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Las Miradas Del Cuerpo Atraves De La Historia


Enviado por   •  6 de Diciembre de 2011  •  2.680 Palabras (11 Páginas)  •  830 Visitas

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Las Miradas del cuerpo a través de la historia

La Antigua Grecia: La gimnasia para el cuerpo y la ‘música’ para el alma

Probablemente en ningún otro período de la historia cultural de la humanidad el deporte ha ocupado un lugar tan importante en el arte como en la Grecia antigua. Un gran conocedor del arte griego antiguo, Ernst Buschor, ha afirmado que “se podría decir, con alguna exageración, que hubo una época en la que el arte griego representó únicamente atletas”. El cuerpo humano desnudo (y en concreto el cuerpo masculino desnudo) es el tema central de la escultura y la pintura griegas desde el siglo VIII a.C. Los artistas griegos representan con inusitada frecuencia los vigorosos cuerpos de los atletas, y también cuando representan desnudos a sus héroes y a sus dioses, atribuyen a éstos el aspecto de atletas en la plenitud de su juventud y su belleza. Así, con el aspecto de un joven lanzador de jabalina aparece (según la interpretación de muchos arqueólogos) el héroe Aquiles en la escultura con la cual, hacia 440 a.C., Policleto de Argos dio forma a sus postulados sobre las proporciones de la figura humana perfecta (que son los postulados del clasicismo griego), las cuales había expuesto teóricamente en su célebre tratado Canon. Y una década después, Policleto completa su imagen humana ideal recurriendo, de nuevo, a la figura de un atleta que se ata a la cabeza las cintas que simbolizan la victoria, el llamado Diadúmenos. Atletas son también los modelos humanos del arte de los períodos anterior y posterior a Policleto. El final del arte arcaico, a mediados del siglo VI a.C., está representado por el jinete Rampin (imagen dedicada a Atenea por un joven vencedor en unos juegos deportivos, como indica la rama de roble que corona su cabeza), obra del mismo artista que realizó un hermoso relieve de un discóbolo, actualmente en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas

Estas palabras nos ofrecen quizá la clave para comprender la importancia que tuvo el deporte en el desarrollo de la escultura griega y del arte griego en general, desde las muy esquemáticas representaciones del cuerpo en los vasos geométricos hasta la perfección alcanzada en la escultura y en la pintura de los siglos V y IV. Al artista le interesa sobre todo el cuerpo humano y los movimientos del cuerpo humano, y, dado que los hombres griegos practicaban el deporte desnudos, los gimnasios y las palestras permitían a los artistas pasarse las horas contemplando y estudiando detalladamente el cuerpo humano, ya en reposo, ya ocupado en sencillos o complejos movimientos. En efecto, el arte griego nos muestra los cuerpos de los atletas en las más variadas actitudes dentro de los gimnasios, las palestras, los estadios y los hipódromos. Los vemos en los momentos previos o posteriores al esfuerzo deportivo, aplicándose el aceite o quitándose con la estrígile la mezcla de polvo y aceite que cubre sus cuerpos tras el ejercicio, recibiendo masajes o vistiéndose para volver a casa. Y los vemos también, naturalmente, entrenando o compitiendo en todas las especialidades deportivas.

La gimnasia para el cuerpo y la ‘música’ para el alma", la educación física y la práctica del deporte tuvo una arraigada implantación en el sistema educativo y, en general, en toda la vida de los ciudadanos griegos, a partir de la creencia de que la práctica de ejercicios corporales es un medio de adquirir y mantener no sólo la salud física sino también el equilibrio mental y incluso de desarrollar y pulir las cualidades morales de las persona.

Para los poetas que componen epinicios, y particularmente para Píndaro, el atleta es el hombre ideal, que destaca tanto por sus cualidades físicas como por sus cualidades intelectuales y morales, puestas siempre al servicio de la comunidad, en beneficio de la buena marcha de los asuntos de su ciudad. El hecho de que Píndaro nos presente a los vencedores en los juegos deportivos como modelos (e, insisto, no sólo en lo físico, sino sobre todo en el terreno moral) tiene su fundamento en la convicción de que la competición atlética es un test muy fiable para evaluar la valía de un hombre, pues en ella el ser humano saca a relucir lo mejor de sí mismo, en todos los aspectos. En los epinicios se suele hacer, por tanto, una alabanza de las virtudes del atleta vencedor, que incluye a menudo el elogio de la belleza física del atleta, señalando el poeta generalmente que esa belleza física va en consonancia con la belleza de su comportamiento y sus acciones.

En la Edad Media: “cuerpo: Prisión y el veneno del alma “

Entre la represión y la libertad, la Cuaresma y el Carnaval, el cuerpo de la Edad Media es el lugar donde se producen algunas de las más importantes tensiones de la época en Occidente. De la abstinencia de los frailes a las delicias profanas de la carne, del auge del cristianismo a la persistencia del paganismo, de la risa a las lágrimas, de la moda en el vestir a las costumbres del comer, del celibato al amor cortés, este esbozo de “historia total” del cuerpo permite comprender los códigos, los gestos y los significados que el Occidente medieval legó a nuestra modernidad. Se trata, en suma, de dar cuerpo a esta Edad Media de la que todos procedemos.

En general, la mujer siempre se ha visto reprimida, en la sociedad medieval, con el cristianismo como su gran operador ideológico instauró un cuerpo glorificado, exaltado, reprimido y rechazado, no deja de reprimirlo y llamarlo “abominable vestido del alma” y al mismo tiempo “el cuerpo es el tabernáculo del Espíritu Santo”.

La edad Media fue una época de renuncia y represión del cuerpo que surgió frente a la instauración del feudalismo que acentuó la represión del placer corporal, el desprecio por el mundo era desprecio por el cuerpo.

Se puede afirmar que el cuerpo en la Edad Media es un cuerpo incomprendido, un cuerpo que incita al pecado del hombre y que por esta misma razón es pecaminoso en sí mismo, es un cuerpo que es necesario vigilar, castigar y sacrificar debido a su intrínseca lujuria, aunque a la vez es alabado y glorificado.

En la antigüedad ser gordo era algo muy valorado y agradable.

Antes, ser gordo era sinónimo de adinerado, de pertenecer a clase social elevada, Ya que a través de la gordura demostraban que, estaban muy bien alimentados (hasta en exceso) porque podían adquirir debido a su riqueza mucho alimento.

En la modernidad: Una maquina llamada cuerpo.

El cuerpo en la modernidad está mirado como algo que forma parte del ser humano, y que se conforma por diferentes estructuras, cada

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