ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Jalisco durante la intervención del 47 y la participación de Mariano Otero.


Enviado por   •  14 de Febrero de 2017  •  Ensayos  •  4.233 Palabras (17 Páginas)  •  317 Visitas

Página 1 de 17

Jalisco durante la intervención del 47 y la participación política de Mariano Otero.

Introducción.  

La década de 1840 ha sido para México, el periodo más trágico de su historia. En medio de una crisis interna sobre distintos proyectos de nación (Federalismo, Centralismo, Monarquía) el país tuvo que enfrentarse a la invasión estadounidense. En realidad, desde la consumación de la Independencia en 1821 hasta la agresión norteamericana de 1846 pasaron 27 años en los cuales la clase política probó diversos experimentos políticos que fracasaron a raíz de la división interna y las amenazas externas. Por si fuera poco, para la década de 1840 la población de México con Estados Unidos se había multiplicado. La población norteamericana llegaba a los 20 millones, al tiempo que México apenas excedía los siete y carecía de elementos para hacer frente a un país dinámico que contaba con extensos recursos humanos y comerciales. Lo más grave del asunto era que los habitantes mexicanos se concentraban en el centro y sur del país, mientras que los amenazados territorios del norte estaban prácticamente deshabitados, circunstancias que aprovecharon los expansionistas estadounidenses, para ocupar territorio mexicano.  

Texas fue el principal problema que llevo a los dos países a la confrontación. Durante sus nueve años de vida independiente, Texas se convirtió en una cuña que molestaba tanto a México como a los Estados Unidos. Para México consistía en un problema político y de seguridad nacional, debido a que se corría el peligro de las ambiciones de los texanos para expandirse a costa de territorio mexicano. En cambio para Estados Unidos en especial para los estados del sur, Texas representaba un competidor directo en el comercio de algodón a su vez que Texas desde 1840 tenía una estrecha relación con Inglaterra y esto no era muy bien visto ya que Inglaterra era un país a favor de la abolición de esclavitud a nivel internacional.

En 1839 Francia fue el primer país del mundo en reconocer a Texas como un país independiente. Inglaterra lo haría un año después. Este último constantemente estuvo insistiendo al gobierno mexicano sobre la conveniencia de reconocer la Republica de Texas con el fin de impedir males mayores. Es en 1845 cuando  Texas es anexada a Estados Unidos y se convirtió en la pesadilla del gobierno mexicano. Por una parte todos los intentos para incorporarla de nuevo habían fracasado; y por otra, este asunto había servido para ahondar las diferencias ideológicas que desde la consumación de la independencia habían aparecido. [1] Es en esta etapa tan convulsiva de México la que le toca vivir al jurista y político Mariano Otero.

Antes de abordar el tema de trabajo es pertinente hace una semblanza de Mariano Otero. Fue hijo de Ignacio Otero y María Mesta, ambos españoles criollos. Nació el 4 de febrero de 1817 en Guadalajara Jalisco, lugar en donde se educó. Se inició en la jurisprudencia con Crispiniano del Castillo y obtuvo el grado de bachiller en derecho a la edad de 18 años el 17 de octubre de 1835. Pronto comenzó a ejercer como abogado debido a que fue reconocido como un gran orador. En diciembre de 1841 comenzó su carrera política cuando fue nombrado delegado de Jalisco a la Junta de Representantes de los Departamentos. El siguiente año Otero fue electo diputado por su estado, participando en el Congreso Nacional Extraordinario en el que se mostró en contra de un proyecto de Constitución centralista. Fue en plena guerra contra los Estados Unidos, cuando Mariano Otero volvió a ser diputado constituyente. En términos ideológicos fue un federalista moderado.

Va a pertenecer a la segunda generación de liberales mexicanos (Juárez, Lerdo de Tejada, Melchor Ocampo, Guillermo Prieto) se hubiera unido a las filas de los futuros líderes de la Reforma pero muere muy joven a la edad de 33 años atacado por el cólera en la ciudad de México (1850) A su muerte el periódico El Siglo comento: “Ha perdido el partido liberal un atleta cuyo vacío nadie, nadie podrá llenar”. [2]   

Desarrollo.

Con la anexión texana a Estados Unidos en junio de 1845, los arreglos pacíficos tenían que llevarse ahora con los estadounidenses. En aquel momento el presidente de México era José Joaquín de Herrera quien desde un principio él junto con su gabinete estaba convencido de la necesidad de la paz ante la imposibilidad de resistir la guerra. Conocía bien la situación y las miras del presidente estadounidense James Polk.[3] Lamentablemente Herrera no contó con el apoyo suficiente para llevar a buen puerto las negociaciones sobre Texas.

Finalmente Mariano Paredes y Arrillaga por un golpe de Estado llega a la presidencia hacia finales de 1845, que había sido enviado por Herrera a reforzar la frontera norte, se rebeló alegando que Herrera pretendía vender Texas y la alta California a los estadounidenses, acusándolo de traidor, este golpe de Estado fue repudiado en Jalisco, no logró que la clase política ni los comerciantes le dieran el respaldo al movimiento de Paredes, a pesar de que había vivido durante mucho tiempo en Guadalajara por lo que tenía buena amistad con la Iglesia y los empresarios; tenía fama de ser honesto y eficiente.

Mariano Otero no se expresó mal de Paredes, lo definió como un militar reconocido y respetado por la lealtad y la moderación de sus principios, sin embargo en Guadalajara existía el repudio hacia Mariano Paredes por llega a la presidencia ilegítimamente y también por las noticias alarmantes de que pretendía establecer una monarquía.

Las autoridades jaliscienses al enterarse de las amenaza de una invasión norteamericana vivieron con un temor constante. Su miedo era justificado debido a que por su posición geográfica, Jalisco fue una de las entidades con mayor riesgo de ser invadida, dada su proximidad con los estados del norte que estaban próximos a ser ocupados por tropas estadounidense y porque su región costera estuvo siempre amenazada por la armada de Estados Unidos. Las poblaciones de la zona costera vivieron atemorizadas de que esto pudiera ocurrir. [4] A vísperas de la guerra, México contaba con una población que pasaba de los 7 millones de habitantes de los cuales 712, 972 vivían en Jalisco.

La corta gestión de Paredes de 7 meses fue un fracaso, pues no combatió la corrupción ni reordenó la hacienda ni fortaleció la defensa. Como era de esperarse, no tardo en estallar un movimiento federalista en Guadalajara al mando de José María Yáñez, Guadalupe Montenegro, Guadalupe Perdigón Garay y Felipe Santiago Xicoténcatl quienes se pronunciaron el 20 de mayo en contra del presidente Mariano Paredes quien pretendía en cooperación con Lucas Alamán traer a un miembro de la nobleza europea a instaurar una monarquía.[5] Lo grave del asunto es que al mismo tiempo que se llevaba a cabo este levantamiento en Guadalajara una parte del ejército mexicano estaba librando las primeras batallas con los norteamericanos en Palo Alto y Resaca de Guerrero en el rio Bravo. Por esta razón Paredes distrajo unidades del ejército para combatir a los federalistas en Guadalajara. La división militar designada por Paredes para detener el pronunciamiento federalista estaba al mando de Francisco Pacheco quien hábilmente sitio la ciudad del 6 de junio hasta el 12 de agosto, éste no contaba con que Mariano Paredes seria destituido del poder a la llegada de Santa Anna quien rápidamente partió a la guerra dejando como presidente interino a Mariano Salas quien el 22 de agosto de 1846 reestableció la constitución de 1824, por ende se reestablecía el federalismo.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (25.9 Kb)   pdf (234.8 Kb)   docx (24.6 Kb)  
Leer 16 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com