La comandancia, un caos

La comandancia, un caos

La escena se presenta en el cárcel con algunos prisioneros sentados atrás de las rejas. Al otro lado una mesa con un gran libro, un teléfono y dos sillas.

Entra El Narrador con su séquito de policías femeninos, quienes toman una silla y la ubican en el centro del escenario. Él se sienta y es acomodado por las oficiales, peinado hasta que él mismo las aleja y se queda solo.

El Narrador: (Dirigiéndose al público) Bienvenidos ciudadanos, a presenciar esta fábula, esta encrucijada entre la libertad y la reclusión, donde todos alguna vez seremos llamados, si violamos las leyes: La cárcel. Siempre nos hemos preguntado, ¿qué sucederá si alguna vez cometo alguna infracción, ya sea leve o grave? Pues bien. Poned atención, que aquí quizás hallareis la respuesta. (Se para y hace el gesto de silencio) Chiist. Silencio. Parece que alguien se acerca.

Aparecen en escena el comandante y su ayudante. Vienen cansados, recién despertándose. Se ubican  en la mesa y la silla. Ante la falta de la otra silla, el ayudante va a buscar la que ocupa el Narrador y la saca con violencia. El narrador sale de escena. Se escuchan unas discusiones de dos personas

Comandante: uff, parece que empezamos temprano.

Ayudante: Necesito vacaciones. Oiga Mi comandante, cuando me va a dar los trescientos cincuenta y cinco mil cuatrocientos treinta y seis días con tres horas, cinco minutos y tres segundos de vacaciones que me debe.

Comandante: Pronto oficial, tenga paciencia.

Ayudante: Paciencia, paciencia, con esta paga no hay quien aguante, no hay descanso. Todos los días la gente viola las leyes. (Exaltándose se pone de pie) Y yo he trabajado siempre con estilo. Trato bien a los que llegan, les indico su derechos, los ubico entre los prisioneros desde bajo riesgo hasta alto riesgo y yo ¿Y yo? Me pregunto. ¿Cuándo terminaré este trabajo?

Comandante: Pronto oficial, tenga paciencia. Y ahora callado que parece que vienen nuevos infractores.

De entre el público aparecen entrando a la comandancia  Demetrio (mexicano) y Adam (Francés)

Demetrio: Vengo a demandar a este francesito mi Comandante, ya que está violando los derechos de los ciudadanos.

Adam: ¿Cuáles derechos, cuáles derechos? Tú no tienes derechos. Estás mal. Aparte de que no aceptas las diferencias culturales que tenemos, estás malinterpretando las cosas.

Demetrio: No señor. Mi comandante, este señor de nombre Adam, es un francés que vive en México, pero no quiere vivir de acuerdo a nuestras leyes, no acepta nuestra cultura, no acepta nuestra política, inclusive, dice que todos deberíamos de vivir igual, no clases sociales!! Que todos ganemos lo mismo……

Adam: Yo sólo expreso lo que pienso, y sigo en lo mismo, no estoy de acuerdo con eso, e iré a mi país para decirles cómo viven ustedes, y hacer algo en contra suya

Comandante: No señores, ¿ustedes han llegado aquí para que les arregle sus conflictos de temas políticos, sociales, culturales, humanitarios, o relacionados con los derechos del hombre? Les diré quiénes se encargan de arreglar estas situaciones

(No lo dejan terminar de hablar porque entran otro grupo de personas detenidas por unos oficiales)

Oficial 1: Mi comandante, aquí traemos a esta bola de montoneros.

Comandante: ¿De qué se les acusa?

Oficial 1: Se les detiene porque se sospecha que están realizando planes para armar una bomba nuclear…..

Comandante: ¿Qué dicen a su favor? ¿Con qué argumentos pueden ustedes defenderse?

Detenido 1: Mi comandante, es cierto lo que dice el oficial…. (La compañera le da un pellizco)

Detenida 2: Mi Comandante. Pido permiso para eliminar al bocón.

Comandante: No todavía, pidamos explicación primero. Díganme primero sus nombres.

Detenido 1: Florentino Flores

Detenida 2: Felicia Matamala.

Oficial: Recibimos una llamada de unas personas sospechosas, entramos a la dirección que nos proporcionaron y encontramos a este par de sospechosos con materiales de armas nucleares.

Comandante: ¿Cómo es posible? ¿Saben lo que eso significa??? La elaboración de armas y ni se diga, armas nucleares contra la humanidad……..saben cuánto tiempo les espera en la cárcel??? (Se los dice gritándoles)

Ayudante: (Se ubica entre ambos y aparte los lleva al centro del escenario, explicándoles con paciencia). A ver a ver mis amigos, lo que pasa es que parece que hoy El Comandante se levantó con el pie izquierdo. Lo que sucede es que desde hace mucho tiempo no habíamos escuchado de armas nucleares. De alguna forma hoy ustedes llegaron a parar aquí y pues….. no pasa de que se los lleven directamente a la cárcel.

Detenido 1: Está un poco estresado el caballero.

Ayudante: Sí lo que pasa es que él ha estado desde siempre en este puesto y pensaba que iba a jubilarse a los 50, luego a los 60 y ahora recién ha sido confirmado hasta el 75. Perdonen el humor….

Comandante: Oficial, deje de estar diciendo tonterías y lleve a estos dos a una de las celdas…..

Ayudante: Sí mi comandante…… enseguida!!

Comandante: Este día se me está llenando rápido la comandancia, creen que es un hotel. Deben saber que hay una organización que se encarga de este tipo de problemas y es …. (No lo dejan terminar…….)

Ayudante: Queridos ciudadanos tengo que pedirles que se dirijan a esa celda.

Detenida 2: Sabe que estábamos mirando desde aquí y tienen una vista espectacular. ¿Tendrán camas de agua también?

Ayudante: Parece que todavía no entienden. ¡Ustedes están detenidos! Los llevaré a su celda.

Detenido 1: Ah, es un hotel temático. ¡Qué original!

Detenida 2: Y usted es un muy buen actor. Deben pagarle muy bien.

Ayudante: Sí, si, acompáñenme. (Los lleva tras el escenario, se queda fuera de escena un momento

Comandante: Ayayayay, (suspira) estos ciudadanos (dirigiéndose al público) Siempre pensando en maldades. No saben que aquí en el Cárcel los aguarda la soledad y la tristeza… (Se escucha una balacera muy estruendosa. Soldados en posición de ataque, intimidan al público y llegan al escenario. Una vez allí siguen en su actitud intimidatoria. El comandante que estaba escondido tras su escritorio se levanta.)

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