Factores Internos De La Independencia

Factores internos de la independencia

Nacionalismo criollo

Uno de los factores internos que propiciaron el movimiento de Independencia en toda América fue cuestión de tipo étnica. Los hijos de españoles nacidos en América fueron considerados durante tres siglos como inferiores a sus padres o hermanos nacidos en España. Se les clasifico como criollos, ellos resultaron a lo largo de la colonia dueños de haciendas, comerciantes o profesionales con una preparación intelectual que les permitió conocer las ideas ilustradas e identificar que ni igualdad, libertad y los derechos que preconizaban la ilustración les eran aplicables por su falta de identidad nacional. Con base a esto los criollos:

• Se convirtieron en críticos de la iglesia, la sociedad y de la monarquía. Eran defensores de ser americano.

• Exaltaron el pasado indígena, aunque ignoraron a la indígena.

• Promovieron el culto a la Virgen de Guadalupe.

• Cortaron con sus raíces hispanas.

• Formaron un grupo cohesionado por un sentimiento nacionalista.

• Se identificaron por primera vez como mexicanos.

Problemas económicos de la Nueva España: monopolio económico y político de los españoles

A principios del siglo XVIII el poder económico, político y militar de España se había deteriorado en forma notable. Bajo este programa, Felipe V (1713-1746) inicio la nueva dinastía de la Casa de Borbón, que introduciría en el país no solo las modas y gustos franceses, sino también las ideas y métodos de gobierno. La población había crecido y los cultivos progresado, como la cría de ganado y su exportación hacia Guadalajara y México. La costa era gran productora de tabaco, y éste constituía una fuente de riqueza, a veces trastornada por las decisiones del gobierno. Pero el progreso y el dinamismo del siglo XVIII no pudieron resolver algunos de los problemas mayores de la sociedad nacional y regional. La mayoría de los habitantes, con excepción del pequeño grupo de españoles venidos de la península, tenían de qué quejarse. La iglesia era la corporación mas poderosa en la Nueva España ppor tres razones:

• Las funciones políticas que ejecutaba.

• La riqueza y la fuerza moral que detentaba.

• El clero que mantenía, en especial el regular.

Los nacidos aquí de españoles, los llamados criollos, si bien es cierto que pertenecían al 10% de los ricos y acomodados, se quejaban de los españoles nacidos en Europa. Estos últimos gozaban de preferencia para los puestos importantes en el gobierno, en el ejército y en el gran comercio, y despreciaban muchas veces a sus primos o parientes políticos mexicanos. Los criollos, fuertes en su riqueza y orgullosos de su cultura, sufrían mucho por tal desprecio y eran los más disgustados con la situación del país, mucho más disgustados que la mayoría pobre o miserable de la población. A raíz de la conquista, toda la tierra fue considerada propiedad del Rey de España, aunque éste la enajenaba a favor de sus súbditos, ya haciéndoles merced (merced real) de las tierras gratuitamente, ya en pago de servicios o bien mediante cierta cantidad de dinero.

Insurrecciones populares

Levantamientos indígenas

Al iniciar el siglo XIX, en la Nueva España había un profundo malestar originado por injusticias y desigualdades de orden político, económico y social. En este ultimo aspecto se presentaron graves contradicciones que propiciaron enfrentamientos entre los sectores de la población, las injusticias se transformaron en fracturas irreparables que dieron paso a un movimiento social que afecto las estructuras establecidas. La expedición de Valdivia no fue sólo de conquista, sino también de colonización pues, junto con sus soldados, trajo indios peruanos para asentarlos en las nuevas tierras ocupadas, así como semillas y algunos animales domésticos. Pero la base de la nueva organización económica, como en todas las tierras americanas colonizadas por los españoles, sería la encomienda o repartimiento de indios. Los indios que habitaban un territorio ocupado por los españoles quedaban obligados a trabajar, ya fuera en la agricultura o en la minería, para los encomenderos o colonizadores hispanos, entre los que el jefe de la expedición y más tarde los gobernadores realizaban el repartimiento.En el período colonial, la explotación minera tuvo escaso desarrollo, y la economía chilena era esencialmente agraria. En las tierras del Chile central, junto a los cultivos indígenas, pronto se introdujeron los mediterráneos, trigo y vid, exportados sobre todo a los centros mineros de Bolivia y Perú. A medida que se fue consolidando la presencia hispana en las tierras más húmedas del sur, se fue introduciendo y desarrollando también la ganadería.

Rebeliones en otros sectores de la población

No es de estañar que el descontento que expreso en el siglo XIX fuera el reflejo de lo que se vivió siglos atrás, incluso entre los grupos privilegiados. Ejemplo de esto es el cas del criollo Martin Cortes-segundo marques del Valle de Oaxaca e hijo del conquistador-, quien, acostumbrado a la corte española, en América recibida trato de virrey. Considerando el fracaso de la guerra defensiva, Felipe IV resolvió darle término, mandando se atacase a los mapuches y se redujese a los prisioneros a la esclavitud.

La guerra continuó con las más variadas alternativas. Los levantamientos fueron generalmente encabezados por el toqui Lientur y por el mestizo Alejo. Hubo grandes combates como el de las Cangrejeras en 1929 y Albarrada, en 1633.

Más tarde el Gobernador, Francisco López de Zúñiga, marqués de Baides, era partidario de buscar un entendimiento con los araucanos; para lo cual contó con la ayuda de los jesuitas. Impulsado por la idea, celebró en el año 1640 una gran reunión o parlamento con los principales jefes mapuches, a orillas del río Quillín. Los españoles reconocieron la libertad de los araucanos en sus territorios y estos permitieron el ingreso a la Araucanía de sacerdotes misioneros.

Nuevos parlamentos se llevaron a cabo durante el siglo XVII y XVIII, pero la belicosidad de los araucanos y los intereses de los españoles no permitieron la paz. Se siguieron repitiendo los levantamientos generales que invariablemente terminaban en reuniones donde se prometía la paz. Los parlamentos más importantes realizados

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