Mexico Barbaro

MEXICO BARBARO

John Kenneth Turner

En este documento pretendo expresar, la dura realidad de cómo se vivía durante el porfiriato, una dictadura que cambio mucho a México, una etapa de mucha desigualdad y miseria, que se vio marcada por la esclavitud y las condiciones infrahumanas de cómo vivían los peones de las haciendas y de la clase baja.

Bueno, el porfiriato se vio marcado principalmente por el avance industrial pero también por la gran pobreza y desigualdad, los dueños de las haciendas tenían en condiciones de esclavitud a sus empleados, los peones, como dice Kenneth en su libro, “la esclavitud por deudas y por contrato es el sistema de trabajo que prevalece en todo el sur de México, probablemente 750 mil personas pueden clasificarse con exactitud como propiedad mueble de los hacendados”. (Kenneth Turner, México Bárbaro)

La vida social del país en esos tiempos era muy desigual, aparte de que los peones, al verse oprimidos por sus patrones, no podían hacer nada, ya que el gobierno no los escucharía y además los mismos patrones los meterían a la cárcel si se atrevieran a cuestionarlos.

Los peones estaban obligados a comprar en las tiendas de raya, de las mismas haciendas, las cuales tenían precios exorbitantes lo que hacía que su dieta solo constara de maíz y frijoles, aparte de que su vestimenta eran trapos viejos, que la conservaban hasta que literalmente desaparecían, eran tiempos muy duros.

Pero no solo los peones y esclavos vivían en condiciones de miseria, esta se extiende a toda clase de personas que trabajan, en ese entonces había 150 mil trabajadores de minas y fundiciones que recibían menos dinero por el trabajo de una semana que un minero norteamericano de la misma clase por un día de trabajo.

Los que no vivían en haciendas, pasaban las noches en los comúnmente llamados mesones, alojamientos baratos donde se abarrotaba de gente que dormía en el suelo, “un mesón es un albergue tan miserable que solo son peores las galeras o cárceles-dormitorios de los esclavos de tierra caliente, los miserables, andrajosos y desnutridos que andan en las calles de la ciudad llegan a los mesones a alquilar con 2 centavos de cobre un breve y limitado refugio, un pedazo de suelo desnudo en que echarse, un petate, un mal descanso en un aposento nauseabundo con 100 personas más, que roncan, se mueven, se quejan, y que son hermanos en el dolor”(Kenneth Turner, México Bárbaro).

Esta era parte de la desgracia que se vivía en México durante el porfiriato, miseria era la palabra perfecta para describir a México después de conocer cómo vivían sus habitantes, infelices, desnutridos y miserables.

En ese tiempo, en México los pobres no tenían voz ni voto, les habían quitado todos sus derechos haciendo que mostrar las inconformidades de cómo los trataban sus patrones era inútil, Díaz hacia lo que quería y nadie se oponía a él o era fusilado, estaba a los intereses de los extranjeros. “En 1876 el general Díaz ocupo con sus fuerzas de la capital mexicana y se declaró a si mismo presidente provisional. Poco después convoco a una supuesta elección y se declaró a si mismo presidente constitucional, puso a soldados en posesión de las urnas electorales e impidió, por intimidación, que apareciera cualquier otro candidato en su contra”

El ejército fue una parte importantísima para que Díaz siguiera en el poder tanto tiempo, la gente era reprimida, había soldados en todas partes, las ciudades importantes estaban infestados de ellos en las calles principales, se creían la autoridad y mantenían con miedo a la población. Aunque también los soldados

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