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La Posesion


Enviado por   •  12 de Febrero de 2015  •  8.164 Palabras (33 Páginas)  •  197 Visitas

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LA POSESION

1. ETIMOLOGIA.

La palabra posesión deriva de los vocablos latinos possessio-possessionis, que

significa tener materialmente una cosa corporal con el ánimo de apropiársela o

conservarla para sí. Constituye poder de hecho al que se otorga una protección

jurídica que hace presumir la titularidad de los derechos sobre la cosa, frente a

todo el mundo, excepto frente al verdadero dueño, siempre que no haya

transcurrido el tiempo de ley para que el poseedor la adquiera por prescripción.

Para COROMINAS2 poseer deriva del latín possidere que a su vez proviene de

sedere que significa estar sentada o asentada una persona en algo,

colocándose en una posición de privilegio, de preferencia y exclusividad de

hecho, frente a todos los demás que no tienen poder de factor alguno sobre la

cosa poseída.

Fisiológicamente, el vocablo permite deducir de la raíz y del prefijo que lo con

forman, potens-sedere (poder-estar sentado), dos aspectos:

• El primero, el poder o potestad del poseedor sobre la cosa; y,

• El segundo, la relación directa, sedere, que liga la cosa al poseedor.

No obstante que el poder del poseedor en la posesión es poder de hecho, por

su aspecto exterior opera como una manifestación objetiva o externa de

propiedad. Por esa razón, en el lenguaje corriente con frecuencia se suelen con

fundir posesión y propiedad, hasta el punto de hacerlos términos sinónimos y

de llegar a definir la posesión inexactamente, como la manifestación externa

del dominio. Tal sinonimia es antitécnica puesto que la posesión es un poder

de hecho ejercido por una persona sobre una cosa, que merece protección

legislativa, sin que importe el título por el cual se ejerza ese poder, ni si el que

lo tiene, lo hace en ejercicio de un derecho o no.

La protección legislativa a la posesión, se otorga porque:

a. El poseedor es, simultáneamente, titular de derechos reales sobre la cosa

poseída; o,

b. El poseedor tiene la convicción o creencia de ser titular de derechos

usucapibles sobre la cosa; o,

c. El poseedor, a pesar de saber que no es titular de derechos usucapibles

sobre la cosa, espera llegar a adquirirlos por prescripción, por poseerla durante

el tiempo de ley.

2 JOAN COROMINAS, Breve Diccionario Etimológico de la Lengua Castellana, Biblioteca

Románica Hispánica, Edito Gredos SA, 1961.

Ambos, posesión y dominio, son fenómenos diferentes y autónomos, que si

bien están íntimamente relacionados, son perfectamente diferenciables entre

sí, como quiera que puede darse la propiedad sin la posesión, y la posesión sin

la propiedad, aunque, cuando confluyen los dos fenómenos, se genera una

situación de excepcional privilegio jurídico frente a las cosas.

Ese poder de dominación de facto, se da en la posesión sin que necesaria

mente entrañe la titularidad de un derecho, no obstante que la posesión tuvo

que ser, sin duda, el antecedente histórico y natural de la propiedad.

JOAQUÍN ESCRICHE, en su Diccionario Razonado de Legislación y

Jurisprudencia3, anota sobre la evolución histórica del fenómeno:

“En el estado primitivo del género humano, todas las cosas se adquirían por la

ocupación, se conservaban por la posesión, y se perdían con ella, de modo que

la posesión se confundía entonces con la propiedad. El establecimiento del

Derecho Civil hizo de ellas dos cosas distintas e independientes: la posesión no

fue ya sino el mero hecho de tener la cosa y la propiedad llegó a ser un

derecho, un vínculo moral entre la cosa y el propietario, vínculo que ya no pudo

romperse sin su voluntad, aunque la cosa no estuviese en su mano. En una

palabra, pudo ser propietario sin poseer la cosa y poseerla sin ser propietario”.

Es evidente que la posesión es hecho jurídica y la propiedad es un derecho.

Cuando coinciden el derecho y el poder de facto, el propietario poseedor se

encuentra en la más sólida posición jurídica frente a la cosa. En mejor situación

que la de quien sólo es titular del derecho y carece de la posesión, o, de la de

quien sólo es poseedor sin ser titular del derecho.

Porque es posible:

a. Ser poseedor sin ser titular de derecho alguno sobre la cosa;

b. Ser titular de derechos sobre la cosa sin tener la posesión de ella; y,

c. Ser titular de derechos sobre la cosa y simultáneamente poseedor de la

misma4.

Esta última es la situación ideal, es decir, cuando quien ejerce su derecho,

manifiesta su poder jurídico real ejecutando sobre la cosa actos materiales que

resaltan como manifestación objetiva

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