Los Malos Negocios Colombia

LOS MALOS NEGOCIOS DE LOS GRUPOS ECONÓMICOS

Si alguien le pregunta a cualquier directivo del Grupo Empresarial Antioqueño antiguo Sindicato Antioqueño cuál ha sido el peor negocio de este conglomerado económico no dudará en afirmar que la compra de Acerías Paz del Río. Santo Domingo, cuando caminaba de la mano de Augusto López Valencia, fracasó con el lanzamiento de las gaseosas Konga y Link que buscaban morderle parte del mercado a Postobón y Ardila Lulle, tiene en Coltejer y en RCN televisión su principal dolor de cabeza.

Luis Carlos Sarmiento Angulo, cabeza del grupo Aval, nunca creyó que la construcción se derrumbara tanto y, a pesar de que se mantiene en el negocio, por ahora los proyectos nuevos los tiene congelados. Los cafeteros fusionaron a Concasa con Bancafé y perdieron el año pasado las dos instituciones.

El grupo Sanford optó por invertir en el gusano de seda. Un negocio que prometía grandes expectativas dada la decisión del Gobierno de diversificar el cultivo del café. Pese a los grandes esfuerzos el proyecto provocó disolución entre los inversionistas.

Qué ha pasado? Hay de todo. Desde equivocaciones en la selección de los negocios hasta el cambio en el modelo económico.

Paz del Río, que era la mayor siderúrgica del país, fue azotada por la competencia. Sus mejores momentos los vivió bajo el esquema proteccionista que tocó fondo en febrero de 1990, cuando la administración Barco inició, tímidamente, el proceso de apertura económica.

El entonces Sindicato Antioqueño, hoy Grupo Empresarial Antioqueño, decidió adquirir la mayoría accionaria de la compañía. Aunque Paz del Río advertía problemas de ineficiencia dada su carga laboral y la deficiencia de la materia prima el tenor del hierro es bajo en comparación con el de Sidor en Venezuela parecía un buen negocio dada la política de restricción a las importaciones que imperaba hasta antes de 1990.

Es el peor negocio del Sindicato , dijo el presidente de Cementos El Cairo, Germán Botero Arango, cuando el Sindicato buscaba regalarle las acciones de la Compañía al departamento de Boyacá. El Cairo, que pertenece al Grupo Empresarial Antioqueño, era accionista de Acerías Paz del Río.

Ese, desde luego, no ha sido el único negocio malo del conglomerado paisa. Aunque es una compra estratégica y se espera una mejor suerte en el largo plazo, el BanColombia es hoy por hoy uno de los grandes dolores de cabeza de los accionistas.

El año pasado BanColombia perdió 197.228 millones de pesos, la mayor de la banca privada. Ahora les toca capitalizarlo en 392.000 millones de pesos. Además, hay líos pendientes con los antiguos dueños, la familia Gilinski.

Las inversiones en Makro y en Setas Colombianas, esta última especializada en la producción y comercialización de champiñones, tampoco han dado resultados satisfactorios. Así, que este exitoso grupo, que el año pasado consiguió aliados estratégicos internacionales que aportaron a sus empresas alrededor de 500 millones de dólares, no ha sido ajeno a las eventualidades de los negocios.

Las lágrimas de Ardila El industrial Carlos Ardila Lulle, caracterizado por estar presente en cada una de las decisiones que se toman en sus compañías, también tiene pesadillas que no lo dejan dormir tranquilo.

Coltejer, textilera que empezó a controlar en la década de los 70, se ha convertido en uno de los lastres de su organización. La carga laboral, el contrabando de textiles y la fuerte competencia no han dejado progresar la compañía.

Coltejer, cuyo lema es el primer nombre en textiles , perdió entre enero y septiembre del año pasado más de 109.000 millones de pesos.

La Organización Ardila Lulle, muy exitosa en el área de las gaseosas, incursionó en la década pasada en negocios que dejan mucho que desear, según los expertos.

Uno de ellos es Leona. Ardila promedió que cuando cumpliera 70 años sería el primer productor de cerveza del país. Aunque no existen datos concretos se estima que no tiene más del 10 por ciento del mercado nacional. En la región central, básicamente Boyacá y Cundinamarca, cuenta con el 30 por ciento.

Un analista empresarial, que pidió reserva de su nombre dijo: Leona es el error más grande de Ardila Lulle .

Otro negocio que pesa sobre las finanzas de la Organización es el canal privado de televisión. La sola concesión costó 95 millones de dólares. En total, incluyendo el montaje de la infraestructura, esta inversión ya asciende a 205 millones de dólares. Para financiar el proyecto se han hecho emisiones de bonos y acciones y en este momento se encuentra en proceso de negociación un crédito con un grupo de bancos extranjeros y la Corporación Financiera Internacional.

El Canal, aunque es un proyecto estratégico, pues el otro grupo Santo Domingo dispone de la segunda concesión (Caracol), ha significado enormes esfuerzos financieros para sacarlo adelante.

Ha sido difícil, pero vamos bien , dijo recientemente Gabriel Reyes, presidente del Canal. Hay quienes consideran que la concesión se compró demasiado cara ese fue el límite de la Comisión Nacional de Televisión y que además la deuda se contrató en un mal momento, debido a la fuerte devaluación que se presentó hace año y medio.

Los lunares del Grupo Como todo negocio implica riesgos, aciertos y desaciertos, el Grupo Empresarial Bavaria, que lo identifica más claramente el nombre de Julio Mario Santo Domingo, también tiene lunares diversos.

En 1994, cuando aún era presidente Augusto López Valencia, el conglomerado optó por competirle a Ardila Lulle en el ramo de las gaseosas. Lanzó Link y Konga. El fracaso de estas dos bebidas fue estruendoso (ver recuadro).

En su afán por expandirse, el Grupo ingresó al sector automotor. Adquirió Sofasa-Renault, que durante la década de los 60 inició operaciones en Colombia bajo la tutela de la casa matriz francesa y del Instituto de Fomento Industrial (IFI).

La empresa funcionó bien en medio de la estrechez del mercado mientras existió la restricción a las importaciones y en la primera etapa de los 90 cuando se presentó el boom del consumo. Pero vino primero la desaceleración de la economía y luego la recesión. En el 98 la compañía perdió alrededor de 60.000 millones de pesos. El informe del 99 aún no se conoce pero ese fue un mal año para la industria, pues las ventas cayeron en 52 por ciento.

El Grupo tiene una participación del 51 por ciento en la compañía es decir, es socio mayoritario y para sacarla adelante el año pasado se aprobó una capitalización de 50 millones de dólares.

El Grupo también ingreso al sector de telecomunicaciones

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