LA GLOBALIZACIÓN Y PUERTO RICO

El concepto “globalización” es uno que se ha puesto en boga en los últimos años. Generalmente se asocia con la economía. El Diccionario de Economía consultado define el término como la tendencia a separarse de las unidades económicas nacionales a favor de un enorme mercado mundial. Por eso es que algunos prefieren llamarle mundialización en lugar de globalización. Explica Hill que la globalización se refiere al cambio hacia una economía mundial más integrada e interdependiente. Según este autor, la globalización tiene varias facetas, como la globalización de los mercados y la globalización de la producción.

La primera, la de los mercados, consiste en la fusión de mercados nacionales que por tradición eran distintos y estaban separados, en un solo mercado mundial enorme. La supresión de las barreras al comercio entre fronteras facilita las ventas internacionales, explica Hill. La globalización de la producción se refiere a la subcontratación de bienes y servicios a diversos lugares del mundo para aprovechar las diferencias nacionales de costo y calidad de los factores de los factores de producción (como mano de obra, electricidad, tierra y capital). Con esto, las empresas esperan reducir su estructura general de costos o mejorar la calidad o la funcionalidad de su oferta de productos y poder competir con más eficiencia.

De acuerdo con el profesor José Lee-Borges, prácticamente todos los países del mundo están realizando cambios cónsonos con la globalización y esos cambios no solo se suscriben a lo económico, sino que también se están dando en otros sectores, como la religión, los deportes, la política y la sociedad que el gobierno de los Estados Unidos y el de Cuba están experimentando cambios significativos en los sistemas de gobierno existentes. El gobierno del presidente Obama busca acercarse a La Habana y normalizar las relaciones con Cuba.

El deporte une a los pueblos y con la globalización aún más. Muchos países que no participaban en eventos deportivos a nivel mundial, como lo son, por ejemplo, las olimpiadas, lo están haciendo y están disfrutando esas relaciones. Lo mismo estamos viendo con las religiones. A pesar de las guerras y conflictos de índole religiosa que todavía existen a nivel mundial, hay mayor aceptación y tolerancia religiosa en la mayoría de los países.

Explica René Marqués Velasco que hace más de medio siglo que Puerto Rico ha basado su desarrollo económico y social en el modelo de industrialización por invitación. En las primeras décadas de su implantación, añade, este modelo generó altas tasas de crecimiento y una transformación económica y social extraordinaria. Sin embargo, a medida que la fase industrial creció se transformó a favor de las industrias de alta tecnología, los pagos al exterior en rendimientos de capital aumentaron rápidamente. En la década de los 50 la inversión en maquinaria y equipo, esencialmente de las industrias extranjeras que se establecían en Puerto Rico, era mayor que el pago en rendimientos de capital al exterior. Indica Marqués Velasco que ya para el 1976, en que se aprueba la sección 936, los pagos en rendimientos de capital al exterior sobrepasaron la inversión interna bruta en capital fijo. Pero este modelo de industrialización por invitación se fue convirtiendo en uno ineficiente para lograr el continuo progreso económico requerido. Según este autor, la economía mundial ha sufrido importantes cambios que incluyen la globalización, la fragmentación de los mercados, manufactura flexible y descentralización de la producción. Todo esto, concluye, hace necesaria una política para

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