ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Organización y gestión institucional Trabajo Práctico II

Itziar ManattiniApuntes7 de Agosto de 2017

2.634 Palabras (11 Páginas)335 Visitas

Página 1 de 11

 Profesorado de Educación Secundaria de Biología[pic 1]

SEGUNDO A

Organización y gestión institucional

Trabajo Práctico II

Problemática nº 3 (¿en qué medida la cultura institucional incide positiva y /o negativamente en la gestión institucional?

Profesora: Gisela Muñoz Garcia

Alumnos: Manattini Itziar, Brouet Milagros, Medus Ileana.

30/10/2015

Santa Fe


Introducción:

 Ante la problemática elegida ¿en qué medida la cultura institucional incide positiva y /o negativamente en la gestión institucional? ,luego de haber leído distintos autores, explicaremos que es cultura institucional, y que tipos de culturas se pueden encontrar en las distintas instituciones.

Desarrollo:

La cultura institucional es la que incluye el conjunto de modalidades explicitas o implícitas, mediante las cuales una sociedad regula el comportamiento de las personas que la conforman. Las prácticas cotidianas, las costumbres, hábitos y rituales, las normas de comportamiento, los códigos comunicacionales y los sistemas de creencias, que sostienen, considerados todos ellos de un modo colectivo más que individual.

La cultura nos remite inmediatamente a construcciones sociales que tienen como finalidad la regulación, tanto de actividades como de los modos de pensar hacia el interior de un grupo.

Es decir que la cultura de una institución, implica un universo de significados compartidos que construye y constituye una comunidad determinada. Puede ocurrir que se haga mención a ciertas características refiriéndose a la institución en términos como, “conventillo”, “elitista”, “tierra de nadie”, “joyita”; estas y tantas otras expresiones, oídas por todos nosotros son formas de señalar de que cada escuela tiene una “personalidad”, un “estilo”. El mismo se construye en un complejo entramado en el que el proyecto fundacional va siendo moldeado por los actores, cuyas prácticas son captadas en nuestra imagen-representación.

La imagen-representación de la institución no se compone solamente de sus aspectos manifiestos, es decir, de aquellos que imponen a la mirada: el edificio, la limpieza, el comportamiento de los chicos en los momentos de entrada y salida; sino también aquellas que integran aspectos menos visibles: el estilo de los vínculos, los modos en que se toman las decisiones, es decir, la percepción que los miembros de la organización tienen de ellas y de sus prácticas.

Cada institución posee rasgos de identidad y señas particulares que les son propios.

La cultura institucional no es un elemento estático, sino un proceso dinámico, en constante construcción, con sus idas y vueltas, atajos y merodeos, y también con su natural escenario de conflictos, acuerdos, desacuerdos, negociaciones y luchas por el poder.

Podemos destacar que la cultura institucional funciona como “argamasa” que mantiene unidos a los diversos componentes del sistema. Es interesante observar que este mecanismo que une y cohesiona no es necesariamente visible y no necesita se explicitado a sus miembros. Se transforma paulatinamente en el modo “natural” de comportarse, casi como una segunda naturaleza y forma de ser y existir para sus miembros. No se lo percibe, ni cuestiona. No forma parte de la identidad del grupo.

En otros términos podemos decir que la cultura institucional es, metafóricamente, el escenario, la obra que se representa, el telón y el fondo de las actividades de una institución. En ella se integran cuestiones teóricas principios pedagógicos en estado práctico, modelos organizacionales, metodologías, perspectivas, sueños y proyectos, esquemas estructurantes de las actividades.

Es sumamente difícil enumerar y jerarquizar los elementos que componen la cultura institucional, mencionaremos solo algunos: usos y costumbres, sistemas de socialización, criterios y normas de sanción, prejuicios y criterios de valoración, mitos leyendas y héroes, etc.

Para construir un tipo ideal de cultura institucional escolar, se retoman algunas características de la realidad, se destacan las diferencias entre uno y otros, se desestiman las variaciones de cada tipo en la práctica cotidiana. No obstante, su valor se encuentra en el hecho que permite captar y comprender lo fundamental y propio de un conjunto de instituciones escolares, y tal vez, pensar en estrategias más apropiadas de gestión.

Cada una de las culturas que aquí describiremos puede ser directamente vinculada a modelos de gestión de las instituciones educativas.

Vale aclarar, que ni la cultura ni los modelos son fijos, rígidos, ni inmutables, sino que se adecuan en función de los cambios permanentes en el interior de la institución, su contexto próximo y el orden social. Por eso intentaremos describir y conceptualizar tres tipos distintos de culturas institucionales.

La institución escolar: una cuestión de familia

Es habitual encontrar en las escuelas una correspondencia entre el sistema de relaciones institucionales y el sistema de parentesco. Esta particularidad caracteriza a esta cultura institucional.

En esta cultura institucional se idealizan algunos aspectos de las relaciones interpersonales y se niegan otros. . La idealización se monta sobre los aspectos positivos, gratificantes y tranquilizadores de "lo familiar", entendido aquí como aquello que no nos es totalmente desconocido. La ilusión de un vínculo seguro, en el que la aceptación y el cariño de los otros son puntos de certeza incuestionables, facilita la construcción de esta cultura institucional.

Pero vale mencionar que hay “familias y familias”... Nuestro contacto cotidiano con ellas nos permite saber que existen problemas. En consecuencia la promoción de esta cultura institucional sólo puede hacerse en base a descartar o negar los aspectos de la realidad y a idealizar el conjunto.

Lo habitual en los vínculos de parentesco es que no se explicitan ni sus características ni los contratos, es decir los términos de intercambio entre los miembros. Rápidamente puede entonces constatarse un riesgo para las instituciones educativas en las que esta cultura es predominante: los términos de intercambio son ambiguos, lo que no facilita ni el encuadre de las tareas ni su seguimiento

Algunos ejemplos de expresiones que podemos encontrar en este tipo de cultura son:

-querer como a alguien de la familia (hijo/padre),

-más que... (un director/un profesor) soy su amigo.

En las instituciones educativas el respeto no se reduce a un buen trato o a la solicitud de la participación activa pautada. El respeto debería incluir el tener presente la especificidad de la institución y en consecuencia facilitar el cumplimiento del contrato de la escuela con la sociedad.

En principio, el grupo familiar es la primera institución de "pasaje" obligado de todo individuo. Es la matriz de organización de sus actitudes, conductas y relaciones afectivas y cognitivas.

Para no limitarnos a explicaciones unicausales, debemos advertir que la relación con la institución no resulta exclusivamente de los modelos aprendidos en la familia, sino que surge de un complejo entrelazamiento de éstos, con otros modelos integrados durante el pasaje por otras instituciones, el perfil de la institución a la que pertenecemos, de las políticas y demandas de los organismos de los cuales depende cada institución y de la comunidad en la que se halla inmersa. Por ello, es inevitable que las escuelas reproduzcan el modelo familiar. Pero volvamos a aquéllas en donde la reproducción tiende a definir su identidad.

La circulación de la información se realiza fundamentalmente a través de una red informal de articulaciones individuales y se asienta en la interacción "espontánea" entre sus miembros. Por ello suele ocurrir que la estructura comunicacional reproduce la relacional/afectiva.

Esto provoca circuitos de circulación de la información segmentados según las posiciones de los miembros de la institución. De estos segmentos provienen distintas versiones o rumores con los que se pueden llegar a manipular las expectativas e incertidumbres de quienes forman parte de la institución.

En la escena pedagógica hay que tener presente que se trabaja en la construcción y consolidación de vínculos en los que el conocimiento y los saberes no pueden estar ausentes.

Recordemos que para albergar lo afectivo no son imprescindibles las escuelas. Pero esto no significa que en éstas los vínculos no deban incluir el respeto, la consideración y el cuidado.

La institución: una cuestión de papeles o expedientes.

“todo funciona como una maquina con engranajes aceitados”

Esta frase y otras, son pautas para distinguir un tipo de cultura institucional en el que las organizaciones son percibidas y representadas como maquinas o mecanismos.

Este tipo de cultura institucional se puede distinguir por las características que Weber enunciara para referirse a las burocráticas. Las tareas y atribuciones del funcionario se fijan de acuerdo a disposiciones administrativas, reglas o normas.

La estabilidad esta normalmente asegurada, aunque la autoridad se reserva el hecho de controlar el trabajo de subordinados. El liderazgo o autoridad propia y específico de este tipo de cultura institucional se denomina racional-legal.

En síntesis, una institución burocratizada enfatiza los procesos racionales, en particular la descomposición racional de las tareas. El grupo humano que trabaja en esta institución se halla enmarcado en una estructura técnica, generalmente el organiza las funciones.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (18 Kb) pdf (378 Kb) docx (587 Kb)
Leer 10 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com