LA SUBLEVACIÓN MILITAR Y EL ESTALLIDO DE LA GUERRA. LA DIMENSIÓN INTERNACIONAL DEL CONFLICTO

LA GUERRA CIVIL ( primera parte)

LA SUBLEVACIÓN MILITAR Y EL ESTALLIDO DE LA GUERRA. LA DIMENSIÓN INTERNACIONAL DEL CONFLICTO

Introducción general al tema.

1. La sublevación militar.

  1.1 Antecedentes.

  1.2 Conspiración.

  1.3 La sublevación militar.

  1.4 El fracaso del golpe: división en 2 zonas.

      1.4.1 Republicanos.

      1.4.2 Sublevados.

2. Dimensión internacional del conflicto.

  2.1 Internacionalización del conflicto.

  2.2 Ayuda a los dos bandos.

     2.2.1 Ayudas a los sublevados.

         2.2.1.1 Alemania nazi de Hitler.

         2.2.1.2 Italia fascista de Mussolini.

         2.2.1.3 Dictadura filo-fascista de Portugal. Oliveira Salazar.

         2.2.1.4 El Vaticano.

      2.2.2 Ayudas a los republicanos

         2.2.2.1 Demora en la intervención de la Sociedad de Naciones.

         2.2.2.2 Comité de No intervención: Francia, Inglaterra y EEUU.

         2.2.2.3 Gran Bretaña.

         2.2.2.4 Francia.

         2.2.2.5 EEUU.

         2.2.2.6 México.

         2.2.2.7 URSS.

         2.2.2. 8 Brigadas internacionales.

LA GUERRA CIVIL: LA SUBLEVACIÓN MILITAR Y EL ESTALLIDO DE LA GUERRA. LA DIMENSIÓN INTERNACIONAL DEL CONFLICTO

Introducción general al tema.

La Guerra Civil, provocada por el golpe militar fascista del 18 de julio de 1936, constituye el hecho más relevante y trágico de la historia española del siglo XX. La guerra fue el enfrentamiento entre los grupos tradicionalmente dominantes en España y las clases medias y populares que habían dado apoyo a las reformas republicanas. El resultado de la guerra fue el fin del régimen democrático y la consolidación de la dictadura franquista. Es imposible entender la guerra sin comprender el contexto europeo y las tensiones producidas por el ascenso del fascismo y la extensión de las ideas revolucionarias tras la Revolución rusa.

1. LA SUBLEVACIÓN MILITAR

1.1 Antecedentes

La proclamación de la República en el año 1931 supuso la implantación de un régimen plenamente democrático y moderno que puso en marcha un amplio programa reformista con el apoyo de republicanos y socialistas. Esto marca el inicio de un proceso de revolución democrática que ponía en peligro los intereses y privilegios de las fuerzas dominantes: la oligarquía agraria y financiera, el ejército y la Iglesia. Para impedirlo propiciaron varias insurrecciones con el fin de derribar el régimen legalmente constituido, destaca el ejemplo de la Sanjurjada” (agosto 1932), un intento de golpe de Estado fallido llevado a cabo por el general Sanjurjo.

1.2 Conspiración

Aunque las reuniones conspirativas habían comenzado a finales de 1935, el triunfo electoral del Frente Popular precipitó en los cuarteles los preparativos de una insurrección armada antirrepublicana. A pesar de los rumores que recorrían la sociedad española sobre una supuesta insurrección militar, el gobierno apenas tomó medidas. Simplemente se limitó   a trasladar a los oficiales sospechosos de poder llevarlo a cabo a destinos periféricos, entre ellos a Goded, Mola y Franco.

El responsable de la planificación del golpe fue el general Emilio Mola, apodado “el director”, quien pretendía instaurar un modelo de gobierno semejante al de la dictadura de Primo de Rivera El objetivo de los conspiradores era derribar el régimen republicano  mediante un golpe de fuerza rápido y rotundo y establecer un gobierno militar presidido por el general Sanjurjo, que en ese momento estaba exiliado en Portugal. Sin embargo, éste moriría a los pocos días de la sublevación, en un accidente aéreo, cuando se dirigía desde Portugal a Pamplona, lo que obligó a modificar el plan original. Por su parte, el general Franco, que lideraría a los sublevados, se incorporó a la conspiración en el último momento y con muchas dudas. La participación de elementos civiles en la trama fue mínima, , fue un golpe casi exclusivamente militar, donde éstos se reservaron en todo momento el protagonismo en la dirección y toma de decisiones. Pero Mola quería contar con los tradicionalistas y los falangistas que podían proporcionar voluntarios para combatir. Además, la ayuda financiera de Juan March (un contrabandista, empresario y financiero español) sería clave para el éxito de los sublevados.

Por último, el asesinato del líder de derechas Calvo Sotelo (Renovación Española) el 13 dejulio de 1936 se considera el desencadenante inmediato de la sublevación.

Este se había producido como represalia por la muerte del guardia de asalto José Castillo El teniente Castillo había sido asesinado a manos de un grupo de pistoleros falangistas el día anterior.

1.3 La Sublevación militar

El 17 de julio se inicia el levantamiento en Melilla y en pocas horas se extiende por todo el protectorado español de Marruecos. El general Franco se subleva en Canarias y al día siguiente, vuela a Tetuán , en el avión “Dragon Rapide” pilotado por un piloto inglés y financiado por un grupo de españoles partidarios de la sublevación como  el banquero Juan March entre otros para tomar el mando del ejército del norte de África (que era el cuerpo militar mejor preparado, entrenado y operativo de toda España y cuyos efectivos sumaban unos 50.000 hombres entre legionarios y mercenarios).El mismo 18 de julio se sublevaban otros jefes militares: Mola en Pamplona, Queipo de Llano en Sevilla, Goded en Mallorca, Cabanellas en Zaragoza. La sublevación se extendió rápidamente por el resto del territorio peninsular con resultados diversos, pero la actuación conjunta de milicias obreras y de las fuerzas de orden leales al Gobierno fue decisiva para el fracaso de la rebelión en dos ciudades clave: Madrid y Barcelona. Sin embargo, el golpe de Estado había triunfado en amplias regiones del sur y del norte de la península, además del control total del Norte de África, Baleares y las Canarias. El gobierno, ante las primeras y confusas noticias del alzamiento, tardó en reaccionar. A pesar de las advertencias y de la gravedad de los hechos, ni el presidente Azaña, ni el jefe de gobierno, Casares Quiroga, tomaron medidas los días 17 y 18 de julio, perdiendo así un tiempo vital para la defensa de la República. La guerra fue, pues, la consecuencia de un golpe militar mal ejecutado y de un Gobierno demasiado débil para frenarlo. En la tarde del día 18, abrumado por la situación, Casares Quiroga presenta su dimisión. Le sucedió momentáneamente Martínez Barrio (Unión Republicana), que trató de negociar con Mola, pero este se negó, por lo que Martínez Barrio también dimite de su cargo. Fue sustituido por José Giral, que decidió la entrega de armas a organizaciones sindicales y a los partidos proletarios, y esa misma noche, el PSOE y el PCE convocan la movilización de toda su militancia (formarían unidades de combate de voluntarios civiles llamadas “milicias”).Por lo general, exceptuando Navarra y Castilla y León, la sublevación no tuvo apenas respaldo popular y se basó en las fuerzas militares insurrectas.

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