Guerra Del Chaco

Analiza los hechos relevantes que caracterizan al periodo comprendido entre 1920 y 1935 en el Paraguay.

La cuestión limítrofe con Bolivia.

La fijación de límites del Chaco estaba irresuelta desde la independencia. Ni el Congreso Paraguayo ni el boliviano sancionaron ninguno de los tratados.

Tratado Decoud–Quijarro (15 de octubre de 1879)

El ministro plenipotenciario de Bolivia Antonio Quijarro junto al ministro de relaciones exteriores del Paraguay José Segundo Decoud firmaron un Tratado de Límites el 15 de octubre de 1879 en la ciudad de Asunción, dicho tratado consistía en dividir al Chaco por una Línea que cruzaba horizontalmente desde la desembocadura del rio Apa hasta el rio Pilcomayo, a la altura de D’Orbigny. El territorio situado al norte de dicha línea quedaba para Bolivia y el sur, para Paraguay.

Protocolo del 9 de enero de 1883.

Como Bolivia presentó proposiciones para la modificación del anterior tratado, se firmó un Protocolo el 9 de enero de 1883 aplazando el la fecha de caducidad, con el objeto de que el Paraguay tenga un mayor tiempo para considerar las propuestas.

Tratado Aceval–Tamayo 16 de febrero de 1887)

Benjamín Aceval junto al doctor Isaac Tamayo firmaron un Tratado de Límites el 16 de febrero de 1887 en la ciudad de Asunción, por el cual ambos países acordaron dividir a la región disputada en 3 zonas:

» Zona para Paraguay:

Correspondía a Paraguay desde el Río Pilcomayo siguiendo el meridiano 63° hasta la línea del Tratado Decoud–Quijarro.

» Zona a ser sometida a la decisión arbitral del rey Leopoldo II de Bélgica.

La zona comprendida entre la línea del Tratado Decoud–Quijarro y el paralelo a una legua al norte de Fuerte Olimpo.

» Zona para Bolivia.

El territorio al norte y oeste, pertenecía en su totalidad a Bolivia.

Protocolo del 14 de febrero de 1888

Como ninguna de las partes había logrado ratificarlo, el 14 de febrero de 1888, apenas a dos días del vencimiento del plazo convenido, se firmó un Protocolo prorrogando el plazo antes fijado por otros 9 meses.

Protocolo del 3 de agosto de 1894

Como el congreso de Bolivia no ratificó el tratado en la fecha acordada, el ministro plenipotenciario de Bolivia doctor Telmo Ichazo junto al ministro de relaciones exteriores del Paraguay Gregorio Benítez firmaron un Protocolo por el cual se declaró la completa caducidad de los tratados Decoud-Quijarro y Aceval-Tamayo, abriendo el camino a nuevas tratativas.

Tratado Benítez–Ichazo (23 de noviembre de 1894)

Nuevamente el ministro boliviano T. Ichazo junto al ministro paraguayo G. Benítez, firmaron un Tratado por el cual se establecía la frontera entre Paraguay y Bolivia a partir de un punto situado a 3 lenguas al norte de Fuerte Olimpo hasta el Pilcomayo en el meridiano 61° 28' de Greenwich. El territorio así delimitado sería paraguayo hacia el sudeste de esa línea, y boliviano el que quedaba al noroeste de la misma. Si bien el canje de las ratificaciones debía efectuarse en el menor plazo que sea posible, este tratado tampoco pudo ser aprobado, por el rechazo en este caso de ambos congresos.

Protocolo Soler–Pinilla (12 de enero 1907)

A raíz de la tensión que estaba tomando el diferendo, el gobierno de la Argentina logró mediar entre ambos países, logrando que ministro de Hacienda del Paraguay, el doctor Adolfo Soler, junto al ministro de relaciones exteriores boliviano, el doctor Claudio Pinilla, se reunieran en Buenos Aires para discutir diversas proposiciones de las dos partes. Buscando soluciones que concilien ambas posturas, el ministro de relaciones exteriores argentino, el doctor Estanislao S. Zeballos, hizo una propuesta, la cual fue aceptada y luego firmada por los representantes de los dos países en pugna. Básicamente estipulaba lo siguiente:

1) «Someter la cuestión al fallo arbitral del presidente de la República Argentina, el doctor Figueroa Alcorta.

2) La zona a someterse a dicho arbitraje queda entre el paralelo 20°30' y la línea que en sus alegaciones sostenga al N. el Paraguay en el interior del territorio, entre los meridianos 61º 30' y 62°.

3) Ratificar este convenio dentro de los cuatro meses.

4) Presentar al presidente de la República Argentina, dentro de los 30 días de la ratificación por el Parlamento, una exposición de los títulos y antecedentes que abonan sus derechos respectivos, a fin de que pueda decidir sobre el mejor derecho.

5) Mientras se tramita el cumplimiento de este Convenio, las Altas Partes contratantes se comprometen a no innovar ni avanzar las posiciones existentes a la fecha. En ningún caso podrá cesar el statu quo antes de 16 meses de la fecha.

6) En caso que una de las Partes Contratantes no ratificase este ajuste, se entenderá como prorrogado el statu quo, el cual será fielmente observado bajo la garantía del gobierno argentino.».

Lamentablemente, el presidente Alcorta declinó su intervención a raíz de los inconvenientes que se suscitaron al haber este fallado en contra de Bolivia en un litigio limítrofe que este país mantenía con el Perú.

Mientras el Paraguay era desgarrado por revoluciones y guerras civiles, Bolivia uso una estrategia de ocupación silenciosa del Chaco: era sabido que fundaron los fortines de Guachalla y Ballivián.

Protocolo Ayala–Mujía (5 de abril de 1913)

El ministro plenipotenciario de Bolivia, doctor Ricardo Mujía junto al ministro de relaciones exteriores del Paraguay, doctor Eusebio Ayala firmaron un Protocolo el 5 de abril de 1913 en la ciudad de Asunción, en el que se estipulaba que Paraguay y Bolivia se comprometían a firmar un tratado definitivo de paz, en no menos de 2 años, manteniendo el Statu quo del Protocolo Soler–Pinilla. El mismo sufrió prorrogas y se suspendió sine die en 1918.

Cuando el 26 de febrero de 1927 fue muerto el Teniente Rojas Silva por un destacamento Boliviano, en fortín Sorpresa, y un mapa mostró los nuevos fortines bolivianos en el Chaco, la guerra era ya inminente.

Protocolo Díaz León–Gutiérrez (22 de abril de 1927)

Plenipotenciarios de Paraguay y Bolivia se reunieron en Buenos Aires en una Conferencia para resolver la cuestión de Limites, sin resultados. Entretanto Paraguay se preparaba para el conflicto; aumentó el presupuesto para la defensa, se contrataron misiones militares extranjeras, los Artesanales de la Guerra y Marina aceleraron su producción y una escuela empezó a formar oficiales de reserva.

Afines de 1928, el mayor Rafael Franco atacó el Fortín Vanguardia, instalado en territorio Paraguayo, provocando la ruptura entre ambos países. Los bolivianos tomaron poco después Boquerón, y uno 20000 hombres a la primera movilización general decretada en Paraguay.

Antecedentes y causas de la Guerra del Chaco.

Diversas causas fueron propuestas para explicar esta guerra sostenida durante 3 años en un territorio inhóspito, entre dos países relaciones eran casi inexistentes,

La primera versión –la que más ha durado en el tiempo– asigna responsabilidad del conflicto a compañías petrolíferas norteamericanas. Según esta hipótesis, como la Standard Oil deseaba el Petróleo Chaqueño, habría fomentado la guerra y financiando el ejercito de Bolivia. Esa versión corría incluso en medios oficiales de la época, y fomentó una reacción Patriótica de la Población.

Una segunda versión busca antecedentes en la Guerra del Pacífico: como Bolivia perdió sus costas sobre ese océano, buscaba apoderarse de la ribera del Rio Paraguay, para tener una salida fluvial. Una tercera hipótesis supone regímenes políticos inestables, en Bolivia y en el Paraguay, fomentaron proyectos pro guerra, para salvarse los conflictos internos y ganar apoyo de la Población.

También se propusieron razones históricas: una extensa frontera seca, vagamente delimitada desde la colina, separaba ambas naciones.

Hasta fines del siglo XIX, el chaco solo tenía población indígena, no registrada en ningún censo. Estas fronteras, como todas las de Paraguay, debieron fijarse a través de guerras entre los nuevos países.

Hasta hoy no existen fuentes documentales que prueben el rol de las compañías petrolíferas en la Guerra Paraguayo–Boliviana, y después de sucesivos cateos, aún no se encontraron en territorio Chaqueño yacimientos de carburante aptos para ser explotados. Por otro lado, aunque es cierto que Bolivia deseaba puerto sobre el río para salir hacia el Atlántico, nunca fue necesario llegar a las armas para obtenerlo. Y en cuanto a la última hipótesis, mal podía ese solucionar crisis internas: finalmente ambos gobiernos, el de Daniel Salamanca y el de Eusebio Ayala, cayeron con golpes liderados por combatientes del Chaco.

En represalia por la retoma del Fortín Carlos Antonio López 15 de junio de 1932), los bolivianos ocuparon los fortines Paraguayos Corrales, Toledo y Boquerón.

Campaña de 1932 El Gobierno Paraguayo ordenó al Comandante de las fuerzas Paraguayas en el Chaco, Tte. Cnel. Félix Estigarribia, retomar Boquerón. El asedio se inicio el 9 de septiembre y, tras veinte días de intenso fuego, las tropas paraguayas tomaron Boquerón el 29 de septiembre de 1932.

Se inicio la ofensiva del ejército paraguay, que retomó los fortines de Toledo y Corrales, y atacó los fortines Ramírez, Lara, Castillo, Yujra, Arce, Alihuatá, Fernández, Platanillos, Bolívar, Loa y Jayucubas. La ofensiva llegó hasta finales de diciembre de 1932 y se detuvo en el Kilometro 7 de Saavedra.

Campaña de 1933 En enero de 1933, los bolivianos decidieron

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