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LA EDUCACION DE LA MUJER A TRAVES DE LA HISTORIA DE MEXICO


Enviado por   •  3 de Enero de 2015  •  1.489 Palabras (6 Páginas)  •  601 Visitas

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ESC. NORMAL SUPERIOR “PROFR. MOISES SAENZ GARZA”

MODALIDAD MIXTA

MATERIA: LA EDUCACION EN EL DESARROLLO HISTORICO DE MEXICO I

SEGUNDO SEMESTRE

FORMACION CIVICA Y ETICA

TEMA: LA EDUCACION DE LA MUJER A TRAVES DE LA HISTORIA DE MEXICO

PROFR. VICTOR JAVIER SANCHEZ RENDON

ALUMNA: BEATRIZ SALAZAR CAVAZOS

MONTERREY, N.L. A 2 DE AGOSTO DEL 2014.

INTRODUCCION

La educación de la mujer en México ha sido discriminada al acceso del conocimiento dado que históricamente ha existido un monopolio del saber, no solo en manos de los hombres sino también de una clase social dominante que necesita reproducirse, asegurando su permanencia en el poder. Lamentablemente la historia de la educación es una para los hombres y otra, bastante distinta, para las mujeres. Durante la última década del siglo pasado, y a pesar de los diferencias por sexo que se observan al analizar la formación educativa, los avances en el acceso de la mujer a todos los niveles y modalidades del sistema educativo mexicano fueron notables. Así, es posible advertir un aumento en el nivel educativo de las mujeres, donde se aprecian rasgos incipientes de equidad en el acceso a la educación a escala nacional. No obstante, persisten grandes desequilibrios regionales, particularmente en las zonas donde prevalecen condiciones de alta marginación social.

La educación en el pueblo precolombino fue diferente tanto para hombres como para mujeres, con el objetivo de que prevalecieran los usos y costumbres de la entonces sociedad. Visualizando una tajante diferencia ya que se le enseñaba a la mujer que fuera completamente sumisa, y encargada para el cuidado del otro, desde su nacimiento, y el hombre tenía toda clase de privilegios. La mujer y de su educación, Alva (1985) “muchas eran las doncellas que por impulsos de su devoción se dedicaban a las estrecheces de esta vida, pero muchas más las que la seguían por voluntad de sus padres” (p. 44), donde las obligaban a entrar en los templos para que fueran sacerdotisas.

Tenían que entrar al templo con toda su voluntad de servir al omnipotente Dios, servían y vivían como doncellas castas, penitentes, purísimas en cuerpo y ama porque tenían también que ser vírgenes de cuerpo y corazón porque tenían que barrer los grandes patios del convento. La madre se hacía cargo de la educación de la hija, antes de los catorce años la educación se proporcionaba en casa, pero también había mujeres a las cuales las dedicaban a los templos, Landa (1985) “Entra, pues, hija, con toda tu voluntad a servir al omnipotente Dios, y estarás y vivirás con las doncellas castas y penitentes; (…)seas purísima en cuerpo y alma, porque las vírgenes de corazón y cuerpo son en todo tiempo las más llegadas a Dios, (….) el altar para primicias del día”,(p.64), pero a los varones si se les daba educación fuera de la casa.

A las mujeres después de la educación que se les proporcionaba antes de los catorce o quince años se les enseñaba a: deshuesar el algodón, a hilar y tejer, a moler el maíz, el chile y el tomate, y, en general, a ejecutar todos los quehaceres domésticos. Antes de 1910 era difícil visualizar a la mujer en otras actividades que no fueran las del hogar (actividades mujeriles) o las de maestra, por lo que se tenían escuelas exclusivamente para niñas y para niños por separado. Los objetivos de la educación de entonces desaparecieron a la llegada de los españoles, ya que el primero de los propósitos educativos de la época colonial fue la evangelización de los aborígenes, sin embargo no fue tan desfasado del propósito de la educación en las sociedades ya establecidas antes de la llegada de los españoles, ya que el eje rector de la educación era la religión, dirigida por varios dioses. A la llegada de los españoles la religión cambió y por lo tanto los objetivos de la educación también cambiaron. Las leyes sobre enseñanza de Bartolomé de las Casas fueron admirables, ya que impuso a los encomenderos la obligación de enseñar a leer y escribir y aprender el catecismo a un muchacho de sus tierras, a fin de que este joven enseñase a su vez a sus compañeros.

Esta educación fue principalmente para los varones, relegando a la mujer de la enseñanza de saber escribir, leer y el catecismo, prevaleciendo la

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