagero (1984).
Las nociones temporales
Nuestra sociedad se ha dotado de unos instrumentos intelectuales que permiten que el tiempo personal sea común a todos. Ha inventado el reloj, el calendario, la cronología, haciendo del tiempo un continuo objetivo y cuantificable. No todas las sociedades disponen de una concepción semejante del tiempo.
1.-) Para los hombres de las llamadas culturas primitivas, el tiempo siendo algo subjetivo, ligado a las actividades que desempeñan. Para ellos los días se dividen en función de las fases de sus labores ganaderas. Por ejemplo, hay «horas» de ordeñar,etc; Estas «horas» varían de unas estaciones a otras al variar la duración del día. Para ellos el tiempo es discontinuo. Sólo sus actividades son constantes.
Algo parecido le sucede al niño en sus primeras experiencias con el tiempo. Para el niño, el tiempo depende de sus propias acciones; no es continuo ni constante.
El niño va a comenzar a dominar una serie de nociones temporales en la acción; después comienza a utilizar las representaciones y conceptualizaciones del tiempo, expresadas fundamentalmente a través del lenguaje; posteriormente, coincidiendo con otros logros cognitivos, el niño comienza utilizar y comprender el tiempo convencional, que planteará serios problemas de utilización hasta edades relativamente tardías. La idea fundamental de este proceso es que las nociones temporales se van construyendo unas sobre otras (tiempo en la acción-nociones temporales fundaméntales-tiempo físico-tiempo social o convencional). La comprensión del TH va a construirse sobre esta base previamente adquirida (una exposición más detallada de este proceso puede encontrarse en Pozo, 1985a). Con este panorama puede verse la complejidad de la construcción de las nociones temporales. De hecho, la mayor parte de los autores consideran que no existe, en este momento, una teoría capaz de explicar esta construcción en toda su riqueza y complejidad.
En un sentido general quizás la distinción de Fraisse sea útil para distinguir la diversidad y complejidad de dichas nociones. Fraisse (1967) propone que el tiempo presenta numerosos aspectos muy diferentes que pueden ser organizados en tres planos de adquisición progresiva:
a) El tiempo en sí mismo, que consiste en el establecimiento de parámetros temporales a partir de la propia actividad del individuo, en el orden de las eventualidades y la duración de los procedimientos de acciones conducentes a un fin; coordinar, en definitiva, las acciones de uno mismo con las acciones del otro;
b) El tiempo percibido, que permite aprender las sucesiones y la simultaneidad, y consiste en impresiones que conciernen a la intensidad relativa de las duraciones y su calidad de tiempo presente y pasado
c) El tiempo representado, que permite las evocaciones en términos verbales o de imágenes, y en sentido amplio, su utilización en las actividades mentales de conceptualización y razonamiento.
Conclusión: Para tratar de resumir la problemática de la adquisición de las nociones temporales nos gustaría resaltar varios puntos. En primer lugar, la comentada complejidad de estos aspectos, más importante de lo que pudiera pensarse a primera vista. En segundo lugar la idea, cada vez más apoyada experimentalmente, de que no existe una adquisición lineal de un concepto único de tiempo, sino muy al contrario una serie de adquisiciones parciales de un conjunto de sistemas o subsistemas de funcionamiento de las nociones temporales. En tercer lugar, parece que las descripciones de estos subsistemas coinciden en señalar unas ciertas constantes que, si bien es necesario investigar con más detenimiento, permiten comenzar a diferenciar una serie de niveles de comprensión de las diferentes nociones temporales. Las interacciones entre estos subsistemas parecen más versátiles y, por tanto, más complejas de lo que se esperaba desde una concepción de la adquisición de la noción de tiempo más monolítica y lineal.
Investigaciones sobre la comprensión del Tiempo Histórico (TH)
Veamos ahora los trabajos que se han centrado más en los aspectos directamente relacionados con el TH que, como veremos, son bastante escasos y muy pocos han partido de una concepción más general de las nociones temporales.
El confusionismo existente en torno al concepto de TH ha sido muy grande. Unos autores encuentran que ese concepto se domina en torno
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