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Primera Meditación De las cosas que se pueden poner en duda


Enviado por   •  18 de Octubre de 2013  •  4.006 Palabras (17 Páginas)  •  381 Visitas

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René Descartes. (1596-1650)

Primera Meditación

De las cosas que se pueden poner en duda

Tiene por objetivo buscar un camino seguro para llegar a verdades firmes y permanentes en la ciencia. Utiliza sistemáticamente el método de la duda: toma como si fuera falso todo aquello sobre lo cual pueda sostenerse la más mínima duda. Duda como contraposición de la evidencia. Solo tomará como verdadero aquello que se presente como claro y distinto a la razón.

Aplica la duda directamente a las bases, las fuentes de conocimiento, de manera que si éstas son dudosas, cualquier pensamiento que provenga de ellas será dudoso también.

Sentidos: son engañosos (ilusiones ópticas y auditivas) pero aplica un contraargumento: pareciera que los sentidos no me engañan en lo próximo (si aceptáramos que son engañosos en lo próximo nos saldríamos del campo de lo racional).

Aún así presenta el argumento del sueño: el hombre tiene dos estados, sueño y vigilia, y no un criterio claro para distinguir un estado del otro. De esta manera elimina a los sueños como una fuente de conocimiento confiable, al ser dudosos son tomados como si fueran falsos.

Sin embargo el argumento del sueño no derriba el conocimiento racional pues hay elementos racionales (sustancias simples: los números, la geometría) que no resultan afectados ya sea en el sueño o la vigilia.

Razón: presenta dos supuestos, hipótesis extremas respecto de la razón y de si puede dudarse de ella:

1. Puedo pensar que Dios quiera que me equivoque cuando piense que 2 + 2 = 4. Este argumento es fuerte, sin embargo no lo mantiene al ser contradictorio con la noción de Dios: Dios es perfección, por tanto no puede querer engañarnos.

2. Luego entonces, presenta la hipótesis del genio maligno planteando la duda hiperbólica: puede existir un genio maligno que me induzca a equivocarme. Este supuesto derriba la razón como una fuente confiable.

Hacia el final de la primera meditación las facultades de conocimiento han caído y no se ha encontrado ninguna verdad evidente.

Segunda Meditación

De la naturaleza del espíritu humano y que es más fácil de conocer que el cuerpo.

Encuentra un primer argumento que logra sostenerse: si hay un genio engañador, entonces hay un engañado. Y además no puedo negar que dudo, ya que si dudo de que dudo estoy dudando. De manera que es evidente que el acto de pensar existe. Se abre el cogito:

“Cogito ergo sum” / “Pienso, luego existo”

No es un razonamiento, sino una intuición que la razón capta automáticamente. Pensar y existir son dos realidades inescindibles.

Esta nueva verdad inteligible provoca un giro hacia la subjetividad, hacia el yo, y abre un nuevo camino para la filosofía moderna:

- Interpretación realista: relacionada con la filosofía tradicional (Platón). Distingue la existencia del pensamiento: “Pienso porque existo”. El pensamiento es posible porque existimos.

- Interpretación idealista: un nuevo camino que influenciará a la filosofía moderna (Hegel). Cuando Descartes menciona que dejar de pensar es dejar de existir se refiere a que “ser es ser pensado”. La realidad depende del pensamiento.

Si bien Descartes insinúa una interpretación idealista moderna seguirá el camino medieval – tradicional. Luego de revisar todas sus opiniones dará una respuesta a la pregunta de “¿qué es el yo?” típicamente medieval: es una substancia pensante. El concepto de “substancia” es un concepto que proviene del pensamiento de Aristóteles y que fue utilizado también durante todo el pensamiento medieval.

Hay que distinguir dos momentos en la segunda meditación:

1. El momento de la verdad única: el pensar es indudable. “Pienso, luego existo”

2. La cosificación del yo. ¿Qué soy ahora que existo? Una substancia. El primero paso en falso ya que procede de forma dogmática: se introduce al yo como algo acrítico, el concepto de substancia es complejo, difícil de entender:

Hay dos posibles sentidos de la noción de substancia:

Sentido estricto: substancia es aquello que existe por si mismo, que no necesita de otra cosa para ser: Dios.

Sentido amplio: substancia es aquello que no necesita de otra cosa para existir, salvo de Dios. Cuando Descartes habla de substancia en sentido amplio se refiere a una cosa inmaterial que es el yo, y cuyo atributo principal es el pensar. Cuando habla del pensar es un atributo que depende de la cosa, una interpretación realista tradicional.

Aquí aparece el problema que surge con la conciencia, el solipsismo: como salir de los límites de la conciencia. Este encierro en sus contenidos se produce por la hipótesis del genio maligno. Todo lo que se diga no tendrá sostén mientras se establezca esta hipótesis.

Dentro del contexto de solipsismo introduce el concepto de substancia extensa al mencionar el ejemplo de la cera. ¿Cuál es la propiedad que permanece invariable en los cuerpos? Un dato que es captado por la razón: la extensión, que los cuerpos ocupan un lugar en el espacio. Sin embargo este ejemplo es provisorio ya que la razón sigue siendo dudosa. Ésta podría ser una verdad si podría argumentar en contra del solipsismo y sostener a la razón como una fuente de conocimiento verdadera.

Finaliza la segunda meditación:

à se encuentra el cogito como verdad única.

à la cosificación del yo: substancia. Estas suposiciones dependen de poder

à la naturaleza es extensa superar el solipsismo.

David Hume (1711 – 1776)

Hume indaga sobre conceptos básicos de la época tales como los de substancia, yo o alma substancial y causalidad. Las tres nociones metafísicas tiene una extensa tradición en la filosofía: mientras los conceptos de substancia y alma son centrales en la filosofía

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