Informe de Riesgo Mutata
JuandireDocumentos de Investigación16 de Noviembre de 2018
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DEFENSORÍA DEL PUEBLO
DEFENSORÍA DELEGADA PARA LA EVALUACIÓN DEL RIESGO DE LA
POBLACIÓN CIVIL COMO CONSECUENCIA DEL CONFLICTO ARMADO
Sistema de Alertas Tempranas – SAT
INFORME DE RIESGO N° XXX-XX
Fecha: xxx
LOCALIZACIÓN GEOGRAFICA DEL RIESGO
Departamento | Municipio o Distrito | Zona Urbana | Zona Rural | Territorio Étnico | |||||
Cabecera, Localidad o Zona | Comuna | Barrio | Corregimiento | Vereda | Resguardo | Comunidad | Territorios Colectivos | ||
Antioquia | Chigorodó | Barranquillita | Juradó, Juradó arriba, Guapá arriba, Serranía de Abibe, Remigio, el Guineo, el Tigre, Chigorodocito, el Coco, el Congo, Remigio, Guapá, Polines | Polines y Yaberaradó | Polines, Dojura, Baujodó-Remigio, Guapá, Saundó, Chigorodocitó y Tagual | ||||
Antioquia | Mutatá | Bejuquillo | La Fortuna, Chadó Arriba, Caucheras, Chado carretera, Chadó La Raya, Juradó Carretera, Porroso, Montería León, Patevaca, San José de León, Nuevo Mundo, Surrambay | Jaikerazavi, Chontadural Cañero, Coribí Bedadó | Jaikerazavi, Bedó Encanto, Sabaleta, Mutatacito, Cañaduzales, Primavera, Surrambay, Porroso, Chontadural cañero, Chontaduralito, Cacao | ||||
Pavarandó | Chontadural Colbalsos, La Secreta, Malvinas | ||||||||
Pavarandocito | Mongudó | ||||||||
Belén de Bajirá | Antazales, Eugenia arriba, Caño seco, Cerritos, Cetino, La Madre, Leoncito, Lomitas, Los Cedros, Nueva Estrella, Palmichal, Primavera |
POBLACIÓN EN SITUACIÓN DE RIESGO
Indígenas X Afrocolombianos X Otra población Civil X
[pic 1]
Cantidad aproximada
[pic 2]
Grupos sociales vulnerables
[pic 3]
Lideres/as de grupos étnicos o desplazados
[pic 4]
Condición social y/o actividad
Identificación de población en situación de riesgo:
De acuerdo a la dinámica del conflicto armado que se desarrolla en escenarios rurales y urbanos en el área del eje Bananero en la región del Urabá Antioqueño, se ha identificado que actualmente están en riesgo poblaciones campesinas e indígenas de los municipios de Chigorodó y Mutatá, y que sus vulnerabilidades surgen de la presencia de actores armados en el territorio, las amenazas, señalamientos y presiones que profieren contra líderes, lideresas y jóvenes, el riesgo de reclutamiento forzado, la ocurrencia de combates con interposición de población civil y situaciones de confinamiento y desplazamiento forzoso.
En el municipio de Chigorodó habitan 70.648 personas; 61.177 en la cabecera y en área rural 9.471[1]. A su vez se encuentran en riesgo 1.919 personas de las comunidades indígenas[2] Embera Chamí y Eyavidá asentadas en los resguardos de Polines (653) y Yaberaradó (1.266), las cuales se ubican en territorios cercanos a la serranía de Abibe.
[pic 5]
En el municipio de Mutatá se encuentran en riesgo18.436 personas, 4.895 de la cabecera y 13.541 de zonas rurales, donde se cuentan 6.357 que habitan en la cabecera del corregimiento de Belén de Bajirá que es el punto de entrada al Bajo Atrato por una vía carreteable que conduce al puerto de Brisas desde donde se puede acceder por vía fluvial a cuencas como Curbaradó, Jiguamiandó y al municipio de Riosucio.
Se encuentran en riesgo 1.048 personas de las comunidades indígenas Embera Eyavidá que se ubican en los resguardos Jaikerazaví, Coribí Bedadó y Chontadural Cañero, cuyos territorios abarcan gran parte la zona rural y boscosa de la serranía de Abibe y los límites con los municipios de Dabeiba y Carmen del Darién.
[pic 6]
Las dinámicas poblacionales muestran diferencias territoriales entre los dos municipios, Chigorodó se caracteriza por su desarrollo urbano, mientras que Mutatá concentra la mayoría de su población en las zonas rurales. Esto se debe a que Chigorodó ha sido un municipio cuyo poblamiento está directamente relacionado con la oferta de trabajo que desde la década de los 70 constituyó la agroindustria del banano y porque desde mediados de los 90 se convirtió en un receptor de población en condición de desplazamiento expulsada de zonas rurales del mismo municipio y de algunas cuencas del Atrato.
Otro de los factores que han permitido el crecimiento urbano del municipio es que gran parte de su territorio, especialmente hacia la llanura aluvial, está siendo explotado por economías agroindustriales (banano, piña, palma) y grandes haciendas ganaderas, que tienen una alta concentración de la tierra y que impiden el desarrollo de economías agrícolas familiares. Esta dinámica de concentración se intensifico con el despojo de tierras en las zonas de la llanura aluvial, que a finales de los 90 provocó que muchas familias se desplazaran al casco urbano y otros sectores del departamento de Antioquia, por cuenta de las acciones armadas e intimidaciones del Bloque Bananero.
La economía ganadera predominante ha transformado el panorama ambiental y social de las zonas de llanura de los municipios de Mutatá y Chigorodó[3], ya que las grandes extensiones ganaderas generarían afectaciones en el suelo que impedirían que a mediano y largo plazo se desarrollen actividades agrícolas o el uso de tierras para el cultivo. Por otra parte, la concentración de la tierra para actividades ganaderas que surgió del despojo ha provocado el desplazamiento forzado y altas tasas de subempleo y desempleo rural, ya que en la ganadería una persona es necesaria para cuidar 300 hectáreas[4].
El despojo, el desempleo y el empobrecimiento han provocado altos índices de necesidades básicas insatisfechas principalmente dentro de las comunidades asentadas en la zona rural. En Chigorodó según el DANE en el año 2012 el NBI era de 34,8 en la zona urbana y de 69,45 en la rural, mientras que en Mutatá estos mostraban un índice de 43,24 en la cabecera y 74,5 en las poblaciones del área rural.
La dinámica de poblamiento rural en los municipios de Chigorodó y Mutatá, y en general en la región del Urabá se caracteriza por una incesante colonización. Inicialmente desde mediados de la década de los 50, familias campesinas que venían del interior de Antioquia, huyendo de la violencia bipartidista que se vivió con una particular ferocidad en algunas subregiones del departamento, y arribaron al Urabá integrándose a las economías agrícolas y ganaderas. A esta se suman las colonizaciones de campesinos expulsados de las sabanas de Córdoba y Sucre y campesinos Chocoanos que desde la década de los 70 fueron configurando los poblados urbanos del eje bananero y haciendo propios los terrenos sobre del norte del Urabá, la llanura del río León, sectores de las cuencas de los ríos Curbaradó y Jiguamiandó y la serranía de Abibe.
La arremetida paramilitar en Córdoba y el norte del Urabá (San Pedro de Urabá, Arboletes, San Juan) y algunas veredas de Turbo a finales de los 80 y principios de los 90 provocó desplazamientos forzados masivos que generaron un nuevo proceso de poblamiento en zonas urbanas y rurales. Actualmente y tras varios años de desplazamiento algunas comunidades campesinas han retornado sin acompañamiento a las veredas de donde habían sido expulsadas a mediados de los 90, un fenómeno que se puede advertir principalmente en la zona de la serranía de Abibe, un territorio que no fue objeto de un proceso sistemático de despojo y ocupación de mala fe como si se vivió en las zonas de llanura donde hoy se asientan las haciendas ganaderas.
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