Historiografía Mundial Contemporánea

Giancarlos Sánchez Alvites/ Historia/ 16150166

Primera Evaluación

 Historiografía Mundial Contemporánea (2022-0)

1. Explicar según Gonzalo Pasamar, y Roberto Ceamanos, las causas que originaron de un cambio de tendencia dentro de la Historiografía, entre los años de 1970 a 1980.

Fueron cambios -en su mayoría tocantes- de lo económico, político y administrativo-nacional en lo que se ha considerado para muchos lugares como la coyuntura de “la década perdida” tanto en los gobiernos de occidente como en los de vía de desarrollo o tercermundistas. Identificamos cinco principales, acompañados de la lectura, como la Depresión económica en 1973 producto de la guerra del Yon Ki Pur, La utilización del keynesianismo (intervencionismo estatal) hacia una economía de mercado neoliberal, Secuelas de la descolonización (principalmente en las guerras de liberación del África y ciertas naciones subsaharianas), El cambio geopolítico a raíz de la guerra de Vietnam y la invasión de Afganistán (esto para evitar la posesión del poder central por parte de los grupos guerrilleros islámicos y finalmente Los cambios en el mercado de trabajo y la reestructuración familiar (fenómenos migratorios hacia las zonas económicas menos ‘golpeadas’ y la disminución de la tasa de natalidad entre los más destacados).

1. De acuerdo al texto de G. Pasamar y R. Ceamanos, estas nuevas tendencias tuvieron fuertes influencias en la teoría social y la cultura histórica contemporánea; indicar por qué razones se produjo una pérdida en las expectativas intelectuales y los nuevos cambios en el estructuralismo y el marxismo occidental.

Una primera medida se fue concibiendo por la rama de los intelectuales como “una pérdida en las expectativas intelectuales” enfocadas desde la crisis de la confianza en el futuro, en las teorías sociales existentes y en la idea de progreso en general. En su mayoría significa un compromiso ideológico por parte de los intelectuales. Y que en palabras extraídas de una conferencia o discurso citado de J. Habermas (1984) esta permaneció evidente también hacia la historiografía.

Por una lado y centrándonos en el marxismo occidental, este tendrá como su máximo “reanimador” al inglés Edward P. Thompson con su necesaria intervención a partir del descreimiento que había consignado luego de la SGM con el ascenso del stalinismo y la expansión universitaria de los años sesentas así como de la expansión de la influencia estructuralista francesa. Sobre esto último, podemos agregar que la presencia de la multitudinaria manifestación de mayo del 1968 contribuyó a que a la larga surgiera en los que EE.UU denominan el “posestructuralismo”. Con los giros lingüísticos en el análisis historiográfico y su expansión por todo el continente para profundizar en el análisis del lenguaje y de los conceptos que postulan los investigadores –como rasgos ‘explícitos’ que subyacen en la realidad- puede dar más luces si se aplican en comparativa con determinadas sociedades.

1. Explicar las razones de una interrelación entre las obras de Michel Foucault y la participación de la llamada “nueva izquierda” en el siglo XX

Porqué le entregó, indirectamente, a la denominada “nueva izquierda” -herramientas- su arqueología del saber o método de la genealogía del saber. Es decir una búsqueda de relatos o de fuentes o usos de la historia con los que legitima su principal crítica al discurso donde las instituciones que detentan el poder en las sociedades modernas (mediante redes) se pueden atender si uno aprende a prestar mayor atención a estas instituciones que han progresivamente marcado el producto disciplinario del hombre moderno. Pero donde estos argumentos tomaron mayor relevancia fue en los grupos de movimientos estudiantiles, feminismo, pacifismo, ecologismo, tercermundismo, etc.).

1. Explicar el concepto de posmodernidad y de “poshistoria” presentes en el texto. Indicar su relación que tienen dichos conceptos con la obras de Jean-François Lyotard y Francis Fukuyama, Samuel P. Huntington y F. Jameson.

Sobre el concepto de posmodernidad tenemos la apreciación de J-F. Lyotard que considera  que las sociedades de la segunda mitad del XIX en adelante están surtidas de mejores herramientas para desenmascarar los “metarrelatos” que aprisionan hegemónicamente cualquier otro tipo de saber que intente chocar con las ideologías imperantes. Por el lado de F. Fukuyama se tiene la noción de que el sistema imperante ahora en todo el globo por sobre el comunismo de oriente es el de la representación liberal-democrática como un futuro promisorio de tranquilidad.

Y por el lado de la “poshistoria”, Huntington (1996) nos comenta que el tránsito de la SGM hacia el futuro es un acceso a la civilidad de todas la naciones (justamente las del Pacto de Varsovia) intentarán regirse bajo un nuevo pacto civilizacional-liberal. Tanto para el ámbito cultural, étnico y religioso. Mientras que el mismo concepto lo puede entender Jameson desde una perspectiva de respuesta cultural al capitalismo. Una especie de respuesta a la hegemonía del ethos burgués en todas las regiones del mundo por tratar de develar las lógicas de los procesos sociales y otros mecanismo ocultos que los mismos historiadores se han encargado de problematizarlos aun más.

1. Explicar las causas que dieron origen a una “feminización de la historiografía”, y la “democratización de los estudios históricos”.

Finalmente, para cerrar con la empleabilidad del contenido propuesto en el texto de Gonzalo Pasamar y Roberto Ceamanos, se comenta entre líneas que luego del proceso de la llamada protesta multitudinaria de mayo del 68 en Francia y en gran parte de occidente sobre todo hacia los territorios de la enseñanza historiográfica, donde las cosas empezarían a cambiar para ambos géneros. Por una lado, las condiciones labores posibilitan que el puesto de maestro en escuelas secundarias y las del nivel universitario – para producir un efecto numeroso- en las personas femeninas a cargo del dictado de la Historia. Pero que estos mismos encontrarán un repunte de cifras –considerable- en los años ochenta.

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