Pobreza, Desigualdad Y Marginación Social En México
hectorlsd5 de Abril de 2014
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ÍNDICE
INTRODUCCION
La pobreza definida como la insatisfacción de necesidades básicas en el individuo ha sido tema de análisis muy amplios en los planos social, económico y psicológico, cuando hay plenitud de pan, dice Abraham Maslow, otras necesidades (más altas) emergen y éstas, más que las hambres fisiológicas, dominan el organismo. Las características económicas y sociales actuales en México permiten definir el concepto de pobreza ligado al primer nivel en la interpretación del autor citado, es decir la necesidad básica de comer, a continuación revisamos algunas variables que nos permiten afirmar la urgente necesidad de encontrar soluciones que nos permitan posteriormente pensar en necesidades “más altas”.
Este trabajo es un recuento de los principales enfoques e investigaciones sobre el estudio de la pobreza y sus respectivos métodos de medición aplicados a México. En el mismo se explica por qué surgen magnitudes de la pobreza tan diversas cuando incluso se aplican los mismos métodos. Por último, destaca la necesidad de la medición y la distinción cualitativa y cuantitativa entre los tipos de pobreza para el diseño y ejecución de políticas y programas para la superación de la misma.
1.1 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
En la historia reciente de México, la pobreza ha sido un problema permanente, aunque sus dimensiones y características han variado con el estilo de desarrollo y las condiciones macroeconómicas vigentes en diferentes momentos.
Durante el periodo en que rigió el modelo de sustitución de importaciones, dos grandes procesos incidieron en distintas direcciones sobre la pobreza. Por un lado, el sesgo urbano del crecimiento contribuyó al aumento de la pobreza; por otro, la interacción de tasas de crecimiento, relativamente altas y sostenidas y la aplicación de las políticas sociales universales no sólo contrarrestó un posible aumento de la misma, si no logró una disminución significativa entre 1960 y 1981-1982. Pese a los progresos del desarrollo social, la pobreza persistió.
A comienzos de la década 1980 inició la instauración de un nuevo modelo económico basado en la promoción de las exportaciones y una mayor participación del mercado. Los efectos sociales del drástico cambio se expresaron en la acentuación de la concentración del ingreso y la riqueza, y un significativo aumento de la pobreza.
En el transcurso de estos años, mucho se ha avanzado en la investigación y en la medición de la pobreza: Se reconocen virtudes y desventajas de cada método de medición. Hay acuerdo entre los especialistas del tema en que la elección del método depende de la perspectiva teórica y de los objetivos perseguidos. La persistencia y el aumento de la pobreza requieren la continuación de ese esfuerzo de medición, a la vez que profundizar en el análisis de las relaciones entre crecimiento económico, desigualdad y pobreza.
1.2 ANTECEDENTES
Los datos de 2008 sobre pobreza en México revelaban que a 50.6 millones de mexicanos no les alcanzaban sus ingresos para cubrir las necesidades básicas respecto a salud, educación, alimentación, vivienda, vestido o transporte público, incluso dedicando todos sus recursos a estos términos. El 18.2% de la población sufría carencias alimentarias -casi veinte millones-, de los cuales 7.2 millones habitaban en zonas urbanas, mientras que 12.2 millones pertenecían a zonas rurales. Entre 2006 y 2008, el nivel de vida de más de un millón de familias cayó bajo el umbral de la pobreza.
Si hablamos de datos globales de pobreza, es necesario tener en cuenta que en México una gran parte de la población es joven. En 2007 la cifra de población de 0 a 17 años superaba los 38 millones. Los niños, niñas y adolescentes forman parte de los grupos más vulnerables a sufrir carencias y privaciones. Así, en el capítulo de México en el Estudio Global sobre Pobreza y Disparidades en la Infancia, elaborado por UNICEF entre 2008 y 2009, se destacaba que en el período 2006/08 un 25% de los niños y niñas mexicanas (diez millones aproximadamente) vivían en condiciones de pobreza alimentaria.
En el análisis específico de la situación de la niñez, el estudio señalaba que aquellos que viven en las zonas rurales se enfrentan a más desventajas que los que viven en ciudades. Y, de ellos, los indígenas son los que se encuentran entre los grupos más vulnerables de México.
En los últimos años ha habido una disminución importante en el porcentaje de niños y niñas que sufren privaciones severas, especialmente en materia de sanidad, agua e información. Sin embargo, se siguen manteniendo cifras elevadas: 25.5% de niños y adolescentes no tiene acceso a la canasta alimentaria básica, 34% sufre carencias en salud y educación y 59.5% no tiene acceso, a mayores, a vivienda, transporte y vestido básicos, según cifras del ENIGH de 2008.
Aún así, México se encuentra entre el grupo de países con alto Índice de Desarrollo Humano (IDH), en contraste con la desigualdad en los niveles de desarrollo al interior de la República, entre los diferentes estados. Mientras en el Distrito Federal o Nuevo León el IDH se sitúa a la par de países como Argentina, el IDH de Chiapas es parecido al de Siria o Nicaragua. A nivel municipal las disparidades son aún más evidentes. En Chiapas y Oaxaca se encuentran municipios con un IDH similar a países como Nigeria o Senegal.
Desde 2009, el gobierno mexicano utiliza una metodología multidimensional de medición de la pobreza, basada en el análisis del cumplimiento de derechos humanos sociales tales como salud, educación, seguridad social, nivel de cohesión social o características y servicios de la vivienda, y que coincide plenamente con la metodología utilizada por UNICEF. A través de esta medición se extraen datos como que el 44.2% de la población vive en pobreza, 33.7% (36 millones de mexicanos) en pobreza moderada y 10.5% (11.2 millones) en pobreza extrema.
Estos datos indican, además, que los niños, niñas y adolescentes se ven afectados de manera desproporcionada por la pobreza y la privación de sus derechos básicos: el 51.3% de ellos vive en pobreza (un 44.2% de la población mexicana total).
1.3 MARCO TEÓRICO
LA POBREZA
La pobreza es una condición socioeconómica y política en la cual las personas viven con muy bajos niveles de bienestar. Un ambiente de pobreza conlleva notables diferencias históricas entre distintas sociedades y países; dentro de éstos entre distintas regiones y/o comunidades. Las peculiaridades de cada caso han generado distintos enfoques teóricos que, a su vez, proponen diferentes métodos de medición.
ENFOQUES SOBRE LA INVESTIGACIÓN DE LA POBREZA
Las diversas interpretaciones elaboradas en torno al estudio de la pobreza y sus respectivos métodos de medición pueden agruparse en tres grandes perspectivas:
a) Interpretación o enfoque indirecto o de subsistencia.
b) Interpretación enfoque directo o de necesidades básicas.
c) El enfoque de las capacidades.
Enfoque indirecto o de subsistencia
El enfoque indirecto o de subsistencia estudia las causas de la pobreza a partir de la carencia de recursos, esencialmente ingresos, capital físico y humano. Esta interpretación centra su atención en el tema distributivo: la insuficiencia de recursos que padece un individuo u hogar es su preocupación fundamental. Por tanto, la falta de ingresos es considerada como causa indirecta de la pobreza. Para este enfoque la pobreza se caracteriza como una condición en la cual el individuo, o la familia, carecen de ingresos necesarios y suficientes para vivir adecuadamente, conforme a las normas socialmente establecidas en una comunidad, región o país, en un momento determinado.
Enfoque directo: de manifestaciones de la pobreza o insatisfacción de necesidades básicas
Esta perspectiva analiza la pobreza a través de sus manifestaciones, centrando por ello su atención en las formas y condiciones de vida, las costumbres y actitudes de los pobres. Todo ello para detectar si satisfacen las necesidades básicas. Las necesidades básicas comprenden una canasta mínima de consumo individual o familiar (alimentos, vivienda, vestido, artículos del hogar; acceso a servicios básicos como salud, educación, agua potable, alcantarillado, recolección de basura, energía y transporte público).
El enfoque de las capacidades
El enfoque de las capacidades incorpora la explicación estructural de las causas de la pobreza, pero la supera conforme introduce en la compleja problemática de este fenómeno la perspectiva de la libertad a la par que el desarrollo económico.
Se denomina capacidades básicas a un conjunto de funciones básicas que todo individuo debe tener para participar mínimamente en distintas actividades sociales.
Tales funciones básicas son: adecuada nutrición, buena salud y educación básica.
Las capacidades dependen esencialmente de las funciones cualitativas, esto es, no es suficiente que una persona culmine el ciclo de educación básica o que formalmente pueda acceder a servicios públicos de salud, sino que tenga las capacidades de leer, escribir, pensar analíticamente. Estar bien alimentado y gozar de buena salud para desempeñar satisfactoriamente sus actividades familiares, escolares, laborales y sociales.
En suma, este conjunto de capacidades permite a toda persona participar en la vida económica, social y política de su comunidad en particular,
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