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La lucha política: Entre la Democracia y la Monarquía el caso de Grecia y Roma antigua


Enviado por   •  18 de Noviembre de 2015  •  Ensayos  •  4.398 Palabras (18 Páginas)  •  408 Visitas

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Historia Antigua II

La lucha política: Entre la Democracia y la Monarquía el caso de Grecia y Roma antigua

  1. Introducción

Durante la época antigua de Grecia y Roma  fueron múltiples los movimientos que implicaron cambios en los modelos de organización política y social, siempre que estuvieron acompañados de disputas por el poder o debates sobre las formas correctas de gobernar; A su vez estas disputas llevaron a que en diversos momentos tanto en Roma como en Atenas, se vivieran tiempos de monarquía, oligarquía, tiranía  o democracia, cada una de las cuales tenía un impacto más o menos distinto para la sociedad, ocasionando contentos o descontentos en cada una de sus sociedades, y en diversos momentos.

Sin embargo, estas luchas por el poder político no implicaron ni significaron completamente lo mismo en Atenas y en Roma,  es porque eso que queremos establecer una visión comparativa que nos permita visibilizar los puntos en común y las diferencias entre las formas políticas entre esta polis y estar urbs, primero desde una  breve observación individual de su historia enmarcada en estos cambios políticos, y segundo desde un acercamiento breve a los pensadores de esta época, en relación a la política.

Con el objetivo anterior, haremos uso como fuentes secundarias, Por un lado, del libro el Nacimiento de la política de Finley que nos ayuda a observar en conjunto el proceso ateniense y romano, los orígenes de Roma de Cornell, que nos permite trazar la comprensión de las primeras formas de gobierno Romanas. Y por otro lado, de dos artículos que nos permiten acércanos a una visión cercana de los pensadores de esta época.

Como fuentes primarias, brevemente nos remitiremos a Cicerón, son su tratado sobre la republica y las leyes, y a La Política de Aristóteles, pues ambas nos permiten precisar su concepción de las formas de gobierno.

  1. Roma

La Monarquía  fue la primera forma de gobierno  que rigió la política en Roma desde su fundación datada en el s. VIII a.C hasta el nacimiento de la república en el 509 a.C; Esta consistió en la sucesión de por los menos siete reyes -que se funden entre lo real y lo mítico-, que provinieron de distintos grupos como sabinos, latinos y etruscos. Su sucesión no se dio de manera hereditaria[1], sino que se caracterizó por que el Rex accedía a su cargo por medio de una elección en la que participaban principalmente los patricios y una asamblea del pueblo; Sin embargo, en los últimos momentos de la monarquía este proceso se vio dejado de lado, ya que el poder cayó en manos de tiranos como Servio Tulio y Tarquino el Soberbio – ambos de origen Etrusco- , quienes accedieron al poder, no por la formalidad anteriormente descrita sino por medios ilegítimos que los constituyeron como monarcas inconstitucionales que buscaron aumentar su prestigio por medio de grandes proyectos arquitectónicos o por buscar su legitimidad en el apoyo de los Dioses.

La sociedad romana de esta época estaba organizada dentro del marco del sistema gentilicio que consistía en que unos pequeños grupos, como clanes familiares o  grupos consanguíneos llamados gens o gentílicos,  cuya pertenencia se daba principalmente de manera hereditaria, se constituían como familias patriarcales. A su vez, esta sociedad también estaba organizada en curias como células de reclutamiento militar. Sin embargo , Servio Tulio, se dice estableció una serie de reformas como la organización centuriada que consistió en la división del pueblo ya no en curias sino en clases según su riqueza, lo cual permitiría un mejor reclutamiento de los miembros del ejército, que distinguía sus aportes en función de los recursos de cada clase.

Del siguiente en el poder, Tarquino el Soberbio,  se dice que se caracterizó por un uso generalizado de la violencia y que sería - según la leyenda- derrocado en el año 509 a.C, debido a una violación cometida por uno de sus hijos.

Así la monarquía deja de ser la forma de gobierno en el 509 a. C, y se establece el gobierno republicano, cuya organización estaba encabezada por dos magistrados elegidos anualmente, llamados cónsules que se apropiaron de las facultades que antes tenía el Rex: poderes militares y civiles; A su vez, estos podían vetarse el uno al otro mutuamente, respecto a las decisiones que tomaran.  

También en esta reciente republica los cónsules se verían acompañados de dos asambleas controladas por el Senado, comitia curiata y comitia centuriana.

Como nos indica Cornell los dos primeros siglos de la república se caracterizaron por el conflicto entre patricios y plebeyos, ya que los primeros se constituían como un grupo aristocrático definido dentro de la nobleza romana cuyo carácter era hereditario, y les permitía ciertos privilegios como el acceso  exclusivo a determinados cargos donde tenían el monopolio de los oficios políticos y religiosos. La esencia de este conflicto se centraba en que los plebeyos no tenían la posibilidad de tener propiedad de la tierra, y no tenían una participación política; Sin embargo, a raíz del conflicto se fue dando un lento proceso  donde los plebeyos irían avanzando en  su objetivo de lograr la igualdad política. Así es como,  de alguna manera pueda decirse que en un principio la republica fue oligárquica debido a que el gobierno se concentró en las elites patricias; Sin embargo,  la presión de los plebeyos va haciendo que los patricios se vean obligados a integrarlos en el cuerpo de gobierno, así es que por ejemplo en la Ley de las XII Tablas, se abre por primera vez por escrito el reconocimiento de la igualdad de los ciudadanos romanos, aunque aún con limitaciones, pues los patricios continuaban manteniendo el monopolio de las magistraturas de cónsul y pretor. Será solo hasta el año 367 donde se podrá encontrar una igualdad participativa entre patricios y plebeyos que continuaría perfeccionándose hasta que construyeran un solo cuerpo político, cabe anotar que esta igualdad no implico una igualdad económica y que por ende había patricios y plebeyos más privilegiados que otros.

Paralelamente a este proceso, la primera fase de la Republica Romana también se caracterizó por una política expansionista que les anexaría más territorios, a la vez que la  Urbs romana se vio afectada por la amenaza de enemigos exteriores, como los galos. Es en este periodo donde entran las guerras samnitas, como un conflicto entre Roma y numerosos pueblos de Italia, en la cual Roma establecía colonias en los territorios conquistados del enemigo, y del cual sacaría notables beneficios económicos, que ayudarían a terminar de forjar una clase plebeya adinerada.

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