HISTORIA ALGODON

INDUSTRIA ALGODONERA

Durante la Revolución Industrial en Gran Bretaña la industria textil fue la primera en desarrollarse. Así pues la producción de telas era desde hacía siglos una importante actividad económica en Gran Bretaña, tanto de tejidos elaborados a partir de lana como de algodón, que es lo que nos ocupa para describir los cambios de la industria algodonera. Parte de la producción de algodón se basaba en el sistema doméstico. Precisamente la industrialización supondrá es paso progresivo de la producción artesana en el ámbito doméstico mediante herramientas a la producción en grandes fábricas con telares movidos por energía hidráulica o por medio de máquinas a vapor.

La industria algodonera, en la Revolución Industrial, tiene un papel principal, porque sus fábricas estuvieron entre las primeras y más numerosas de las empresas que alcanzaron un tamaño para el cual los problemas de dirección se hicieron importantes y también porque algunos de los empresarios de esta industria estuvieron entre los que mejor abordaron dichos problemas.

En el sector del algodón las grandes empresas fueron tantas, estuvieron tan concentradas geográficamente y se desarrollaron con tanta rapidez, que entre ellas pudieron copiarse las técnicas de organización y dirección,así que a pesar de su temprana aparición existieron pocos pioneros entre los empresarios del algodón.

Una fábrica de algodón estaba determinada por su maquinaria normal y dejaba un margen estrecho al diseño, habilidad o nuevas soluciones a los problemas, en comparación con otras industrias principales como la minería o ingeniería. Aquí se produjeron algunos de los fracasos más sonados , y además los conocidos abusos en las fábricas del algodón son un ejemplo de que el sistema fabril creció mas que la técnica administrativa desarrollada para hacerle frente.

Las firmas pioneras se crearon a lo largo de Derbyshire, Gales del Norte y algunas zonas de Escocia, pero enseguida esta industria se localizó en torno a dos centros: Manchester y Glasgow, siendo el primero de ellos el principal.

La competencia era feroz en las ciudades algodoneras en expansión. Era fácil, en este sector, llegar a la cima a partir de la nada, pidiendo fondos prestados y alquilando locales, pero también resultaba fácil desaparecer de nuevo. Los cambios técnicos sucedían con tanta rapidez que el que no innovaba era incapaz de competir con el resto.

Por otro lado era un medio en el que se podía observar, en algunos casos, la falta de piedad, no sólo con los competidores sino con los propios trabajadores de los cuales muchos eran mujeres y niños. Entre los fabricantes de algodón, los pocos individuos que destacaron por su conciencia social se vieron favorecidos por mano de obra barata y los beneficios eran mayores y eran más fáciles las condiciones de supervivencia.

A lo largo del siglo XVIII la industria textil conocerá importantes innovaciones técnicas. Entre los principales inventos textiles encontramos:

La lanzadera volante. Fue inventada por John Kay en 1733 y era un modo para tejer más rápidamente. Esta lanzadera volante estaba prevista de ruedecillas que, accionada por un único tejedor, hacia que los hilos discurrieran con una mayor velocidad, lo que elevó la productividad en la fase de tejer. Fue el primer invento en este sector en la Revolución Industrial. Hasta entonces el proceso de hilado se hacia con el torno de hilar o con la rueca.

La spinning jenny. Ante la nueva demanda de hilo la respuesta sería esta nueva máquina hiladora, que permitía que se hilara a mayor velocidad. Fue inventada en 1764 por James Hargreaves, quién la patentó en 1768. Era una máquina manual, es decir, aun utilizaban como energía la fuerza humana de los trabajadores, pero permitía hilar varios usos a la vez, multiplicando la capacidad de los hiladores.

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