Pero el Estado, ¿existió desde siempre?

Primero les voy a hablar sobre el Estado.

Comúnmente entendemos por Estado a la posesión permanente y exclusiva de un territorio y de situación de mando sobre sus habitantes.

Pero el Estado, ¿existió desde siempre?

La respuesta es no, en algún momento de la historia existieron sociedades sin estado, estas eran las comunidades primitivas (los clanes) donde los vínculos se basaban en lazos de parentesco, lazos de sangre, donde la autoridad en estos grupos generalmente la ejercía el padre sobre los hijos. Ya cuando se comienzan a formar comunidades más amplias que no tienen en cuenta los vínculos de parentesco, se empiezan a formar los que serian los primeros estados (monarquías, reinos, ciudades-estado, etc). Estos estaban formados por una autoridad permanente y publica que ejerce el poder por el interés general sobre un espacio territorial cerrado y sobre las personas que viven en el. Pero estos primeros estados hasta ese entonces no eran llamados de tal manera, se utilizaban hasta ese momento los términos “civitas” o “res publica” para hacer referencia a esos sistemas u ordenamientos políticos.

El filósofo político Nicolás de Maquiavelo dispuso este nuevo término de “estado” gracias al prestigio y difusión de su libro “El Príncipe”. Maquiavelo entiende la necesidad que había de buscar un término más acorde para referirse a esta nueva realidad que se presentaba donde en vez de hablar de “posesión permanente y exclusiva de un territorio y de situación de mando sobre sus habitantes” se habla sobre ejercer el poder sobre una nación la que se entiende como: el conjunto de individuos que comparten una identidad nacional, se reconocen en el gobernante, comparten un mismo territorio y comparten vínculos históricos, culturales, etc.; que los unen. Es a partir de este momento en que se empieza a hablar de Estado Moderno.

Algo característico del Estado es su capacidad de poder ejercer el poder sobre los habitantes. Esto nos hace preguntarnos ¿Cuál es la razón por la que obedecemos? La consideración de esta cuestión ha dado lugar a una variada formulación de principios de legitimidad. Al menos seis parejas antitéticas podemos mencionar para resumir los principios de legitimidad: la Voluntad, la Naturaleza y la Historia.

• Voluntad: se dice que los gobernantes reciben su poder de la voluntad de Dios (por ejemplo las monarquías de derecho divino) o que lo reciben de la voluntad del pueblo (por ejemplo la democracia).

• Naturaleza: tiene distintas formas de derecho natural (la naturaleza como fuerza originaria y la naturaleza como orden racional). Por la primera forma se dice que el derecho de mandar de unos y el de obedecer de otros deriva del hecho de que naturalmente hay hombres fuertes capaces de mandar y hombres débiles capaces de obedecer. Por la segunda forma se dice que el soberano ejerce su poder racionalmente basado en su capacidad de identificar y aplicar las leyes naturales que son las leyes de la razón.

• Historia: tiene dos dimensiones según se busque la legitimación del poder en el pasado o en el futuro. La historia pasada basa la legitimación en la fuerza de la tradición: el soberano legítimo es quien ejerce el poder desde tiempos inmemoriales. La Historia futura se utiliza para legitimar el poder por constituirse, se presenta como una etapa necesaria y más avanzada en referencia a la anterior.

• Por último está el principio de Efectividad, que es uno solo y no engloba a dos posturas que se contraponen como sucede en los casos anteriores. Este principio dice que el poder es legítimo siempre y cuando sea efectivo.

A su vez el sociólogo alemán Max Weber distingue tres tipos teóricos de dominación para responder a esta pregunta:

• Dominación legal: hay leyes validas para todos los miembros de la sociedad. Los que mandan han sido elegidos mediante el voto.

• Dominación tradicional: se funda en la creencia que la autoridad ha existido desde siempre. Los que ejercen el poder lo hacen con una autoridad personal que heredaron y los súbditos obedecen por costumbre.

• Dominación carismática:

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