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Mandela: autoridad informal al servicio de una nación


Enviado por   •  6 de Diciembre de 2021  •  Tareas  •  1.507 Palabras (7 Páginas)  •  96 Visitas

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Mandela: autoridad informal al servicio de una nación

Luego de pasar 27 años en la cárcel, Nelson Mandela recuperó su libertad y no dudó en ejercer el liderazgo que Sudáfrica necesitaba: contribuyó a derribar el régimen del apartheid y construir un país nuevo que los incluyera a todos. Entre otros factores, el Rugby jugó un rol crucial.[pic 3]

Nelson Mandela, nacido en julio de 1918 y hoy retirado de la vida pública fue el primer presidente de Sudáfrica en ser elegido por sufragio universal en 1994. Gobernó durante cinco difíciles años en los que sentó las bases de una nueva nación sudafricana luego de décadas de leyes de segregación racial que implicaban limitar severamente los derechos de negros y mestizos.

Abogado y político, líder de la fracción armada del   Congreso Nacional Africano (CNA), Mandela - a quien hoy en Sudáfrica llaman Madiba, un título honorífico casi equivalente a rey - fue encarcelado en 1962 acusado de múltiples cargos y condenado a cadena perpetua. Pasó 17 años en la prisión de Robben Island, donde además debía trabajar en la cantera y luego fue trasladado a otros establecimientos hasta completar 27 años de cautiverio. En todo este tiempo, no fue olvidado por

la comunidad local e internacional que nunca dejó de presionar por su liberación a través de boicots comerciales y deportivos contra Sudáfrica.

El personaje

Quienes lo conocen lo describen como una persona encantadora, con un aura que sólo se puede calificar de virtuosa y sin espacio para el rencor, a pesar de los sufrimientos y humillaciones que soportó buena parte de su vida de sus compatriotas blancos. De hecho, en todas las prisiones en las que estuvo no sólo se ganó el respeto y la admiración de sus compañeros, sino también de los gendarmes.

A pesar de haber sido condenado a cadena perpetua, el año 85 el gobierno sudafricano inició conversaciones y negociaciones con el CNA y Mandela con miras a su liberación, entendiendo que ésta podría abrirle las puertas de una integración a la comunidad internacional y podría ser la herramienta para una transición hacia un Estado no segregacionista. Probablemente, nadie imaginó la relevancia que Mandela jugaría en la vida política sudafricana.

Mandela aceptó participar en el proceso y puso todo de su parte para que éste avanzara en forma "limpia" y rápida. Fue capaz de estrechar manos y compartir reuniones sociales con quienes para él representaban la cara más reprochable de la historia de su país, entre quienes estaban los mismos responsables de matanzas y abusos. Con todos ellos Mandela estuvo dispuesto a dialogar y a mostrarse como el hombre que era: abierto, conciliador, directo, firme, justo y, sobre todo, pragmático.

En 1990 fue liberado luego 27 años de prisión. En la conferencia de prensa que dio tras recuperar su libertad dejó encantados a los corresponsales extranjeros con su simpatía y falta de rencor. Al día siguiente, una multitud lo vitoreó en un estadio. Sin ser buen orador - más bien monótono y sin matices en la voz -, su sola presencia bastó para construir una autoridad informal necesaria que el proceso de reconciliación requería: el que buscaría y lograría crear una nueva nación que igualara los derechos de blancos - afrikáners descendientes de los antiguos colonos holandeses, e ingleses - y negros carentes de los más mínimos derechos civiles.

La Visión

Así como Martin Luther King tuvo el sueño de ver abolidas las leyes de segregación en los Estados Unidos de los 50 y 60, Mandela tuvo el mismo sueño para su país. Cuando recuperó su libertad comenzó a ejercer gran influencia en la forma en que gobernaba el Presidente de Klerk, con quien había desarrollado un vínculo bastante cercano.

Los acontecimientos se fueron desarrollando con mucha rapidez, lo que tenía sus ventajas porque el país necesitaba un golpe de timón con urgencia, pero a la vez, representaba el riesgo de elevar la tensión por sobre los niveles que la sociedad podía resistir. Por un lado, el afrikáner temía perder sus privilegios y, por otro, los negros estaban ansiosos por adquirir o recuperar algunos privilegios. ¿Cómo encontrar un punto de acercamiento sobre el cual construir una visión común?

Muy pronto Mandela captó que el rugby, que para los afrikáners era casi una religión mientras que para los negros era un deporte insignificante, podía convertirse en un gran eslabón para unir los dos pueblos. ¿Cómo hacerlo? Partió por lograr que la selección sudafricana de rugby pudiera insertarse en los torneos internacionales donde antes era boicoteada y abucheada, y en poco tiempo (1993), consiguió que Sudáfrica fuese designada como sede para la Copa Mundial de Rugby a celebrarse en mayo-junio de 1995.

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