Proceso de ocupación de la tierra en el ejido de Baradero en la segunda mitad del siglo XIX
Malegumy-71Documentos de Investigación30 de Octubre de 2018
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“Fausto, la esencia de la Logia es el secreto…”
(Pipo Jeanmaire.)
La Masonería en Baradero.
Redes Alternativas de Poder entre 1879-1937
Tema.
El tema de esta investigación es la masonería en la ciudad de Baradero durante el período que va desde 1879 a 1937. El recorte temporal realizado responde a dos cuestiones fundamentales a abordar. En primer lugar, se corresponde con el auge de la institución masónica como forma de sociabilidad en la Argentina y, en este caso, en un pueblo de la provincia de Buenos Aires como Baradero, y en segundo, al período, denominado por la Historia oficial, de formación del Estado Nacional, ambos íntimamente relacionados.
Resulta de importancia hacer un breve repaso acerca de lo que es la masonería en sus aspectos más generales.
Tal como se la conoce en la actualidad, surgió en el siglo en el siglo XVIII y las principales fuentes para su estudio datan del siglo XIX y el actual (Corbière, 2011). Se trata de una sociedad fraternal, de carácter iniciático, filantrópico, simbólico, filosófico, secreto, selectivo, jerárquico y humanista. Cuyas principales premisas son la búsqueda de la verdad a partir de la construcción de un “edificio moral” basado en la enseñanza a través de símbolos y alegorías, con una fuerte impronta adogmática y de librepensamiento. No es una religión, pero no tolera el ateísmo y venera la idea del Gran Arquitecto Del Universo.
Existen teorías y opiniones de tinte mítico que sitúan los orígenes de la masonería en tiempos arcaicos o en los inicios de propia humanidad, lo cual no resulta para nada verosímil. Lo más probable es pensar sus orígenes en los antiguos gremios de constructores de la edad media, también llamados guildas que, entre otras cosas, participaron en la construcción de las grandes catedrales de Europa. Estos gremios nucleaban a los trabajadores del rubro, organizándose en capillas (entiéndase no a una construcción de ladrillos, sino al cuerpo de obreros) que se dividían en aprendices y compañeros, y estaban liderados por un maestro. Su objetivo era salvaguardar el conocimiento y encontrar protección de los posibles abusos propios de la época. Este tipo de masonería, llamada operativa, en el cambio hacia la modernidad y la posterior eliminación de los gremios, dio paso hacia una de tipo especulativa o filosófica, que en principio se trató de constituir como una institución que fomentara, entre sus integrantes, los valores considerados más valiosos para la humanidad, manteniendo los viejos rituales y estructuras jerárquicas en consonancia con un universo simbólico nutrido de las grandes [a]a fin de hacer frente al Mundo tan cambiante e impredecible que se avecinaba.
La mayor parte de los autores establecen como nacimiento de la masonería moderna especulativa al momento en que las cuatro logias londinenses (lugar donde se había concentrado la mayor cantidad de masones operativos hacia 1660) compuesta por masones especulativos, deciden unirse y fundar la Gran Logia de Inglaterra (un tipo de federación), esbozando una Constitución a base de las ceremonias y reglas tradicionales[b].
Los cierto es que la masonería ha tenido difusión mundial y desarrolló peculiaridades en relación al momento histórico y el país donde se estableciera, cambiando de ritos (Escocés Antiguo y Aceptado, de York, etc.) y de objetivos. “Desde luego que la masonería, aunque los masones lo desmientan, es una organización de poder, o tiende al poder político. Si bien no constituye un partido político ya que recorre transversalmente todos los agrupamientos –en esto se parece a la iglesia católica-, despliega cierta política masónica, lo que Aristóteles denominaba ‘arquitectónica’ antes que ‘agonal’ o pragmática.” (Corbière, La Masonería II. Tradición y Revolución., 2007).
Ocupándonos del papel de la masonería en nuestro país, no se puede ignorar su influencia en las distintas etapas históricas, tanto en la de la independencia como en la de las Guerras Civiles y en la formación de la Argentina moderna bajo el influjo del roquismo. Esa Argentina moderna de Sarmiento, Mitre y el ya mencionado Roca, fue obra de la masonería en sus aspectos más generales. Desarrollando una cultural liberal en el marco del capitalismo periférico y dependiente, se impulsó la constitucionalización del país a través de la creación de instituciones republicanas. Cabe hacer una aclaración importante en este punto, y es que (como ya lo explicó Corbière) no se debe caer en el error de creer que los masones militaron únicamente en las filas de un solo partido político en la época que se estudie, es así que resulta común pensar que representaron los ideales del unitarismo, el liberalismo y el radicalismo. Pero se pueden citar numerosos ejemplos que demuestran que la masonería ha estado presente en todo el espectro político de la Argentina, uno entre tantos es que Roque Pérez, funcionario en el Ministerio de Relaciones Exteriores del rosismo, fue fundador de la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones, y Domingo Faustino Sarmiento, acérrimo opositor del régimen mencionado, se convertiría en Gran Maestre de la sociedad de la escuadra y el compás.
Como ya se ha mencionado, existieron logias muy activas durante el siglo XVIII y el período revolucionario, pero el auge de estas empezó a darse en la segunda mitad del siglo XIX. El final del rosismo impulsó el asociacionismo en general, y la masonería no quedaría al margen de este proceso.
En Baradero, la masonería oficializó su comienzo con el establecimiento de la logia “Luz del Norte”, cuyo fundador fue Enrique Bolten (relojero de nacionalidad alemana), que obtuvo su carta constitutiva con el N°63 el 18 de julio de 1879, otorgada por el Gran Maestre Vicente Fidel López. Pocos meses más adelante, en el año 1880, ex miembros de “Luz del Norte” establecen otra logia con el nombre “Corazones Unidos”, pero no fue oficializada con una carta constitutiva, por lo cual se disolvió al poco tiempo.
Durante el año 1881, con el impulso de Luis Pedemonti, fue conformada la logia “Unión Universal”, reconocida por el Gran Maestre Manuel Langfenheim, que le otorgó la carta constitutiva N°69, el 24 de febrero de 1882. El pueblo contaba con dos logias diferenciadas, por lo que Leandro Nicéforo Alem, que hacía muy poco había asumido la gran maestría de la Gran Logia de Argentina de Libres y Aceptados Masones (a causa de la súbita enfermedad de D. F. Sarmiento), intervino en la situación y procedió a la fusión de ambas. Es así que de los nombres “Luz del Norte” y “Unión Universal” surgió uno definitivo: “Luz Universal” N°69. La logia tuvo su lugar de tenidas (comúnmente llamado templo) ubicado sobre la calle Anchorena, actualmente con la numeración 653 y 659, entre Passo y Acevedo. Un lujoso inmueble de grandes dimensiones que, por las ubicaciones y los objetos[c], cumplía con el ‘esquema simple’ de una logia masónica.
Como ya se mencionó anteriormente, la masonería es una institución que basa su orden y su enseñanza a través de rituales y símbolos. Todo ese imaginario de representaciones está presente en una importante variedad de fuentes materiales y, al igual que en las grandes construcciones del medioevo, los masones han dejado en Baradero una huella visible en no pocas de las edificaciones levantadas en el período que se analiza en esta investigación. Arquitectónicamente, los elementos neoclásicos fueron los más utilizados por los masones y actualmente se pueden notar en edificios como: la escuela de Barranca, la escuela N°1, los frentes de las sociedades suiza e italiana de socorros mutuos y el portal del cementerio municipal (que luce un frontis triangular en cuyo interior aparece la clepsidra alada –imagen de la que se valen los masones para señalar que el tiempo es una creación humana y que la vida en este mundo es sólo aparente-), [d]entre otros. A propósito de este último, el cementerio es una fuente casi inagotable de iconografía masónica. Además de clepsidras aladas, figuran corazones atravesados por un ancla, antorchas cruzadas apuntando hacia abajo, ángeles de cuerpo incompleto, las columnas B y J, los triángulos, pisos ajedrezados, rostros egipcios, cadenas, y hasta el “ojo que todo lo ve” (presente en el antiguo panteón de la sociedad italiana “XX Settembre”). [e]
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