Historia. Romanticismo
vanesamaidana17 de Abril de 2014
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Historia de la educación argentina. Dr. Juan Carlos P. Ballesteros. 2013
Unidad 3.
Romanticismo.
El romanticismo como movimiento se extiende desde fines del siglo XVIII a mediados del siglo XIX. No es solamente un movimiento filosófico, sino que abarca todas las manifestaciones de la vida espiritual: la literatura, la música, el derecho, etc. Conserva de algún modo la idea iluminista del progreso (aunque ya no necesario o indefinido, como sostenía la Ilustración), pero su mayor diferencia es su carácter histórico.
El romanticismo tuvo uno de sus primeros representantes en el alemán Johann Gottfried Herder (1744 – 1803). Sostiene que el animal comienza a vivir sobre el cero inmutable de su especie fija. El hombre, en cambio, comienza a vivir sobre el cúmulo de unidades históricas que sus antepasados le han legado. Lo “humano general” sólo se encuentra en el “particularismo nacional o histórico”. Cada lugar y cada época tiene su particularidad. Estudiarlo en su estructura íntima es la tarea del historiador. “No se pueden forzar los datos históricos para que entren en el esquema abstracto y preconcebido del progreso”.
Echeverría
La clase ilustrada de Buenos Aires estaba acostumbrada a imitar las ideas y costumbres de los pueblos “civilizados”, principalmente de Francia e Inglaterra. Quien introduce el romanticismo en el Río de la Plata fue Esteban Echeverría, que trajo de Europa la novedad de que los europeos habían rescatado el pasado histórico de cada pueblo y exaltaban el espíritu nacional de cada uno. Echeverría nació en Buenos Aires en 1805. A los veinte años se fue a Europa, viviendo en París desde 1826 hasta 1830. Murió en Montevideo en 1851.
Echeverría fue uno de los primeros en escribir obras de literatura de contenido local, como La cautiva y El matadero. Pero sus ideas educacionales las encontramos en su obra El dogma socialista. Allí escribió que la soberanía del pueblo sólo puede residir en la razón del pueblo, por lo que solamente está llamada a ejercerla en la práctica la parte “ilustrada” de la comunidad social. “Esta idea, expuesta por primera vez en 1838, y reiterada en 1847, al publicar Echeverría su Dogma socialista (…) es la democracia condicional. Para juzgarla con equidad debemos agregar que iba acompañada de un corolario esencial: la de que el pueblo tenía que ser educado para acceder a la soberanía plena: ‘La educación de las masas debe ser sistemaza?, escribió Echeverría.
Y sus compañeros de generación, al vencer a Rosas, aplicaron su doctrina al pie de la letra. Mantuvieron al pueblo en tutela, y fomentaron la educación popular.” (Julio Irazusta: De la epopeya emancipadora a la pequeña Argentina. Ed. Dictio. Buenos Aires, 1979)
Los jóvenes que coincidieron con Echeverría solían reunirse en el Salón Literario de Marcos Sastre. Inicialmente no estaban contra Rosas (algunos escribieron a favor de Rozas), pero luego, en desacuerdo con la política de soberanía nacional de Rosas al enfrentarse a Francia e Inglaterra hizo que paulatinamente fueran yéndose al extranjero. Por eso se los conoció como “generación de los proscriptos” o “generación del 37”.
Alberdi
Juan Bautista Alberdi. Nació en 1810 en Tucumán. En 1825 ingresa al Colegio de ciencias Morales en Buenos Aires gracias a una beca y recomendación del Gral. Heredia.
En 1830 se clausura por decreto el Colegio de Ciencias Morales y sus alumnos pasan a la Universidad. En sus estudios de jurisprudencia sigue a Savigny – legislación nacional. En 1831 publica su primer escrito: “El espíritu de la música”. Influido por Savigny publicó en 1835 el Fragmento preliminar al estudio del Derecho. También revela la influencia de Herder (El progreso se encuentra en la historia)
1837: La Moda, periódico semanal donde publica algunos artículos.
1838 se va a Montevideo, habiendo concluido sus estudios de jurisprudencia y sin haberse titulado (¿por no jurar lealtad a la Federación?). Tiene 28 años. En Montevideo funda con Cané en 1839 La Revista del Plata para atacar a Rosas.
Cuando en 1843 el Gral. Oribe sitia Montevideo, se va a Europa. Visita Italia y Francia, donde conoce a San Martín. Hacia 1844 viaja a Chile. Allí publicó Acción de la Europa en América, defendiendo la intervención anglofrancesa en el Plata.
En 1852 publicó Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina. En 1855 vuelve a Europa como Embajador de la Confederación. Hasta 1862 se queda a vivir en París. Ataca a la Triple Alianza. Regresa en 1879 y es nombrado diputado por Tucumán. Murió en París en 1884.
Alberdi tiene un iluminismo en los fines y medios historicistas (románticos).
Plan de Alberdi: Gobernar para poblar; poblar para trabajar; enriquecerse para tener cultura; tener cultura para la libertad; libertad para la dignidad.
“Gobernar es poblar” (En Pensamientos, Ed. La Facultad. Buenos Aires, 1920): “Cuando se dice que gobernar es poblar, se entiende que se habla de población gobernable, es decir, civilizada y capaz de Libertad.” 145
“Gobernar es despoblar, cuando la población es la negación y el obstáculo radical de todo Gobierno civilizado.” Idem “Así lo entienden los Estados Unidos cuando despueblan sus territorios del Oeste de sus habitantes salvajes que lo poseían primitivamente.” Idem
“Civilizar la América es poblarla de las poblaciones civilizadas de la Europa: poblarla de sus poblaciones atrasadas, corrompidas, ignorantes, que sin duda contiene, es barbarizar, embrutecer la América.” Idem.
“Si la América del Sud aspira a ser la copia de la América del Norte en gobierno y libertad, trate entonces de poblarse con las mismas poblaciones que recibe de la Europa la libre América anglosajona; puéblese de ingleses, de alemanes, de suizos, de franceses, que son los que llevan en sus hábitos las leyes vivas de la Europa civilizada y culta.” 146
Leer Bases, XIII “La educación no es la instrucción.”
Lectura complementaria: Alberdi: Grandes y pequeños hombres del Plata.
La educación en la época de Rosas.
Juan Manuel de Rosas (1793 – 1877) fue gobernador de Buenos Aires desde 1829 a 1832 y desde 1835 a 1852. Este segundo período se conoce como el de la Confederación Argentina, en el que la mayoría de las provincias se unieron bajo la causa federal y delegaron en Rosas la representación exterior.
En este período se desarrollaron varios colegios y en la Universidad de Buenos Aires tuvieron un impulso las ciencias, se imprimieron libros, se desarrolló la historia (Pedro de Ángelis), la música y el teatro, etc. No obstante, en algunos períodos la educación sufrió la falta de fondos públicos impuesta por los bloqueos al puerto de Buenos Aires (fuente de recursos económicos por la Aduana) por parte de Inglaterra y Francia.
En 1836 regresaron los jesuitas a Buenos Aires y Rosas los autoriza a reabrir su Colegio en 1837, en el que estos religiosos dictaron clases hasta 1841, año desde el cual los jesuitas comenzaron a abandonar Buenos Aires hasta que Rosas finalmente los expulsa en 1843. A partir de este último año y hasta 1851 funcionó en Buenos Aires el Colegio Republicano Federal de Buenos Aires, bajo la dirección de un padre jesuita que pasó al clero secular, el padre Francisco Majesté. Fue subdirector Marcos Sastre por algunos años, hasta que fue substituido por el educador francés Alberto Larroque, quien posteriormente se hizo cargo del rectorado del Colegio de Concepción del Uruguay, en Entre Ríos.
Entre 1830 y 1852 la Universidad de Buenos Aires tuvo como rectores a tres sacerdotes: Santiago Figueredo, Paulino Garri y Miguel García. En ese período se graduaron en Jurisprudencia numerosos estudiantes, entre los que se destacan Vicente Fidel López, Eduardo Costa, Rufino de Elizalde Bernardo de Irigoyen, Alberto Larroque, Miguel Navarro Viola, Marcos Paz, Luis Sáenz Peña, Juan Francisco Seguí, Carlos Tejedor, etc., todos ellos destacados hombres públicos en el futuro. Escribe Fermín Chávez en La cultura en la época de Rosas. Aportes a la descolonización mental de la Argentina que ”un párrafo aparte lo merece el caso de Juan María Gutiérrez, quien, contra lo que se ha venido diciendo por sus biógrafos, obtuvo el 5 de junio de 1834 el grado de doctor en jurisprudencia, exonerado del pago de los aranceles correspondientes ‘por su notoria falta de fortuna’…”
De la Facultad de Medicina se graduaron numerosos médicos (223 médicos en esos 22 años), entre ellos Guillermo Rawson, Francisco Javier Muñiz, Claudio Mejía, Salvador R. Barceló, Adolfo Argerich, etc., cuyos nombres llevan numerosos hospitales hasta hoy. En este período se realizó en Buenos Aires la primera operación con anestesia (éter) y Rosas ayudó en sus viajes de estudio desde la Patagonia a Buenos Aires a Charles Darwin. En 1836 se publicó la mayor colección hasta entonces de documentos históricos, la Colección de Obras y Documentos relativos a la Historia Antigua y Moderna de las Provincias del Río de la Plata, realizada por Pedro de Ángelis, un napolitano considerado uno de los primeros historiadores de la Argentina.
Constitución de 1853
La Constitución de 1853 tiene cuatro artículos referidos a la Educación:
Art. 5: Cada provincia dictará para sí una Constitución bajo el sistema representativo republicano, de acuerdo con los principios, declaraciones y garantías de la Constitución Nacional; y que garantice su administración de justicia, su régimen
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