MAGISTERIO

Introducción

Desde el inicio del porfiriato el estado considero a la educación como el medio para logar unidad en el país, si bien habían ganado en lo político, mucho quedaba por hacer para crear un cambio de conciencia entre los ciudadanos.

Las expectativas en la educación eran muy altas se pretendía que a través de ella se lograría que el ciudadano reconociera su patria, los deberes sociales, acabar con la ignorancia, acabar con el poder del clero, considerando ahora enseñar sobre moral, entre otras cosas. La enseñanza debería de ser obligatoria, laica y gratuita, y gracias a las leyes recién formuladas lo era.

El país se encontraba en vías de desarrollo, sin embargo eran muchas las necesidades que se tenían, las escuelas eran insuficiente, la necesidad de formar maestros era imperativa, no existía hasta ese entonces una escuela que propiamente estuviera dedicada a la formación de docentes, pero la población en su mayoría analfabeta, debería de recibir atención y era necesario que se multiplicaran el número de maestros.

Contenido

Aparecen entonces las escuelas normales, la mayoría de los maestros no tenían preparación. En 1886 Enrique Rebramen planea y organiza la primera institución que debía preparar maestros en forma moderna. Los planes de estudio eran muy extensos y complicados, además se modificaban constantemente, al principio poco se preocuparon por el aspecto pedagógico, era más bien inclinado hacia lo científico, conforme avanzaron los planes se tomo a consideración la importancia pedagógica y se amplió en los planes de estudio. Los primeros maestros normalistas eran personajes ilustres, reconocidos por su trabajo, la mayoría de ellos escribían sus textos.

Antes de esta Normal hubo otras escuelas antecesoras en la formación de profesores como en 1879 en el Distrito Federal, la primera reformista en Xalapa en 1885, a lo que se llamo “la gran cruzada normalista”.

En la escuela Secundaria para Niñas en 1869 se daban materias para preparar a las niñas para ser maestras, era una especie de secundaria y preparatoria. En 1890 funciona la Normal para profesoras como medio para logar la igualdad por medio de la instrucción.

El papel del maestro en la sociedad era bien recibido, en el discurso inaugural de la Escuela Normal para Profesores, Joaquín Baranda enaltecía la función del maestro, quien como el sacerdote, era el apóstol de la religión del saber. Desde entonces al maestro se le vio como una especie de misionero, su actividad considerada más bien como una labor altruista, por tanto el sueldo del maestro fue muy bajo, se consideraba que se debía tener ese amor por los semejantes y se pensaba que su labor era más bien por gusto.

Si la situación para el maestro era precaria para las maestras aun más, se decía que tenía igualdad por medio de la instrucción pero hasta sus programas eran menos complicados. La maestra era socialmente aceptada por sus características, como el carácter, amor, bondad y paciencia, y sobre todo el que se podía conformar con un sueldo menor. Las plazas se obtenían por oposición, a menos que tuvieras una trayectoria demostrable. El maestro era polifacético, además de tener una gran cultura debía de tener vocación. Pero solo se le podía pagar por dos trabajos.

A pesar del enaltecimiento del maestro este no tuvo reconocimiento económico equiparable a su función, había incongruencia entre el número de alumnos que tenían las necesidades de recibir educación y las ofertas de trabajo, además al ser una profesión que se puso de moda en el Porfiriato y dado que el salario como se menciono estaba dado por la oferta y la demanda, las retribuciones económicas eran tan bajas que los maestros se encontraron en una situación desesperante.

Comenzaron pues a exigir sus derechos, enviaban cartas al presidente exponiendo su situación;

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