QUE ES EL DERECHO A LA INTEGRIDAD PERSONAL

DERECHO  A LA INTEGRIDAD PERSONAL

La palabra Integridad proviene del latín integrîtas, -ãtis (totalidad, virginidad, robustez y buen estado físico), pero el vocablo se deriva del adjetivo integer (intacto, entero, no tocado o no alcanzado por un mal). Se compone de in- (no) y una raíz que es la misma que la del verbo tangere (tocar o alcanzar), es la pureza original y sin contacto o contaminación con un mal o un daño (físico o moral).1

Como derecho fundamental se define:

El derecho a la integridad personal, al igual que los demás derechos humanos, es un derecho inherente a la persona en atención a su naturaleza. Este derecho asegura la  integridad física y psicológica de las personas, y prohíbe la injerencia arbitraria del Estado y de los particulares en esos atributos individuales.

“La integridad personal le pertenece a todos los individuos desde el momento mismo de su existencia; es universal porque todas las personas lo detentan sin distinción o discriminación alguna; es inviolable porque ni el Estado ni los particulares pueden lícitamente vulnerarlo; y es necesario, porque es un derecho que permite asegurar la vida armónica de las personas. Además, es inalienable, porque nadie puede renunciar a él.”2                              

El ser humano por el hecho de ser tal, tiene derecho a mantener y conservar su integridad física, psíquica y moral. La integridad física implica la preservación y cuidado de todas las partes del cuerpo humano en su contexto anatómico y al equilibrio funcional y fisiológico de los diferentes órganos, lo que conlleva a la protección de ataques injustos contra el cuerpo o la salud. La integridad psíquica es la conservación de todas las habilidades motrices, emociones, psicológicas e intelectuales, tales como la razón, la memoria, el entendimiento, la voluntad, etc. La integridad moral hace referencia al derecho de cada ser humano a desarrollar su vida de acuerdo a sus convicciones. Cualquier tipo de atentado que humille y agreda moralmente a una persona, como los insultos, la trata de personas, la prostitución o las violaciones carnales, pueden comprometer no solo la dimensión física y psicológica de un individuo, sino también la dimensión moral del mismo.

La integridad personal tiene una fuerte y estrecha e inherente relación con otros derechos fundamentales como la dignidad humana, el derecho a la vida, a la salud, que en respeto y protección de estos la sociedad garantiza la convivencia colectiva de manera armónica y la consolidación del sistema democrático. La violación reiterada e injustificada de los derechos disminuye las posibilidades de crecimiento y desarrollo de una comunidad y desvirtúa la razón de ser y la legitimidad del Estado.[pic 1][pic 2]

DESARROLLO HISTORICO

Durante siglos, los tormentos, las torturas y las agresiones físicas y psicológicas, fueron parte de los mecanismos utilizados por guerreros, grupos opresores e incluso por autoridades, como medio de control y sanción a los delincuentes y a los disidentes sociales, también fueron métodos de humillación de los enemigos o artificios de extrema crueldad para demostrar la dominación o el poder, represión y sometimiento de las minorías raciales, étnicas, religiosas, culturales,  sociales, gremiales y políticas.

Durante la edad media y posteriormente bajo la sombra de la inquisición, los castigos corporales y otros procedimientos tendientes a infligir terribles padecimientos en los seres humanos, fueron actividades propias de los procesos y juzgamientos de las autoridades civiles y religiosas, establecidos con el propósito de evitar que otros cometieran delitos similares. El látigo fue también durante décadas una forma menor de castigo, junto con otras más graves como las mutilaciones o la tortura.

Sin embargo miles de años atrás antes que naciera el concepto de derechos humanos ya se habían manifestado sobre estos derechos como consideración especial al ser humano, como es el caso del cilindró de Ciro el cual data de 539 AC es el primer documento que habla de los derechos humanos, también encontramos que en la biblia en el antiguo testamento dice: “Que los azotes no debían pasar de cuarenta al fin que tu hermano no salga a tu vista demasiado lacerado”

En la carta magna de juan sin tierra promulgada en 1215 decía que el comerciante que se encontrara en su país en tiempo de guerra se la debía respetar en principio sin daño de persona y propiedad.

La inquisición como máxima institución represiva de la edad media es el referente histórico en el uso de la opresión y la tortura  tomando las reflexiones de Beccaria los tribunales de las santas sedes no tenían en su interrogatorio orden jurídico alguno ni procesos que correspondían a las formalidades del derecho .

Para ilustrar los desafueros contra la dignidad humana podemos citar a Lutero que sostenía que la mera ejecución no resultaba pena suficiente y que los gobernantes debían perseguir, golpear, estrangular, colgar, quemar, y torturar a la chusma en todas las formas imaginables, como el uso de la espada que era un sagrado deber del que gobierna, no es el hombre sino DIOS el que castiga, tortura,  decapita y hace la guerra no es la mano humana sino la mano de DIOS

Es a partir del siglo XVI que se forma conciencia de la idea de dignidad que se entiende como cualidad intrínseca de los seres humanos, es hasta entonces donde aparece el proceso de su formación en el  mundo moderno surge como respuesta a situaciones concretas en que estos estaban menos cavados o disminuidos en la guerra y en la religión lo cual desemboca con la ruptura de la unidad religiosa.

El humanismo y el advenimiento del llamado siglo de las Luces fueron los dos primeros pasos para la integridad personal, en donde se permitió corregir las múltiples arbitrariedades que se dieron durante los siglos anteriores.

Es en el siglo XVI en que el humanista Juan Luis Vives comenta la obra de san Agustín donde  se manifiesta abiertamente contra la tortura  oponiéndose al emperador Carlos V por sus leyes dictadas favoreciendo todo tipo de crueldad .

En 1628 las demandas dirigidas al Rey Carlos I de Inglaterra conocida como petición de los derechos BILL OF RIGHTS que dice que nadie puede ser juzgado contra su vida e integridad.

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