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Jurisprudencia Romana


Enviado por   •  30 de Diciembre de 2019  •  Trabajos  •  2.227 Palabras (9 Páginas)  •  125 Visitas

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UNIVERSIDAD DE LAS AMÉRICAS[pic 1]

FACULTAD DE DERECHO

        DEPARTAMENTO DE DERECHO PRIVADO

       


“DETACHMENT (EL PROFESOR)”

Ensayo

Alumno:

Darwin Tobar Moscoso

Curso        : 

Derecho Romano

Profesora: 

Alejandra Carrasco

Santiago

14 de Abril de 2016


El sistema educacional, entendido como la estructura general mediante la cual se organiza la enseñanza de un país, es un tópico de tanta relevancia que incluso el cine le ha dado espacio a través de su pantalla, poniendo muchas veces énfasis en las falencias que éste presenta para poder hacer una crítica social que nos llame a todos a la reflexión. Dentro de este género, la película estadounidense, del año 2011, “Detachment” (llamada también “El Profesor” o “Indiferencia”, aunque en sí la palabra “detachment” significa “desapego” en inglés) destaca por su  alto contenido social y crítico, evidenciando un nivel de decadencia de los métodos educativos dentro de las aulas que impactan fuertemente en cada una de las vidas de los alumnos y profesores.

La película se centra en la figura de un profesor, Henry Barthes, un profesor sustituto de secundaria que comienza a trabajar en una escuela en Estados Unidos. A pesar de que nunca permanece bastante tiempo en un mismo centro como para llegar a establecer lazos afectivos con sus alumnos, tiene, sin embargo, la capacidad de conectar con ellos. En esta oportunidad, Barthes llega un centro desectructurado, en donde los alumnos no tienen motivación alguna, se muestran apáticos y son violentos. Por su parte, los profesores viven vejaciones e insultos de manera rutinaria, producto de la crisis que atraviesan las instituciones en la sociedad y época que se desarrolla la película, especialmente instituciones como la escuela y la familia, lo cual ha dado paso a condiciones de desapego e indiferencia hacia la parte humana del individuo. En este contexto, pareciera que algo cambia en el profesor Barthes, y a su pesar, no le será tan fácil marcharse del lugar al que llegó. Pronto comienza a ganarse la confianza no solo de sus alumnos, sino también de sus propios compañeros de trabajo.

Ahora bien, el sistema educacional como tópico principal puede ser abordado desde varias miradas.

En primer término, uno de los actores del mismo es la figura del profesor. La tarea de la docencia no es una labor fácil, y resulta válido para aquellos que la escogen preguntarse la razón de haberla elegido. En efecto, la película comienza con el testimonio de varias personas que se dedican a la enseñanza. Para algunas fue algo vocacional, para otras simplemente algo circunstancial. Henry señala que, en algún momento, todos pensaron que podían marcar una diferencia. Él sabe lo importante que es tener una guía, alguien que pueda ayudarle a uno a entender las complejidades del mundo en el que vivimos, ya que él no tuvo esa guía que necesitaba. En este sentido, la película tiene un tono de desconsuelo y de impotencia. Los profesores y profesoras de esta escuela secundaria de algún lugar de Estados Unidos parecen vivir al límite de sus fuerzas, sin poderse hacer cargo de las angustias y dificultades a las que se enfrentan sus alumnos y alumnas. Resulta casi imposible fijar unas reglas básicas de convivencia y respeto, apenas hay contención. ¿Cómo desempeñar su labor en un ambiente tan hostil, donde las agresiones y faltas de respeto están a la orden del día? Algunos docentes lo hacen a través del humor o la ironía; otros, desde la comprensión. Es el caso de Henry, cuando el primer día de clase uno de los chicos se le acerca, tratando de intimidarle, y arroja la cartera de Henry contra la pared, el profesor Barthes no reacciona con agresividad, sino que le interpreta al chico la suya. Le dice que esa cartera está vacía, que no tiene sentimientos, y que no tiene sentimientos que él pueda herir, que entiende que está enfadado porque él también solía estarlo. Henry puede conectar con la rabia y frustración del chico, puede contenerla y así la agresividad del chico no encuentra escalada posible.

Si bien esto transcurre en Estados Unidos, podemos ver que aquí en Chile la situación no dista mucho de aquella. Los profesores de colegios en muchas ocasiones van perdiendo su autoridad y pasan a ser simplemente empleados del sistema, a quienes se les paga para que “sirvan” al alumno, desde una lógica mercantilista. Si el alumno ve que no le sirve, o no le gusta, o no es lo que esperaba, lo denosta, lo denigra, pero no se siente con el deber de respetarlo. Es común escuchar frases como que “mi papá le está pagando su sueldo”, y hasta en algunas noticias hemos escuchado cómo se ha llegado a la violencia física del alumno hacia el profesor. En esas situaciones, la vocación del profesor puede debilitarse, y este actor tan importante en la educación corre peligro. En el caso del maestro sustituto, sus primeras palabras tras entrar por primera vez en la clase fueron: “tengo una regla, sólo una: si no quieren estar aquí, no vengan”. ¿ Qué significa realmente esta expresión? Algunos alumnos pensaron que podrían entonces hacer lo que les diese la gana, pero no es así, lo que busca el profesor es que en clase la gente esté comprometida a aprender, nadie está obligado a estar en un sitio dónde no quiere estar. Utiliza este argumento para ganarse el respeto de sus alumnos, en el sentido de que busca que estén a gusto, sin quejas.

Además, cabe destacar que el trabajo docente va más allá del contexto aula, y los profesores tienen que seguir trabajando desde sus propias casas, llevándose una carga extra de trabajo, pues no sólo cumplen con la simple asistencia a la escuela donde deban enseñar en el horario establecido. Así, el trabajo de profesor intercede con las actividades diarias y hace que la vida privada influya en la vida escolar, y viceversa. Muchas veces es difícil encontrar ese equilibrio emocional para tratar de canalizar los sentimientos que surgen en uno u otro, y dejarlos a un lado cuando cambiamos de contexto, pero no resulta siempre sencillo. En la película se refleja muy bien este hecho, y es un punto clave dentro del transcurso de la misma.

No obstante, existe un segundo actor  que cobra gran relevancia cuando hablamos del sistema educacional, y se trata de la familia. Aun cuando se piense a menudo que es solo el Estado quien debe velar por el éxito en el sistema, quienes también juegan un rol de importancia son aquellos que rodean al alumno. Al hablar de familia, no me refiero a un concepto cerrado, sino amplio y abarcativo de todas las formas actuales que ésta ha tomado. En el caso de la película, los padres solo acuden a la escuela cuando es estrictamente necesario, es decir, cuando existe algún problema o motivo grave por el cual no quede otro remedio. Esta situación se refleja perfectamente en la película, cuando algún alumno es expulsado y llaman los padres para pedir explicaciones, poniendo en entredicho la consideración del docente como profesional.  Además otra situación, muy común por desgracia en la realidad social, es la poca participación de los padres en el centro. Se convocan reuniones a las que no acude nadie como se refleja en una de las escenas, y esto demuestra la poca implicación que las familias tienen con la escuela, a pesar de la buena intención de este de mantenerlos informados. Recordemos que en la “Noche de los Padres” en el Instituto, una especia de jornada de puertas abiertas para atender a padres y madres de alumnos, los profesores se quedan en las aulas hasta tarde. Pero los padres no llegan. Henry reflexiona sobre esos padres ausentes: esta escena le resulta tremendamente familiar, casi como estar en casa: sin padres. En efecto, en varias partes de la película el profesor también reflexiona sobre su propia infancia y su familia. Su padre se marchó de casa cuando él era un niño; siempre vivió con su madre y con su abuelo. Su madre falleció cuando él tenía 7 años, de sobredosis. Ahora sólo le queda su abuelo, que padece demencia y vive interno en una residencia. Henry, aunque “no lo sabe con certeza”, cree que algo pasó con su madre y su abuelo cuando ella era pequeña. Entonces, con un padre que desaparece, una madre drogadicta y un abuelo abusador, ¿con qué figuras de apego “sanas” pudo contar Henry? ¿Quizás algún profesor o profesora? Alguien tuvo que haber, ya que a pesar de vivir aún hoy con el peso de lo traumático a sus espaldas, Henry puede cuidar al otro, estar disponible para sus necesidades e incluso anticiparse a ellas. No obstante, entendiendo su historia, podemos comprender ahora mejor el por qué Henry se siente más cómodo siendo el “profesor sustituto”. Tal y como él dice, no hay compromiso, no hay responsabilidad para enseñar: con mantener el orden es suficiente.

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