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Literatura Del Siglo XVII


Enviado por   •  2 de Marzo de 2014  •  2.021 Palabras (9 Páginas)  •  219 Visitas

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EL TEATRO EN EL SIGLO XVII. GENERALIDADES.

Lope de Vega (1562-1635) es él que introduce las fórmulas literarias del siglo XVII. Y luego será Calderón quien las herede.

Lope recibe críticas por las novedades que introduce. En 1609, Lope escribe una obra en verso titulada Arte nuevo de hacer comedias. Lope es consciente de que introduce una técnica revolucionaria al hacer las comedias.

1. Características generales del teatro del siglo XVII.

• La estructura de la obra había sido, desde el modelo clásico, de 5 actos, pero ahora se introduce la novedad de los 3 actos. Además, se escribe en verso. En la representación, entre acto y acto y al final de la obra, se representan unas obritas, entremeses o bailes, de tal modo que al espectador, la obra le llega fraccionada.

Todo el texto está en verso, excepto las cartas, no se sabe por qué, que están en prosa.

Lope, en El arte nuevo de hacer comedias, dice que hay que mantener el suspense del espectador porque si no hay suspense, el público se aburre. Hasta la mitad del tercer acto, no se sabe cómo termina la obra. A veces el espectador sabe como termina la obra, pero aún le queda por saber los caminos que tomará el dramaturgo para conseguir el final.

Muchas obras de Lope están basadas en tradiciones populares y leyendas que todo el mundo conocía. En este caso, el autor explota el conocimiento de la gente: introduce cosas que el personaje no entiende pero el espectador sabe su significado. Hay ironía trágica; esto es que el personaje, sin saberlo, introduce verdades que, por supuesto, el espectador sí sabe porque conoce el final de la obra, por eso el personaje no las entiende, pero el espectador sí.

El modelo clásico suponía una unidad de tiempo, de acción y de lugar. Los dramaturgos del siglo XVII no seguían esa norma y rompían, sobre todo, con las unidades de tiempo y espacio.

Los clásicos pensaban que la unidad temporal debía ser de 12 o 24 horas y que la obra dramática debía tener como espacio solo un lugar.

Lope dice que la cólera del español sentado no permite mantener la unidad de lugar. Los propios personajes son los que van indicando los lugares distintos.

Con la unidad temporal ocurre igual. En el primer acto, la acción corresponde a la juventud del personaje, el segundo y tercer acto corresponden a la madurez del personaje. A veces, dentro de las escenas de un mismo acto, hay un tiempo de días, incluso semanas.

Pero todo esto ocurre en el teatro español, no en el francés, que sigue con el modelo puramente aristotélico de unidad.

La razón por la que existía una unidad de tiempo era para hacer coincidir el tiempo interno de la obra con el tiempo real, es inverosímil que para el espectador pasen 15 minutos y para el personaje 25 años, por ejemplo. Con la unidad de lugar pasa lo mismo, debe ser el mismo en la realidad que en la obra.

Los partidarios de Lope (defensores de la ruptura de la unidad) dicen que en teatro pasa lo mismo que en pintura, donde un pintor no reproduce exactamente un paisaje, porque no tiene el mismo tamaño que en la realidad.

Los teóricos franceses, defensores de la unidad, pensaban que la obra se debe tomar en el momento cumbre de la crisis en la acción, ya que el interés de a obra se diluye si contamos todo el embrollo. Como ejemplo ponen a Homero, que cuenta los últimos días de la guerra de Troya, no la guerra entera, porque sino aburriría al lector. El inconveniente de esto es que el espectador no entiende la trama, así que el autor tiene que buscarse las artimañas para introducir la información de una manera que parezca natural, para que el espectador entienda el por qué de la acción. En la obra que no se respeta la unidad, esto no hace falta, porque el autor escribe todo lo que necesita, sin necesidad de tener que explicarle al espectador el por qué de una acción repentina e inesperada.

El teatro de Lope está lleno de acción, incluso el del propio Calderón. En general, el teatro del siglo XVII está llano de acción. Cuenta más la complejidad de la intriga que la caracterización psicológica de los personajes.

• Temas: la temática es muy variada. Está basada en la Biblia, pura invención, vidas de santos, pequeñas historias, en romances populares, historia de España, etc. Casi nunca falta la intriga amorosa, aunque la obra dramática trate sobre santos. El honor también es un tema muy recurrente, sobre todo el honor matrimonial (el marido tenía poder para matar a su mujer si sospechaba que ésta tuviera un querido).

• Personajes: hay personajes típicos dentro de las obras dramáticas: el viejo es uno de ellos, el padre o los hermanos de la muchacha que tiene que cuidar, durante la soltería de ésta, su honor de mujer. Otro personaje típico es el galán, siempre acompañado por la dama (que suelen ser galanes y damas). Las comedias de solteros son más bien cómicas, mientras que las que tienen matrimonios, terminan siendo trágicas, sirviéndose el marido del código de honor matrimonial.

Hay personajes casi inevitables en el teatro del siglo XVII:

o Galanes y damas: desde el punto de vista dramático, las damas juegan un papel más importante a la hora de poner en marcha el mecanismo de la intriga. Con frecuencia es la dama la que inicia los trucos y los engaños para salirse con su propósito y ver al galán. Desde el punto de vista ideológico también tienen un papel importante. En las obras toman la iniciativa y este hecho no coincide con la realidad de la época.

Es la mujer la que complica las cosas. El comportamiento de las mujeres plantea el problema de la moralidad: se comportan de forma poco moral (mienten, enredan, traicionan, etc.) y no reciben castigo por ello.

Los críticos, al referirse al comportamiento de los personajes, utilizan el término “vacaciones morales”. Hay una moral subyacente a toda la comedia: los que siempre

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