Historia del arte
jerry2345Tesis5 de Febrero de 2013
4.160 Palabras (17 Páginas)348 Visitas
Historia del arte
Hominización y arte
La prehistoria es la etapa más larga de la historia de la humanidad, costó al hombre llevar a cabo en proceso evolutivo anatómico que le otorgo su aspecto actual. En el continente africano se fabrican los primero útiles de piedra y poco después en Eurasia, los autores de estas industrias fueron el Homo habilis, el homo erectus y los presapien que se había desarrollado en africa oriental, asia y europa. Uno de los procesos más sobresalientes de la hominización, ya que con la adopción de la posición erecta de las manos adquirieron otro tipo de prioridades aparte de las prensiles. El hombre podía fabricar objetos, pintar, grabar y realizar toscas.
A media que la inteligencia se fue desarrollando, las manos fueron logrando también mayor precisión en la ejecución de los actos. Empezó a desarrollarse la vida domestica y se aplicaron nuevas tecnologías para la fabricación de útiles líticos. Se manifestaron las primeras creencias religiosas. La caza fue el principal medio de subsistencia. Los ritos funerarios aparecieron durante el paleolítico medio. Las primeras autenticas representaciones artísticas fueron figuras de animales grabadas repetidamente, sobre fragmentos óseos. Así mismo, la frecuente reproducción de las figuras femeninas sensuales y de aspecto maternal, con enormes senos y vientres.
Durante la transición de del paleolítico al neolítico tuvo también lugar el primer cambio estilístico de la historia del arte. Una creación típica fueron los menhires, que se creía era para albergar espiritus de las divinidades. Se empieza a diferencia el arte sacro de arte profano. Las principales comunidades neolíticas surgen a orillas de loa grandes ríos, se desarrollan asi grandes civilizaciones: la Mesopotamia, la egipcia, la india y la china.
Las gigantescas construcciones de la civilización egipcia. Donde las figura del soberano coincidía con la de Dios. El tradicionalismo del antiguo arte oriental se caracteriza por la lentitud de su evolución y la longevidad de sus singulares tendencias estilísticas. Los sacerdotes, por su parte, divinizaban a los reyes, para que quedasen en el ámbito de su propia autoridad; al mismo tiempo los reyes ofrecían templos a los dioses y a los sacerdotes: todos buscaban en el arte un aliado para la conservación del poder. Los grandes talleres anexos al palacio y al templo eran las escuelas en las que se formaban las nuevas generaciones de artistas, Mientras los pintores y los escultores permanecían en el anonimato, por el hecho de realizar una actividad manual, a los arquitectos se les reconocía la cualidad intelectual de su trabajo y se les otorgaba una cierta relevancia social. En el arte egipcio la estatua era, por encima de todo, el monumento de un rey y en segundo lugar la representación de un individuo.
Un único intento de rebelarse a la tradición fue llevado a cabo por Akhenatón (Amenofis IV) en el siglo XIV a. C. Autor de una reforma religiosa, Akhenatón, impulsó en el arte, durante un breve período de tiempo, una gran variedad de formas naturalistas. En esta etapa artística el realismo se manifestó libremente, destacando una delicadísima introspección psicológica, como puede observarse en los retratos de Akhenatón y Nefertiti. Tras esta etapa se volvió de nuevo a la estilización normativa de la tradición. Durante la dinastía saíta (siglos VII-VI a.C.), una etapa que se desarrolló entre la invasión asiria de Asurbanipal y la invasión persa de Cambises, el arte perdió todos los valores de la tradición egipcia. La antigua Mesopotamia, como Egipto, debió su prosperidad a los ríos que recorrían su territorio, en este caso el Éufrates y el Tigris, la historia antigua de esta región se desarrolló en un arco de tiempo comprendido, aproximadamente, entre el 3000 y el 500 a.c.
Una característica de la producción artística mesopotámica es la monumentalidad, entre las Siete Maravillas del Mundo deben citarse los Jardines Colgantes de Babilonia, constituidos por fantásticas pirámides y terrazas, en las que había flores y plantas de infinidad de especies. El rey se representa gigantesco y majestuoso, a caballo o sobre un carro de guerra, infalible atacando al enemigo o hiriendo a los leones, que aparecen en actitud de huir. La figura humana se plasma rígidamente en una posición frontal y con la cabeza de perfil. Las partes más características del rostro, como la nariz o los ojos, se reproducen en un tamaño mucho mayor que el real, mientras que las partes secundarias, como la frente o el mentón, se plasman en un tamaño muy reducido.
Las artes menores, por su parte, destacaron por su gran lujo. Se utilizaron los metales nobles y las piedras preciosas. Se trata de obras elegantes y refinadas, que reflejan la existencia de una corte aristocrática. La armonía de formas se encuentra en las más sencillas formaciones vegetales, en las piedras o en cualquier azar caprichoso de la naturaleza. De los efectos o emociones que estas formas originaron en los antepasados de los humanos se sabe realmente poco, pues no se dispone de fuentes que permitan deducir si en los primeros homínidos ya existía una admiración por lo visual. Se desconoce el significado que tenía para el hombre la acumulación de piedras, conchas u otro tipo de enseres. Posiblemente, estos objetos tenían aparte de un carácter funcional una finalidad simbólica relacionada con su entorno.
Sobre el arte parietal del Paleolítico superior se ha derramado grandes cantidades de tinta, muy en especial en lo que concierne a su interpretación y significado, con opiniones muy distintas y, a veces, hasta contradictorias. Las figuras grabadas, esculpidas o pintadas han querido significar algo, incluso cuando parecen haber sido realizadas sin orden aparente.
El descubrimiento del arte prehistórico es bastante reciente, se remonta al siglo XIX, coincidiendo con el nacimiento de la Prehistoria como ciencia. El primer hallazgo de arte parietal, acaecido en 1879, la cueva de Altamira (Cantabria, España), no sólo fue puesto en tela de juicio, sino que a su descubridor se le tachó de falsario. Algunos de los objetos de arte mueble se consideraron falsificaciones o realizaciones contemporáneas. Se ha dicho que el arte parietal del Paleolítico superior responde a creencias totémicas y que los animales representados son el tótem protector del grupo. Se habla de ritos de fertilidad que propiciarían, pintándolos, la reproducción y abundancia de los animales. Los sistemas empleados en las representaciones parietales, y en gran parte del arte mobiliar, no fueron muchos. La impregnación del color se lleva a cabo con pinceles, más o menos toscos, o bien soplando el color sobre el soporte -las paredes rocosas- que previamente había recibido una capa de aglutinante. También se empleó el tampón (o muñequilla), mojado en el pigmento. Las representaciones en relieve son más corrientes en el arte mueble que en el parietal, pero también se dan en este último caso. Mientras que en el primero se manifiestan como pequeñas figuras que rematan útiles de hueso o, incluso, esculturas en bulto redondo, en el parietal suelen ser bajorrelieves.
Los animales fueron los modelos favoritos de estos artistas, pero también aparecen signos y, en menor medida, representaciones humanas, no se conoce con certeza de qué dependen los criterios con los que fueron seleccionadas las especies de animales representadas en las paredes de las cuevas. Probablemente, no todas las representaciones responden a la necesidad de buscar alimento. Estas manifestaciones artísticas muestran obvias diferencias con el caballo actual, que es más esbelto y no tiene pelo abundante. El relieve sobresale mediante unas incisiones sutiles que marcan los rasgos mínimos para que la figura emerja de la pared. La abstracción nace en el mismo momento en el que comienza el arte como forma diferenciada y complementaria de la representación simbólica figurativa. Si en el caso de los animales se ignora el porqué de las representaciones, en el de los signos el problema es aún mayor, pues su esquematismo y su abstracción, son tales que su significado se nos escapa. El conjunto de las representaciones humanas es el más escaso dentro de este arte. Sólo aparecen seres humanos realizados por medio de grabado o de figuras de bulto redondo -rarísima vez en pintura- y con menos realismo que los animales. Tanto las figuras masculinas como las femeninas aparecen desnudas, aunque en alguna ocasión estas últimas presentan algún tipo de ornamento personal. Mientras que en las masculinas se han señalado los rasgos faciales. Las representaciones femeninas constituyen el grupo de las denominadas «venus», aunque su anatomía diste un tanto de ser el prototipo de la esbeltez. Estas mujeres, grabadas o esculpidas, tienen muy desarrollados los pechos y las nalgas, mientras, en comparación, la cabeza, brazos y también piernas resultan delgadísimas. La figura reproduce la tipología frontal, común a las estatuillas de «venus», esto es, se exagera la representación volumétrica de la pelvis en desarrollo lateral.
Desde épocas tempranas, ya en el Auriñaciense, aparecen las primeras huellas de manos en las paredes de las cuevas de toda el área pirenaica. Se han encontrado abundantes representaciones de manos, realizadas en color rojo y negro, sin que se conozca el significado de la variación del color. El resultado obtenido es la impresión en negativo de la mano que queda silueteada con un halo de pintura de límites imprecisos.
Las representaciones de vulvas ofrecen una amplia tipología que evoluciona desde un contexto figurativo naturalista, inscritas en los cuerpos femeninos de los relieves de La Magdeleine y Laussel.
Las figuras híbridas son,
...