ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

PROCESOS DE PAZ

hyui15 de Noviembre de 2012

3.417 Palabras (14 Páginas)634 Visitas

Página 1 de 14

Las siguientes líneas pretenden develar lo absurdo de la guerra civil colombiana, nunca ha sido declarada, y su lógica perversa que hoy no sólo

es anacrónica, sino que degeneró hasta la aberración y el delirio de la violencia, bajo la lógica imperial de la otrora “Doctrina de la Seguridad Nacional”, y las aplicaciones de ella.

El conflicto colombiano debe ser arrancado de la visión militar y militarista,

del planteamiento de otorgar o no la beligerancia a las organizaciones guerrilleras, a favor de un desenlace que es el Acuerdo Humanitario. O, dicho en otras palabras, la “regularización de la guerra” mediante el reconocimiento del valor de la vida, para negar y quitar fuerza la lógica de la muerte.

PROCESOS HISTÓRICOS DE LOS ACUERDOS DE PAZ EN COLOMBIA

Colombia es uno de los países más violentos del mundo, se trata de una conducta social que se ha mantenido a lo largo de su historia.

En el fondo del conflicto histórico colombiano está la realidad de una clase dominante, más no dirigente, vinculada fundamentalmente

al latifundismo, que ha perpetuado su preeminencia a partir de cuatro elementos centrales:

1. La alianza antinacional con las potencias imperiales hegemónicas de cada etapa histórica.

2 La vinculación de la economía al modelo agro y mono ex-portador, a partir de la producción de diversos rubros, tales como añil, tabaco, cueros, café, entre otros, siempre en dependencia de los intereses económicos de la potencia dominante

3. La guerra como herramienta social, ideológica y política para la solución de los conflictos de la sociedad, que de esta manera resultan solapados, por lo cual se observa la elevada recurrencia que mencionábamos.

4. El control y manipulación de las herramientas ideológicas en función de presentar una fachada de estabilidad y ejercicio democrático del Estado de Derecho, a partir de la represión, criminalización e invisibilización de toda forma de protesta social.

Aunque la ecuación campo-ciudad se ha revertido desde finales de la década del 40 del siglo XX, etapa cuando la violencia política, económica y social se agudizó, la guerra conserva su virulencia en un país altamente urbanizado (80%).

De poco sirvió tener una nueva Constitución política en 1991,

precedida de pactos y acuerdos de paz con importantes sectores de la insurgencia.

Los hechos demuestran una política de exterminio de la oposición, sea cual fuere su origen y su credo político; surgió, con apoyo y permisividad oficial, el paramilitarismo, asociado de manera estructural al narcotráfico y a otras formas de economía legal e ilegal.

Pero es importante comprender que la eliminación física del rival político, económico, cultural o social es una práctica de raigambre que la oligarquía colombiana utilizó y utiliza para conservar sus privilegios de clase y el poder.

Esa marca ha impactado a través de la historia colombiana tanto a la propia oligarquía como al pueblo colombiano.

Veamos algunos hitos de esta historia:

25 de septiembre de 1828

Intento de asesinato contra el Libertador Simón Bolívar.

4 de junio de 1830

Cae asesinado el Mariscal Antonio José de Sucre, crimen cometido por el que sería presidente de la República de Colombia, General José María Obando.

12 de abril de 1859

Es asesinado con golpes de hacha en las escalinatas del Capitolio Nacional el general Rafael Uribe Uribe, líder socialista l liberal y candidato a la presidencia, seguidor de los postulados bolivarianos y colaborador de Cipriano Castro.

9 de abril de 1948

Muere baleado el líder popular Jorge Eliécer Gaitán.

La muerte de Gaitán marca el recrudecimiento de la violencia política masiva y de clase y de su posterior transformación ideológica y del conflicto armado que transcurre hasta la actualidad y que fue propiciado, en sus comienzos, desde el gobierno del partido Conservador contra el campesinado liberal, que se organizó como respuesta armada a la agresión. Desde entonces, los procesos y acuerdos de paz con los grupos i ns u rg entes han sido objeto de traiciones y engaños que han concluido con la muerte de los líderes desmovilizados o amnistiados y e l i incumplimiento por parte del Gobierno oligárquico colombiano de lo pactado.

Veamos una cro no lo gía de es-tos acuerdos y procesos de paz:

Agosto y septiembre de 1953.

Pri-mera desmovilización guerrillera.

Las fuerzas guerrilleras del Llano, del Tolima, de Cundinamarca, del Eje Cafetero, el Magdalena Medio, Santander y Antioquia, en número de 6.500 hombres y mu-jeres, se acogen a la propuesta de amnistía formulada por el Gobierno del general Gustavo Rojas Pinilla.

En 1957 Los líderes Guadalupe Salcedo, Jacobo Prías Alape, Dumar Aljure y Eliseo “Cheíto” Velásquez fueron asesinados por el Servicio de Inteligencia Colombiano (SIC).

Los alzados en armas solicitaban del gobierno nacional:

a) Reforma agraria

b) Paz y cese de las operaciones militares contra la población campesina

c) Apoyo a la productividad del campo y a la comercialización de sus cosechas

d) Que se destinara una suma de dinero suficiente para remediar la penosa situación económica que afrontaba la totalidad de los habitantes de las regiones afectadas por la violencia;

e) Que el gobierno facilite con plenas garantías el pronto retorno al país de los exiliados políticos;

f) Que el gobierno decrete una ley de amnistía para los delitos políticos cometidos a partir del9 de abril de 1948;

g) Que el gobierno garantice al pueblo de Colombia el pleno goce de los derechos ciudadanos colectivos consagrados en nuestra Constitución

h) Política internacional independiente y de paz;

i) Defensa de la soberanía nacional;

j) Instrucción y cultura para el pueblo;

k) Justicia eficaz.

L) Libertades democráticas para el pueblo: plena libertad de prensa, de asociación, de reunión y de palabra. Libertad de organización para los trabajadores y reconstrucción del movimiento obrero y campesino sobre el principio de la unidad sindical

Mediados de 1958. Amnistía ei indultos a los guerrilleros, como medida para propiciar su entrega.

La guerrilla desmovilizada se dedicó a labores productivas y, ante el incumplimiento de lo acordado por el Gobierno de Rojas Pinilla, debió reiniciar su auto-defensa desde noviembre de 1955cuando sufrió una nueva agresión militar. El Gobierno de Rojas fue derrocado por una alianza entre los partidos Liberal y Conservador, que inauguraron un período denominado “Frente Nacional”, la versión colombiana del “Pacto de “Punto Fijo”. La amnistía fue decretada por Alberto Lleras Ca-margo, primer presidente de esta . El espíritu de esta amnistía era el “olvido” de las causas sociales, políticas, culturales y económicas del conflicto y, antes que una satisfacción a las víctimas, fue un instrumento de legitimación de las oligarquías liberal y conservadora enfrentadas. “Las urgencias del presente pesaban más que las necesidades del pasado”, señaló Camilo Torres al respecto.

La desmovilización de las guerrillas fue consecuencia de un acuerdo de cúpulas, lo que dejó sin soporte político e ideológico y sin apoyo logístico a los grupos insurgentes que permanecían bajo la influencia del partido liberal burgués. Estos degradaron hacia el bandolerismo, atacando a sus propias bases sociales durante la parte final de la década del 50 e inicios de los60.

Otro sector asumió posiciones de cuestionamiento al Esta-do burgués, representado por el Frente Nacional, y aceptó el apoyo político y organizativo de los sectores obreros.

La respuesta del gobierno fue excesiva y sangrienta.

Los desorientados bandoleros fueron utilizados como grupos de choque contra sus hermanos campesinos y luego cazados como fieras. No importaba la posibilidad de capturar y sancionar, predominaron los métodos de exterminio en cacerías a muerte, que incluyeron a los familiares, esposas e hijos menores. Los cadáveres se exhibían públicamente amanera de escarmiento.

El impacto de esta etapa en el inconsciente colectivo fue profundo. Desde entonces el asesinato y la eliminación física del rival se “naturalizó”, hecho que se refleja, actualmente, en la aceptación pasiva de la barbarie militar y paramilitar. La oligarquía sembró en el ideario popular un sentimiento de minusvalía y terror frente al hecho político cuestionador de la oligarquía, frente a la ira de los poderosos, en fin, frente a la acción de los aparatos represivos del régimen capitalista.

La única opción para sobrevivir al hecho político es, desde entonces, la alternativa que brinda la protesta armada.“En Colombia dijo Jacobo Arenas, Comandante de las FARC- es más fácil fundar un frente guerrillero que un sindicato”.

El reinicio de la guerra de g u e r ri l las en l o s a ño s se s en ta.

El factor insurgente campesino, que asumió la alianza con los sectores obreros, intentó establecer zonas de autodefensa y de-sarrollo en las

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (20 Kb)
Leer 13 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com