Plan Martínez De Hoz: "Programa De Recuperación, Saneamiento Y Expansión De La Economía Argentina"
MelanieHermosi13 de Abril de 2014
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Plan Martínez de Hoz: “Programa de recuperación, Saneamiento y Expansión de la Economía Argentina”
a) Ya desde principios de la década de 1960, los sucesivos gobiernos se encargaron de mejorar las condiciones de producción y colocación en el exterior de productos tradicionales, de ampliar los mercados y de diversificar las exportaciones, tratando de incorporar una creciente cantidad de bienes industriales. Es así como hacia la primera mitad de la década del setenta, la cuarta parte de las ventas externas se componían de productos industriales no tradicionales y los ciclos económicos vinculados a la evolución de la balanza comercial –al estilo de los descriptos por el “modelo de stop & go”- habían morigerando notablemente su incidencia.
Pero con el advenimiento de la dictadura militar de 1976, el proceso de industrialización fue trucando súbitamente, volviéndose a la idea de re-especialización en la producción de aquellos bienes para los cuales Argentina contaba con ventajas comparativas, al tomar como base el mercado mundial y volviendo a colocar, al igual que entre finales del siglo XIX, a las exportaciones como el motor dinámico del crecimiento de la producción.
2 de abril de 1976. “Programa de Recuperación, Saneamiento y Expansión de la Economía Argentina”, de Martínez de Hoz. Es el estado mismo, quien debe poner en orden la administración pública y contener fuertemente el gasto fiscal.
El ministerio de Economía José Alfredo Martínez de Hoz señalaba que “la tasa de crecimiento que el país puede lograr, esta directamente relacionada con el volumen de su comercio exterior” para sostener luego que Argentina se encontraba rezagada debido a políticas de sesgo antiexportador, y a practicas proteccionistas por parte de sus socios comerciales. Sin embargo, la mayor parte de las veces la causa de nuestras insuficientes exportaciones ha sido la falta de producción mas que las dificultades de acceso a los mercados. Planteaba entonces la necesidad de una política decididamente impulsora de las exportaciones, tanto tradicionales como no-tradicionales, a partir del multilateralismo y la diversificación de los mercados.
b) Después de haber expuesto el llamado “Programa de Recuperación, Saneamiento y Expansión de la Economía Argentina” –dijo Martínez de Hoz- aprobado por las fuerzas Armadas, exprese la siguiente como conclusión el siguiente párrafo: En conclusión el programa… debo insistir una vez mas, es coherente y global y no puede aplicarse en forma parcial” Para que pueda lograrse con éxito será necesario el esfuerzo conjunto de todos los sectores, sin distinción ninguna, en forma proporcionada a los que cada uno pueda hacer.
Exponía la reducción de los aranceles, enfatizando especialmente la eliminación de los aranceles para el sector de bienes de capital, que abarcaría la utilización de tecnología por la vía de la importación.
Los tres objetivos principales de su política económica serían en orden decreciente la importancia, la estabilidad de precios, el crecimiento económico y una distribución del ingreso “razonable”. Se decía que la esencia de la nueva política sería el paso “de una economía de especulación a una de producción”
c) Los gastos públicos superaron el producido de impuestos; pese a que la administración del señor Martínez de Hoz redujo al máximo los de salud, educación y formación técnica, dejando libre la de construcciones públicas comunicaciones urbanas, suministro de servicios, etc.
Dentro de las medidas para la reducción del gasto público, la primera era la racionalización del personal, que debía lograrse mediante una ley de prescindibilidad.
Eliminación del déficit de las empresas estatales, reorganización de las empresas públicas, privatización de empresas estatales, adecuada financiación para obras públicas y reducción del nivel de inversión.
Años Gasto Publico % del PBI Años Gasto Publico % del PBI
1970 4397,2 28,4 1976 6604,1 36,5
1971 4544,8 28,1 1977 6461,5 34,1
1972 4771,2 28,6 1978 7558,7 41,4
1973 5681,6 32,2 1979 7522,5 37,0
1974 6970,0 36,9 1980 7703,0 37,1
1975 7356,3 39,5
d) La economía había recuperado al menos cierto orden y previsibilidad. La combinación de políticas cambiaria, salarial y arancelaria, ayudadas por las devaluaciones que se habían heredado del momento final del peronismo, logró generar un superávit comercial a lo largo de 1976.
Reducción de la emisión monetaria. Eliminación del financiamiento neto del Banco Central para atender el déficit del presupuesto. Expansión del mercado financiero interno Ley de bancos y entidades financieras. Liberación de las tasas de interés. Reforma tributaria integral. Ajuste del sistema de recaudación. Legislación contra la evasión fiscal. Modificaciones impositivas de urgencia. Emisión de títulos públicos en el mercado interno y el internacional.
e) Política de incremento salarial basada en aumentos de la producción y productividad. La dinámica de las exportaciones no ha estado relacionada de manera estrecha con la evolución del empleo. El proceso de “reconversión industrial”, la creciente flexibilización laboral y la represión durante la dictadura contribuyeron a un pertinaz ascenso del desempleo, que coronaría en la década de los noventa.
f) La lógica financiera se basó en tres elementos que conspiraron contra la consolidación de la expansión de la expansión de las exportaciones a- una evolución espasmódica de corto plazo b- un tipo de cambio que mantuviera sobrevaluado el peso e inflara las ganancias en dólares y c- tasas de interés crecientes que reflejaban el aumento del riesgo, elevaban el costo financiero y potenciaban la especulación. Bajo estas condiciones, las ventajas comparativas no sólo quedaban determinadas por la competitividad microeconómica, sino también por la propia política interna. La apreciación cambiaria reducía artificialmente la competitividad, mientras que las altas tasas de interés afectaban la disponibilidad del crédito pero, sobre todo, actuaban como imán para atraer recursos. A la hora de decidir la asignación de recursos, la viabilidad de las actividades productivas se encontraba determinada más decididamente por la alta rentabilidad financiera que por su rentabilidad absoluta.
g) El abanico de actividades que podían “expresar” sus ventajas comparativas macroeconómicas quedaba seriamente limitado por la desventaja cambiaria y por la especulación financiera. Por ese motivo, la concentración sectorial de las exportaciones se acentuó mucho más de lo que potencialmente podía ofrecer el país, con el agravante de que, al ser esta la etapa “formativa” del modelo, su basamento quedó extremadamente comprimido y limito la capacidad de expansión posterior.
El resultado fue el buscado: el salario real cayó bruscamente (cerca de un tercio de su valor de marzo, en un par de meses). Con instrumentos algo distintos, se había conseguido lo que tantas otras veces: contraer el gasto a través de la caída de salarios, de manera de obtener un superávit comercial por la disminución del consumo de bienes exportables y de las importaciones. Se ha evilecido el sistema monetario y financiero, se ha sumergido la economía en una serie consecutivas de tasas negativas de crecimiento y no se ha alcanzado ninguna razonable distribución de la riqueza, ni asegurado el nivel de ingreso de la población. Se agrandó la deuda externa y afectó a la industria nacional, haciendo caer las exportaciones. Se benefició el sector al que le llamaban "patria financiera", especuladores y grandes bancos prestamistas.
El fracaso del plan pronto se pudo ver, esos errores estaban amparados por la omnipotencia de la dictadura militar, que golpeó al comercio, al campo, a la industria y sobre todo a los obreros. En 1978, el plan de Martínez de Hoz dio indicios de ser un fracaso total: la inflación anual llegó al 160 por ciento, y el PBI descendió durante ese año cerca de un 3,2%. Al crecimiento nulo del país se le sumaron los fuertes gastos del Estado: el 25 de junio del 1978 la Argentina ganó el Campeonato Mundial de Fútbol. Ese mundial, organizado en el país, costó cerca de US$ 500 millones, gasto que fue completamente cubierto por el Estado. La perversión del sistema financiero se tornó difícil de dominar para el Gobierno: en 1979, los precios minoristas crecieron en un 139,7 por ciento, y la capacidad de consumo se redujo vertiginosamente. La situación de las empresas privadas empeoró, ya que, al abrirse la importación y disminuir el consumo, muchas de ellas debieron endeudarse en el exterior (debido a las altas tasa locales) para sobrevivir.
Al final, la distorsión en la banca terminó por perforar a muchas entidades financieras, que no pudieron hacer frente a sus obligaciones: el 28 de marzo de 1980 el Banco Central ordenó la liquidación del Banco de Intercambio Regional (BIR). A fines de ese año, cerca de 25 entidades financieras habían quebrado, casi todos bancos cooperativos o provinciales. El fracaso de la gestión de Martínez de Hoz terminó por hacerse evidente cuando tuvo que tomar una resolución drástica: el 3 de febrero de 1981 el peso fue devaluado un 10 por ciento con relación al dólar.
Plan Austral
a) La dinámica de funcionamiento del sistema financiero en la Argentina antes del Austral era tal que planteaba un dilema si el mercado financiero no se regulaba el resultado era un fuerte aumento de la tasa de interés que deprimía la inversión y aumentaba la fragilidad
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