Palacio Demineria

DESARROLLO

ESTRUCTURA

Estado en que se halló el edificio

A continuación se describe el estado en que se halló el edificio al iniciarse los trabajos de restauración, refuerzo y adaptación:

a) A través de las diversas reparaciones y modificaciones a que se le sujetó en el pasado, el edificio sufrió serias mutilaciones y modificaciones que alteraron sustancialmente la traza original. Probablemente los trabajos de referencia se hicieran con los mejores propósitos, pero la buena intención no compensa lo perdido. Basta recordar las importantes modificaciones que sufrió el patio poniente con el desalojamiento del muro norte y la adición de dos contrafuertes, lo que se repitió en el patio suroriente.

b) En todo el edificio se había suprimido el entrepiso que existía entre el nivel de la planta baja y el de la planta alta y que aparece en el proyecto. Se cree que esta supresión fue progresiva e imputable a la falta de medios de conservación y mantenimiento, pero no por ello fue menos destructora.

c) En el patio oriente quedan algunas evidencias de elementos constructivos que fueron eliminados, vestigios que no son suficientes para intentar reconstruir lo original. que lamentablemente se perdió.

d) En la zona que ocupó la Secretaría de Agricultura y Ganadería y sus antecesoras. las modificaciones fueron muy numerosas y en algunos casos trascendentes. Felizmente. muchas de las modificaciones se hicieron con materiales endebles y perecederos. por lo que no fue difícil su eliminación ni compleja su restauración.

e) Los fenómenos naturales también intervinieron para alterar y transformar la geometría original de la edificación. La fachada norte se caracteriza por su singular desplome hacia la parte interior de la edificación. Las dos fachadas laterales presentaban severos agrietamientos que fueron debidamente tratados. así como una deformación muy acusada hacia su parte media que origina que las molduras y ornamentos sigan una apreciable curva, la cual ejemplifica el complejo problema de la consolidación en los mantos arcillosos. Independientemente de las diferencias de asentamiento, todo el edificio había sufrido un hundimiento general muy importante que lo hizo perder sus proporciones, ya que habían desaparecido elementos arquitectónicos completos cubiertos por las sucesivas capas de pisos y pavimentos obligadas por el descenso de la propia edificación. La acción sísmica también contribuyó al deterioro del edificio, pero su acción destructiva fue afortunadamente moderada, gracias a las propias características de la fábrica.

Estudio estructural

Para el ingeniero, la restauración y refuerzo de una edificación de época pasada resulta un problema singular, ya que si bien es cierto que el proyecto de los elementos resistentes cae dentro de las leyes y reglas de la mecánica de las construcciones, no lo es menos el que las posibles soluciones tienen que satisfacer condiciones estrictas impuestas por la propia edificación.

Esto es, la libertad del proyectista se ve restringida por las condiciones estéticas y artísticas que deberán respetarse en forma rigurosa.

No son admisibles aquellas soluciones que alteren o modifiquen el contenido y la expresión del monumento. Esa fue la condición que se impuso a esta labor y que se observó inexorablemente. Todas las soluciones estructurales propuestas, para que tuvieran tal carácter, deberían incorporarse a la edificación sin dejar huella ni manifestarse en el exterior.

Aplicación de los criterios establecidos sobre restauración

Los trabajos de restauración se iniciaron con la determinación de los elementos que concurrían al proceso de degradación del edificio. Las graves fallas del estado de la cimentación, que desde muy temprana edad provocaron situaciones críticas, fueron la causa primordial de tal degradación. Al cabo de los años, los sucesivos movimientos del edificio lo habían hecho perder importantes aspectos en sus componentes y, por ende, sus valores arquitectónicos, fundamentalmente basados en el sentido de la proporción y el trazo armónico, se alteraron por los continuos rellenos y hundimientos y, en ciertos, casos por la inadecuada utilización que se dio al edificio, que fue fragmentando sus espacios.

En la fachada principal era notoria la desaparición de la basa de la columnata central y particularmente de la de la portada poniente. Al retirar las banquetas construidas con posterioridad, reintegrando el nivel de desplante al rebajar no menos de ochenta centímetros.

Se rescataron estas bases acomodándolas al aspecto general del edificio. En el costado que da al callejón de la Condesa, los daños sufridos eran ciertamente más graves. Los hundimientos, evidenciados por la impresionante catenaria que todavía presenta el edificio, habían ocultado por abajo del nivel del piso, en los diferentes estratos y pavimentos, algunos elementos importantes de la composición e incluso vanos y molturaciones.

La liberación del terreno que cubría parcialmente la fachada se vio restringida por la disponibilidad del terreno que fijó el Instituto de Ingeniería, así como por limitaciones en la captación de las aguas pluviales que recoge la calle. Por estos motivos, no se logró, como se deseaba, tener como punto clave de referencia el desplante del propio edificio. Sin embargo, los resultados son muy satisfactorios y el aspecto que hoy tiene esta parte del monumento es particularmente hermoso.

En el ángulo suroeste, el piso del patio central había sufrido graves hundimientos y las columnas habían perdido por entero sus basas. Al realizar las excavaciones se encontró que estos elementos se elevaban cerca de noventa centímetros sobre el nivel del piso original -como se puede apreciar en algunas de las fotografías-. Dado que las excavaciones que se hicieran para liberar las basas de las columnas podrían producir comportamientos inestables del terreno, sólo se profundizó en las calas y en los planteamientos de alguna solución, en tanto que en los corredores superiores y en la estructura general del edificio se construían las losas de concreto que vendrían a sustituir elementos horizontales por elementos de liga y que permitirían con posterioridad un proceso de excavación durante el cual la superestructura se comportaría convenientemente.

En esta etapa fue espectacular el encuentro de los arranques de la escalera

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