Expansión de la Revolución Industrial

Expansión de la Revolución Industrial

Es bien sabido que el ciclo comercial que constituye una economía capitalista genera depresiones y en el período entre 1873 y mediados de 1890 ocurrieron algunas muy agudas. Sin embargo, la producción mundial no se estancó, sino que siguió creciendo de manera muy sustancial. Por tanto, lo que estaba en juego no era la producción sino la rentabilidad.

En estas décadas se vio un gran crecimiento en las economías de Estados Unidos y Alemania, que ya en la primera mitad del siglo XX liderarían a la economía mundial. Francia también jugaría un papel importante en esta expansión y un poco más tarde llegaría a Italia, Rusia, Suecia, Japón, entre otros.

Bélgica, luego de independizarse de Holanda en 1830 inició un proceso rápido de industrialización, logrando adoptar el modelo británico. Contaba con inmensos yacimientos de carbón mineral que le permitieron proveer a los demás países de energía más barata.

Francia no adoptó el modelo de industrialización inglés, sino que se basó en la mejora de la producción agrícola y en la creación de pequeñas industrias.

Alemania ya contaba con una industria textil en 1820, pero el proceso de industrialización tomó fuerza hasta 1840, con el descubrimiento de yacimientos de hierro y carbón en la zona sur de Ruhr.

La economía se internacionalizó y esto produjo que se agudizara la competencia entre las grandes potencias para encontrar nuevos mercados.

Hubo algunos sectores que no se vieron afectados por estas depresiones, como es el caso de la producción de hierro, que en los 5 países que lideraban este mercado su producción casi se duplicó. La agricultura fue el sector que más tuvo cambios negativos. Como evidencia, en 1894 el precio del trigo era un poco menos de un tercio del de 1867.

El Reino Unido no se preocupó por el problema de la economía porque estaba en la cima para esos años. Los demás países empezaron a tomar medidas como Dinamarca que modernizó su agricultura orientándose en la producción de rentables productos ganaderos. Alemania, Francia y Estados Unidos impusieron aranceles que elevaron los precios.

La población también se vio muy afectada por esta problemática y una de las soluciones más viables para ellos fue la emigración masiva. Esto era una opción principalmente para aquellos que no tenían tierras o que no producía tanto, o para los que estaban en busca de un mejor salario y bienestar.

Asimismo, se empezaron a crear las cooperativas puesto que no se necesitaba de mucho dinero para invertir ni para producir. En 1900 había 1600 cooperativas para la elaboración de productos lácteos en los Estados Unidos y en Nueva Zelanda la industria láctea estaba bajo un estricto control de cooperativas de agricultores.

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