¿Puede plantearse una nueva visión sobre la llamada ““Pre” Historia”?

¿Puede plantearse una nueva visión sobre la llamada ““Pre” Historia”?

Estudiante: Juan Carlos Cifuentes Cáceres.

Profesor: Benjamín Toro.

Desde que el humano inventó la escritura como tal, éste ha querido plasmar en su espléndida invención lo que vive, lo que ve y lo que siente. Este acto de solidaridad refleja uno de los deseos más anhelados de los humanos: “Trascender” en la historia.

Pero el humano no ha escrito desde siempre; hay consenso de que la escritura nació en el Antiguo Próximo Oriente, alrededor del año 3.100 a.C, entonces, ¿Qué hubo antes de la escritura? A este espacio temporal -que va desde la aparición del primer homínido, hasta que el humano inventa la escritura-  lo llamamos: “Pre Historia”, o a eso nos referimos desde el punto de vista tradicional.

Pre Historia, en su primer elemento sintáctico, del latín: “prae” que significa “antes de” y de su segundo elemento: “Historia” (relato, investigación), como ya se dijo en las líneas anteriores es el espacio temporal entre el primer homínido y la invención de la escritura. Este espacio temporal es ampliamente aceptado dentro de los foros de arqueólogos, historiadores, lingüistas y todo aquel experto que utilice la historia como método de investigación, pero ¿Por qué es tan aceptado este término? Quizá es aceptado por el hecho de que conlleva una gran exactitud cronológica y temporal, elementos que en otras teorías quedan dispersos y sujetos a condiciones que los conducen a inquietudes que no pueden resolverse fácilmente. Estos hechos refuerzan aún más el sentido que tiene la palabra “Pre Historia” en sí ya que nos transporta a algo concreto y tangible, que se puede medir y que está abalado por múltiples conocedores de la materia y de distintos ámbitos.

Sin embargo, este término tiene un problema; problema atribuible al significado del término en sí: ““Pre” Historia”.

Sabemos ya, que está compuesto por 2 palabras compuestas: “pre” e “Historia”; enfoquémonos en la primera: Varios son las autores e instituciones –incluso en las propias épocas pasadas el significado de esta palabra cambia- que se dedican a hablar sobre el significado de esta palabra, por ejemplo, para  la RAE la historia es: “f. Disciplina que estudia y narra cronológicamente los acontecimientos pasados.” (1)

Bajo esta lógica, todo lo que abarca el conocimiento humano debería ser historia; desde el acontecimiento más antiguo, hasta el acontecimiento más reciente.

Hay que tener cuidado al utilizar este significado, ya que no cualquier acontecimiento es historia. La misma RAE en la misma significación que le da a la palabra expone: “f. Conjunto de los sucesos o hechos políticos, sociales, económicos, culturales, etc., de un pueblo o de una nación.” (1) Por lo que con historia nos referiremos a los grandes acontecimientos que tuvieron la capacidad de marcar y modificar una civilización y/o a la humanidad. Entonces ¿Podemos hablar, realmente, de “Pre historia” cuando sabemos bien que el sólo término “historia” debería bastar para hablar de todos los acontecimientos pasados de la humanidad?

El libro “Los pasos lejanos” de Richard Rudgley es un perfecto ejemplo de una nueva interpretación y sentido que se le puede dar al concepto de historia y eso es lo que analizaremos a continuación.

Para empezar a hablar de historia (en el sentido tradicional de la palabra) es necesaria la existencia de una civilización y para que haya civilización se deben dar tres supuestos según la teoría de Clyde Kluckhohn: Clase dirigente, construcciones monumentales y transacciones comerciales; de las cuales una sociedad con dos de estos tres supuestos puede ser considerada una civilización. (3)

Hablamos de civilización ya que sin la existencia de ésta no habría especialización experta de oficios y sin esta especialización no habría escritura ya que la invención de la escritura debió requerir de un grado de ocio y especialización muy alto que sólo en las culturas que podemos denominar “civilizaciones” pudo haberse dado.

Este supuesto se ve reflejado en la ciudad estado de Catal Huyuk, en la parte meridional del centro de Turquía; misma ciudad que en el texto de Richard Rudgley se le da un espacio de importancia significativa, ya que ésta ciudad tiene por lo menos dos de los tres supuestos de Kluckhohn.

Aunque no hay pruebas de que en Catal Huyuk haya habido escritura, el sólo hecho de ser catalogada como civilización es un hecho impresionante tomando en cuenta la antigüedad de su sociedad. Se habla de unos 7.500 a 8.000 años de antigüedad, lo que la convierte en la civilización más antigua conocida en el mundo. Esto es un duro golpe a los defensores de la civilización Sumeria que se creía era la civilización más antigua del mundo con una data de 4.000 años y que en sus en sus pergaminos, además, tenía los importantes logros de la invención de la escritura y la rueda.

En el libro se da la cifra estimada de la población que pudo haber tenido esta ciudad en su esplendor: Alrededor de 7.000 personas.

En su haber se detallan casas de ladrillo de barro y entre éstas, un elaborado sistema que conectaba a la mayoría de ellas por medio de sus plantas superiores. También se detallan numerosos templos religiosos que nos permite reconocer, aparte de su sistema religioso, un sistema de clases dirigentes que podrían haber gobernado esta ciudad, detalle muy importante en la composición como civilización de esta ciudad.

También se detalla simbología que se intuye pertenece a la religión que se profesaba y al lado de esta simbología, murales pintados que hacen referencia a la presencia del arte en la ciudad. Se puede suponer una especie de ocio por parte de sus habitantes para desarrollar todas estas actividades.

Es preciso comentar el nivel extremadamente alto en alfarería y cerámica que se halló en la ciudad lo que es, una vez más, una prueba de la especialización laboral dentro de la ciudad.

Esta alfarería y cerámica tenía un nivel muy alto de detalles, por lo que bien pudieron ser comercializadas con otras culturas diferentes a las de Catal Huyuk. A esta especialización laboral podemos sumarle el trabajo en Obsidiana. En uno de los murales pintados de la ciudad se halla la imagen de un volcán que está muy cerca de la ciudad; como dice el libro: “En el neolítico la obsidiana tenía un gran valor económico y el comercio de esta materia prima parece haber sido factor en el tamaño y la importancia de Catal Huyuk.” (Rudgley, 2000: pág 38) (2).

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