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El movimiento insurgente y los inicios de una historia nacional


Enviado por   •  16 de Octubre de 2015  •  Ensayos  •  1.482 Palabras (6 Páginas)  •  324 Visitas

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Nombre: Leslie Edith Ruiz Gonzalez                                                     Grupo:HA02

“El movimiento insurgente y los inicios de una historia nacional”

Memoria mexicana. México, Taurus, 2008. “El movimiento insurgente y los inicios de una historia nacional”. (pp. 481-514)

El discurso histórico de la época prehispánica se caracteriza por que el gobernante define qué cosas se pueden recuperar del pasado y mantiene un control sobre su interpretación; mientras que en el del virreinato hay múltiples modos de interpretar y difundir el pasado. El virreinato conformo un mosaico inconexo de pueblos, etnias, lenguas y culturas que estaban diseminados en un territorio extenso y mal comunicado. La dificultad para reconocer el discurso histórico de los descendientes de la antigua nobleza indígena, de los nuevos pueblos de indios o del grupo criollo quizá se explique porque son discursos que provienen de realidades sociales en donde hay mezcla de distintas tradiciones.

Aparentemente los pueblos indígenas habían aceptado la conquista, la religión cristiana y la dominación política y económica de este modo los valores europeos se incorporaron a sus tradiciones más arraigadas.

  1. La formación del patriotismo criollo

La situación social y económica de los primeros criollos descansaba en el prestigio de ser españoles y descendientes de conquistadores. Este sustento entro en crisis cuando la corona ataco el fundamento de su oposición económica y social e instalo en el virreinato una burocracia de funcionarios peninsulares. Ser criollo se convirtió en un problema de identidad cuando estos tuvieron que presentar las pruebas de que esa tierra que reclamaban como derecho de herencia era verdaderamente propia.

La lengua española se convirtió en el principal vehículo de comunicación de los pobladores del virreinato, los criollos la sometieron a un proceso constante de americanización.

A finales del siglo XVII los criollos encontraron en el pasado prehispánico y en la naturaleza americana  elementos que los separaban de los españoles y afirmaban su identidad con la tierra de nacimiento. Según la interpretación de Juan de Torquemada, los verdaderos fundadores de la Nueva España fueron los frailes que iniciaron su tarea misionera e 1524, no los conquistadores. Durante la primera mitad del siglo XVIII la devoción de la Guadalupana se convirtió en un culto patriótico generalizado. La virgen de Guadalupe fue asimismo el centro de un culto popular masivo, reprodujeron el  nombre la virgen en ciento de nuevos altares.

Lorenzo Boturini Benaduci, un caballero italiano que estuvo en México entre 1736 y 1743, fue atraído por un superior impulso para investigar el prodigioso milagro de las apariciones de la virgen de Guadalupe, reunió muchos documentos sobre este tema y promovió la coronación de la virgen, esto lo llevo al destierro y a la perdida de sus documentos. El historiador William Robertson critico la influencia de la religión católica en la administración de las colonias españolas y multiplico juicios contra el oscurantismo. Francisco Javier Clavijero descalifico las interpretaciones acerca de la intervención del demonio que habían manejado los frailes españoles para denigrar la civilización indígena; Clavijero pudo ofrecer su reconstrucción del pasado indígena como una herencia orgullosa de los criollos. Los criollos de la Nueva España tuvieron la percepción de apropiarse el pasad indígena para darle legitimidad histórica a sus propias reivindicaciones. La patria criolla disponía ahora de un pasado remoto y noble, de un presente unificado por valores culturales y símbolos religiosos compartidos. La raíz más profunda, el México antiguo, fue vista bajo una nueva luz por los criollos formados bajo la influencia de las ideas ilustradas.

En 1740 Antonio de Solís y su familia comenzaron a difundir la existencia de monumentos arqueológicos.

Juan Bautista Muñoz, cronista mayor de Indias, conoció en Madrid los informes sobre Palenque y en 1786 recomendó hacer una detallada investigación del sitio y realizar las excavaciones necesarias para conocer el sistema constructivo y las características de la ciudad y sus monumentos. Los primeros planos y dibujos de ciudades extrañas y las reproducciones de los edificios, esculturas y monolitos magníficos difundieron una nueva imagen de la antigüedad americana.

Los criollos se dedicaron a propagar en su país las potencialidades transformadoras de la ciencia, y a difundir las nuevas ideas económicas, sociales y educativas. En 1769 comienzan las expediciones científicas dedicadas a hacer reconocimientos marítimos, geográficos y astronómicos y a recoger ejemplares de flora y fauna del virreinato.

Resulta claro que en las últimas décadas del virreinato la conciencia histórica de los criollos experimento cambios que fortalecieron su interpretación del desarrollo histórico y ampliaron su capacidad de reconocer y absorber otras memorias del pasado.

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