ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Mexico Mutilado

salmarva14 de Septiembre de 2012

9.097 Palabras (37 Páginas)993 Visitas

Página 1 de 37

MEXICO MUTILADO

BIOGRAFIA

ANTONIO LOPEZ DE SANTA ANNA

Militar y político mexicano (Jalapa, 1795 - México, 1877). Era un joven capitán del ejército español cuando estalló la insurrección anticolonial en 1810. Tras luchar en el bando virreinal, apoyó a Iturbide una vez que éste se hizo con el poder y proclamó la independencia (1821). Luego encabezó la sublevación que derrocó al régimen monárquico de Iturbide y abrió el proceso para convertir a México en una República federal (1822-24).

Desde entonces se convirtió en el «hombre fuerte» del país por espacio de cuarenta años, si bien su presencia formal al frente del poder político fue intermitente. Su prestigio militar se acrecentó cuando consiguió rechazar una expedición enviada por España con intención de restaurar el régimen colonial en 1829.

Después de derrocar a los gobiernos establecidos en 1829 y 1832, en 1834-35 asumió personalmente la presidencia de la República. Carente de ideas propias, Santa Anna fue un demagogo populista, que empezó gobernando con los federalistas anticlericales, para aliarse luego con los conservadores, centralistas y católicos, con los que tenía mayor afinidad.

En 1835 suprimió el régimen federal aplastando por la fuerza a sus defensores; este refuerzo del centralismo desencadenó la rebelión de Texas, territorio del extremo noreste de México con fuerte presencia de colonos anglosajones. Atacó Texas con su ejército, enfrentándose también a los Estados Unidos, que prestaban apoyo a los rebeldes (1836); pero fue derrotado y hecho prisionero en San Jacinto, enviado a Washington y liberado por el presidente Jackson tras entrevistarse con él.

Había perdido así su ya escasa popularidad; pero una expedición militar francesa contra Veracruz le dio la oportunidad de redimirse en 1838, rechazando al invasor y recuperando su carisma de héroe nacional (perdió una pierna en el combate). Aprovechando esa popularidad volvió a erigirse en dictador en 1841-42; aunque fue obligado a dejar el poder ante la desastrosa situación económica que provocó su gobierno.

Regresó de su exilio en Cuba al año siguiente, al estallar el conflicto entre México y Estados Unidos por la anexión a este país de la antigua provincia mexicana de Texas (independiente desde 1836). Santa Anna, que se veía a sí mismo como el Napoleón de América, se negó a negociar con Estados Unidos a pesar de su situación de inferioridad: provocó así la invasión estadounidense de Veracruz, Jalapa y Puebla (1846). Completamente derrotado, tuvo que firmar el Tratado de Guadalupe-Hidalgo (1848), por el que México perdió casi la mitad de su territorio (además de Texas, California, Arizona, Nuevo México, Nevada, Colorado y Utah).

Partió otra vez al exilio, pero regresó en 1853 para instaurar de nuevo una dictadura conservadora, derrocada por Juárez en 1855. Ya sin poder político, volvió a México en dos ocasiones: la primera durante la ocupación francesa y el Imperio de Maximiliano, que le hizo mariscal (también entonces intentó sin éxito recuperar el poder); y la última en 1874, después de la muerte de Juárez, para pasar sus últimos años pobre, ciego y olvidado por todos.

INDICE

Primer Capítulo:

La revolución de las tres horas

Segundo Capítulo:

De la indigerible felonía jamás contada

Tercer Capítulo:

La segunda conquista de México

Cuarto Capítulo:

Se consuma el robo del siglo

ENSAYO

Alumnos:

Ingrid Paola Álvarez Aguila No. Lista 3

Hugo Alberto Duran Canto No. Lista 11

Martha Elisa Camargo Trejo No. Lista 8

Omar Guerrero Pacheco No. Lista 16

Nombre del libro:

México Mutilado

Autor: Francisco Martín Moreno

Fecha de entrega:

28-enero-2012

Materia:

Organización y Métodos

Profesor:

MDN. José Martín León

Primer Capítulo

La revolución de las tres horas

Mientras tengamos Congreso,

No esperemos progreso…

ANTONIO LÓPEZ DE SANTA ANNA

Lugar, La Habana, en los primeros días del mes de enero de 1846. Con dos dedos de frente y un mínimo gramaje de dignidad y de capacidad previsora, le hubiera permitido a un Santa Anna ocupar nuevamente la Presidencia de la República, sobre todo después de ser aprendido en San Jacinto en aquel 1836 cuando dormía una ¨siesta¨ en lugar de defender la integridad del territorial de México? Los tratados de Velasco, aquellos que suscribió estando preso, en términos secretos, a espaldas del gobierno y del pueblo de México, para entregar Tejas a los yanquis con tal de no ver heridas a su hermosa piel lozana. Volvió a colocarse, no una, si no varias veces más la banda en el pecho al regresar del exilio cubano en agosto de 1846? Después de haber sido vergonzosamente derrotado en la guerra de Estados Unidos de 1846-1848, y se le suplico volver de nuevo a la Presidencia en 1853 por decima ocasión.

¿Qué país es este, anestesiado, adormecido, que permitió el saqueo de sus bienes, la venta de su territorio, el robo descarado de su patrimonio y todavía abraza a los defraudadores de resoro público.

En aquella ocasión, un mensajero mexicano proveniente de Washinton se presento con la noticia de la anexión de Tejas a Estados Unidos. Más concretamente John Tyler, el Presidente norteamericano, había firmado un tratado de anexión con 12 representantes tejanos. Por supuesto faltaban, entre otros ingredientes jurídicos, la ratificación del Congreso de Estados Unidos, porque Tejas se incorporaría como un estado esclavista. El norte de Estados Unidos se oponía a la penetración inglesa en los estados sureños por que los británicos se apropiarían, a la larga, de sus respectivos mercados. El jefe de la casa Blanca, previendo el final de su gobierno, acelera los tramites anexionistas sin ocultar a su gabinete su grave preocupación respecto a la represaría ya las ambiciones inglesas al sur de Estados Unidos. Se ofrecería dinero, se corrompería a las autoridades si fuera necesario, pues conocían las inclinaciones de los mexicanos para arreglar sus negocios.

En 1844 Santa Anna aprovecho de nueva cuenta la hábilmente la postura anexionista de Tejas a través de una vigorosa campaña política orientada a rescatar ese territorio heredado por nuestros abuelos. ¿Vamos a perder lo que es nuestro sin resistirnos?... ¿Vamos a permitir que nos lo arrebaten…

Santa Ana para hacerse una vez mas del poder y ejercer de nueva cuenta la Presidencia de la. Regresa de El Encero a la Ciudad de México el 3 de junio de 1844, cuando percibe el preciso momento de ser coronado por la Patria con ramas doradas de laurel. Pruebas de su habilidad para lucrar con cuenta coyuntura se le presento años atrás?

En 1829, España intento por última vez recuperar a México, la gran joya de la Corona, por medio de las armas. Anna no gana una sola batalla, ni una, pero eso si, aprovecha la coyuntura geográfica y climática para ostentarse como el vencedor indiscutible. Jamás se podrá olvidar que casi fue hecho prisionero por el enemigo, tal y como acontecería años mas tarde en las batallas libradas en Tejas contra los norteamericanos, el manejo inteligente de un error equivale a mil triunfos…

Regresa otra vez a la Presidencia enarbolando la bandera tejana. ¿Le importaba Tejas al Benemérito¬¬¬¬ ¡Qué va! Su único objetivo consistía en volver al poder por aclamación popular.

Más tarde ya podían derrocarlo o revocarle el mandato: su atentico desafío consistía en regresar a la Presidencia tantas veces el lo deseara. Se colocaría la banda en el pecho cuando se le diera la gana aprovechando la corriente política en boga, cayera o no cayera en ella.

Santa Anna había sido electo, por segunda ocasión, presidente de la República y de acuerdo a las Bases Orgánicas, tenía que haber iniciado los cinco años de su mandato el 1 de febrero de 1844, pero, como siempre, se había retirado a su finca a disfrutar los aromas de la campiña veracruzana sin haber tomado posesión de su elevado puesto y habiendo nombrado presidente sustituto a Valentín Canalizo.

Hasta el 4 de junio de ese mismo 1844, cuatro meses después, y supuestamente por causa tejana, decide ejercer el puesto para el que había sido electo para presidente titular de la República.

Su excelencia trató de incrementar los impuestos echando de fuentes tributarias inimaginables con el único objetivo de financiar un conflicto armado contra una potencia que, en 1812 había vuelto a derrotar nada menos que a Inglaterra y que, en 1836, por una razón o la otra había aplastado al ejército mexicano encabezado por Santa Anna en San Jacinto.

Al “Quince Uñas” solo le falta encontrar un nuevo pretexto para retirarse con la debida dignidad, nuevamente de la Presidencia, abandonarla y salir otra vez a caballo rumbo perfumado del cambo veracruzano.

La violencia y los robos proliferaban sin control

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (49 Kb)
Leer 36 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com