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Historia De Mexico


Enviado por   •  20 de Marzo de 2015  •  1.446 Palabras (6 Páginas)  •  314 Visitas

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Introducción

En este proyecto les voy a dar a conocer un poco de la historia de nuestro México, sus cambios y su manera de gobernar. En los diferentes subtemas, los cuales llevan una relación con mi tema El crecimiento de Nueva España los cuales les voy a hablar de manera cronológica o en relación.

El auge económico

El florecimiento de las ciudades

Expansión de la minería y del frente agrícola

Fortalecimiento de los mercados internos

Las grandes fortunas mineras y comerciales

Los inicios de la actividad industrial

La preeminencia del bajío

La ocupación de Texas, Tamaulipas y las californias

El enfrentamiento con los indios de las praderas de Norteamérica

Todos estos subtemas se los iré explicando en mi desarrollo, el cual espero sea de su agrado el cual nos dará conocimiento de lo transcurrido de nuestro país en los años o siglos pasados del crecimiento que obtuvo Nueva España. Para así poder tener conocimiento y poder narrar un poco de nuestro magnifico México.

Desarrollo

El auge económico que se dio en Nueva España se vio reflejado en el periodo de prosperidad económica la cual se manifestó en el aumento de la población y el florecimiento de la minería, el comercio y la agricultura. En 1742 Nueva España contaba con 3336000 habitantes, y en 1810 ya eran 6122000. Por otra parte la minería la cual se dedicaba a la producción de metales preciosos rebasaba 19000 pesos y entre 1805 y 1809 era de 122000000 pesos.

Mientras que los ingresos en 1770 de la real Hacienda fueron de 17000000 de pesos, en 1809 esta suma rebaso los 78000000 de pesos. Gracias a esto, en la segunda mitad del siglo XVIII Nueva España era la colonia más opulenta del imperio española fines del siglo XVI i a principios del siglo XVII ciudades como México, puebla de los Ángeles, Oaxaca, san Cristóbal de las casas, Mérida, Morelia y Guadalajara se convirtieron en centros económicos, financieros, políticos, religiosos y culturales que rigieron los destinos de amplias zonas. Gracias a su florecimiento de estas ciudades los virreyes de la época borbónica le dieron mucha importancia al desarrollo de obras públicas. La explotación de la plata novohispana proporcionaba los mayores recursos para sostener el sistema colonial y a España misma, por lo cual los borbones proponían elevar su producción. A partir de la segunda mitad del siglo XVIII su producción creció con rapidez debido a la rebaja del precio del mercurio, la introducción de nuevas técnicas de extracción, la creación de compañías las cuales brindaron recursos para explotar las minas y el apoyo de los borbones. Sin embargo en 1765 disminuyo el precio de la pólvora y del mercurio.

La minería impulsaba la agricultura, las manufacturas y el comercio interior; pero existía una escasez de moneda.

Desde el siglo XVII, las haciendas se convirtieron en las principales abastecedoras de los centros urbanos y mineros. Sin embargo, el desarrollo de la agricultura dependía del clima, pues ya que si había abundantes lluvias se producían buenas cosechas. Con el sistema de flotas que la corona española estableció en el siglo XVI para proteger el comercio marino. Pero en 1778 Carlos III dicto la pragmática del comercio libre, el cual derogo dicho sistema y puso fin a este monopolio de Cádiz en el comercio con las colonias americanas y tuvo como consecuencia esta disposición, que nueva España recibía gran cantidad de artículos europeos y a saturarse mercados. Esas medidas propiciaron la desaparición del monopolio mercantil de la ciudad de México y Veracruz; un tiempo después surgí un grupo de comerciantes que despachaban sus mercancías al norte del virreinato. Después la corona dio un segundo golpe contra el sistema monopolista de comercio novohispano al prohibir que los alcaldes mayores emprendieran operaciones comerciales. Las grandes fortunas mineras y comerciales se dieron durante la etapa colonial, donde los mineros acumularon grandes fortunas por medio de la extracción de la plata. Muchos obtuvieron sus títulos de nobleza y varios de ellos poseían minas en Guanajuato, donde se producía una gran cantidad de plata novohispana. Sobresalían mineros como Pedro romero de terreros, conde de regla y José de la borda, a quien la explotación de minas en diferentes estados le permitió acumular una fortuna demasiado elevada ya que ellos eran los más ricos. José de la borda capturaba a indígenas para que fueran sus esclavos y trabajaran en sus minas pero debido a la extrema jornada de trabajo fallecían por cansancio. Los inmigrantes españoles dominaron el comercio colonial. En el siglo XVIII, acumularon grandes fortunas lo que les ayudo para comprar títulos de nobleza.La corona española freno el desarrollo de la industria novohispana; sin embargo, la producción de manufacturas de hilados y tejidos de algodón y lana tenían gran crecimiento. Los talleres artesanales y los obrajes se ocupaban de la producción textil. Los gremios establecían prohibiciones severas para que nadie practicara un oficio de manera independiente. Los obrajes eran construcciones insalubres, se parecían a las cárceles de esa época y eran adaptadas para reunir grupos de trabajadores dedicados a la producción de manufacturas. La producción textil era enviada a centros urbanos, haciendas y minas del bajío, y el norte del virreinato. Las mantas, telas de algodón y lana, paños, trazadas y sayales, eran los productos básicos. La producción de tejidos bastos de algodón se desarrollo en Tlaxcala y puebla; la de mantas era en Querétaro, Celaya, san miguel y saltillo. A la fértil planicie que abarcaba los estados de Guanajuato, Michoacán y Querétaro se le denominaba el bajío. En el siglo XVII esta planicie atrajo capitales que se invirtieron en la explotación de las minas y la fundación de las haciendas de beneficio de metales. Por consecuencia, se establecieron ranchos agrícolas y ganaderos, dedicados a la producción de alimentos que demandaba la creciente población del bajío.

Se dice que en el siglo XVIII, las rancherías y comunidades de labradores se convirtieron en ciudades y centros agrícolas importantes, los cuales abastecían el área mineral de los lugares de a paseo, valle de Santiago, a cámbaro, Celaya, salamanca, Irapuato, león y silabo y los enviaban a la ciudad de México. San Luis de la paz, valle del maíz, san miguel el grande y dolores, comenzaron a transformarse en pueblos dedicados al pastoreo de ovejas, cuya lana era convertida en tejidos. De este modo se estableció un intenso tráfico comercial entre los centros productores de bienes manufactureros y agrícolas y los reales de minas. A finales del siglo XVII, la superficie de nueva España rebasaba los cuatro millones de kilómetros cuadrados. La zona norte era rica en minas y ganado.

Lo cual abastecía al centro de lana, algodón, mulas, caballos, vacas, cueros y plata.

Las poblaciones del norte de Nueva España experimentaron una época de prosperidad por el descubrimiento de nuevos filones de plata en minas que parecían agotadas. El gobierno estableció presidios y misiones en las californias, Texas y otros territorios, debido a las amenazas y depredaciones de los indios nómadas. Los presidios que se establecieron desde sonora hasta Texas, se dieron con el fin de resguardar los caminos y perseguir a bandas de indios rebeldes. Después de 1748 la situación cambio: los comanches expulsaron a los apaches de las praderas de Nuevo México. Por lo cual se vieron obligados a emigrar al sur. Al verse despojados de esas zonas de casa bisonte, los apaches encontraron en el ganado un sustituto de su alimentación. En 1751 empezaron a penetrar en los poblados españoles. Robando ganado, mataron a vecinos y arrieros, obstaculizaron el comercio y provocaron el abandono de haciendas y pueblos. También dice que la presión militar obligo a algunos a solicitar la paz. Promovieron el divisionismo entre tribus indígenas enigmas, establecieron alianzas, ofrecieron recursos a los grupos pacificados y fomentaron el consumo al alcohol para favorecer la dependencia de los nómadas respecto de la economía novohispana.

Conclusión

El crecimiento que tuvo en el siglo XVII la Nueva España se vio reflejado en el aumento de la población y el floreciendo de la minería, el comercio y la agricultura. Muchas ciudades (México, puebla de los Ángeles, Oaxaca, san Cristóbal de las casas, Mérida, Morelia y Guadalajara) se convirtieron en centros económicos, financieros, políticos, religiosos y culturales que rigieron los destinos de amplias zonas. También la explotación de la plata novohispana proporcionaba los mayores recursos para sostener el sistema colonial y a España misma, por lo cual los borbones proponían elevar su producción. Después establecieron el sistema de flotas que la corona española estableció en el siglo XVI para proteger el comercio marino. Tiempo después la producción de manufacturas de hilados y tejidos de algodón y lana tenían gran crecimiento. Los talleres artesanales y los obrajes se ocupaban de la producción textil. Se construyeron gremios y obrajes; la producción textil era enviada a centros urbanos, haciendas y minas del bajío, y el norte del virreinato.

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